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Juan Hurtado de Mendoza

Biografía

Hurtado de Mendoza, Juan. El Viejo. Señor de Mendívil. ?, c. 1310 – Nájera (La Rioja), 3.IV.1367. Noble, alférez, embajador, ricohombre.

Personaje de cierta relevancia durante los años de reinado de Alfonso XI, su identificación presenta ciertas dificultades, pero parece que fue fruto del enlace entre dos primos carnales, Juan Hurtado y María de Mendoza. El señorío y el título quedaron en poder de su hermano mayor, Diego Hurtado, pasando Juan a ser la cabeza de la rama segundogénita del linaje, que destacó sobre todo a partir del siglo xv. Heredado y cofrade en tierras alavesas, intervino en la entrega voluntaria de Álava a la Corona en 1332, año en que aparece junto a Alfonso XI tanto en la instauración de la Orden de la Banda en Vitoria como en la coronación del Monarca en Burgos, siendo allí también armado caballero.

Mientras todo esto sucedía, Juan Núñez, señor de Lara, se había enemistado con Alfonso XI y apartado de él por desposeer el Monarca a su esposa del señorío de Vizcaya. Tal vez por estar ya casado con Teresa de Lara, decidió Juan Hurtado ponerse de parte del rebelde; y así, tan sólo un día después de la gran ceremonia de investidura de caballeros, él, su hermano y otros nobles salieron de Burgos y se dirigieron a Lerma. Alfonso XI perdonó pronto esta traición, confiando años más tarde a Juan Hurtado una importante misión diplomática. Se firmaba en Espléchin en 1340 una tregua que paralizaba momentáneamente la Guerra de los Cien Años, y dos enviados castellanos actuarían, junto a los papales, como mediadores en las capitulaciones. Juan Hurtado fue uno de estos enviados. Meses después de firmarse el tratado de Espléchin, viajó a Inglaterra como embajador, encargado de comunicar a Eduardo III la noticia de la victoria cristiana en la batalla de El Salado, hacerle partícipe del interés castellano en la perpetuación de la tregua entre Francia e Inglaterra, y buscar con él una solución a los constantes incidentes entre barcos ingleses y cantábricos, graves y numerosos, que afectaban a ambas partes. A su regreso a Castilla estos servicios fueron compensados por el Rey, que le otorgó la administración de la justicia en dos aldeas de Los Huetos.

En 1343 Eduardo III de Inglaterra propuso a Alfonso XI el enlace de su hija Juana con el heredero castellano, Pedro. Se alegó entonces que el infante apenas contaba nueve años de edad; pero el inglés insistió en 1345 y envió dos emisarios a Burgos, donde se celebraban por entonces Cortes. Juan Hurtado de Mendoza fue uno de los encargados de hablar con los enviados ingleses, que regresaron a su país sin una respuesta satisfactoria. En 1346 Eduardo III escribió una carta al propio Juan Hurtado para que interviniese a su favor. Finalmente, un año más tarde el enlace se pactó, pero Juana moriría en 1348. Ese mismo año Juan de Mendoza viajó a Inglaterra para tratar de nuevo sobre los incidentes marítimos.

Alfonso XI murió en 1350, y a partir de esa fecha los datos que se tienen sobre Juan Hurtado son escasos. Probablemente con la llegada del nuevo gobierno se vio alejado de la Corte. Quizá le perjudicó su relación con Juan de Lara, que encabezaba un partido nobiliario enfrentado al poderoso Juan Alfonso de Alburquerque. En algún momento de la contienda entre Pedro I y Enrique de Trastámara, se sumó, al igual que sus parientes, al bando del segundo, y, combatiendo a su lado, encontró la muerte en la batalla de Nájera. Su hijo homónimo, Juan el Limpio, hecho prisionero en la misma batalla, fue después favorecido por la nueva dinastía, convirtiéndose en uno de los personajes más importantes de la Corte durante los reinados de Juan I y Enrique III.

 

Bibl.: P. López de Ayala, Crónicas de los reyes de Castilla [...] Enrique II y Juan I, ed. de E. Llaguno Amírola, Madrid, Imprenta de Antonio de Sancha, 1780 (Madrid, Atlas, 1953, col. Biblioteca de Autores Españoles, t. LXVIII); D. Gutiérrez Coronel, Historia Genealógica de la Casa de Mendoza, ed., pról. e índice de Á. González Palencia, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto Jerónimo Zurita, 1946, 2 vols.; S. de Moxó, “De la nobleza vieja a la nobleza nueva. La transformación nobiliaria castellana en la baja Edad Media”, en Cuadernos de Historia, 3 (1969), págs. 1-210; J. C. Santoyo, “Un embajador medieval en Inglaterra: Juan Hurtado de Mendoza”, en Boletín de la Institución Sancho el Sabio, 20 (1976), págs. 223-243; D. Catalán (ed.), Gran Crónica de Alfonso XI, Madrid, Gredos, 1977, 2 vols.; L. V. Díaz Martín, Los oficiales de Pedro I de Castilla, Valladolid, Universidad, 1987 (2.ª ed. corr. y aum.); J. Sánchez-Arcilla Bernal, Alfonso XI: 1312-1350, Palencia, Diputación Provincial, 1995; P. López de Ayala, Crónica del Rey Don Pedro y del rey Don Enrique, su hermano, hijos del rey don Alfonso Onceno, ed. de G. Orduna y J. L. Moure, Buenos Aires, Seminario de Edición y Crítica Textual (Secrit), 1994-1997, 2 vols.; L. V. Díaz Martín, Colección Documental de Pedro I de Castilla (1350- 1369), Valladolid, Junta de Castilla y León-Consejería de Educación y Cultura, 1997-1999, 4 vols.

 

Covadonga Valdaliso Casanova

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