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Pedro Jerónimo Villagrassa de Ablanque

Biografía

Villagrassa de Ablanque, Pedro Jerónimo. Pedro de la Madre de Dios. Daroca (Teruel), 16.VIII.1565 – Nocera (Italia), 26.VIII.1608. Carmelita descalzo (OCD), comisario general, predicador, reformador y general de la Orden, superintendente de Propaganda Fide.

Su padre, Pedro, era doctor en medicina; su madre se llamaba Jerónima. Formaban una familia de altura. Estudió Gramática y Retórica en su ciudad natal. Le enviaron sus padres a Alcalá para estudiar Filosofía y Teología. Se presentó en el Colegio de San Cirilo OCD y pidió que le admitieran en la Orden. Tomó el hábito el 22 de enero de 1582 en Pastrana con el nombre de Pedro de la Madre de Dios.

El 23 de enero de 1583 profesó. Por motivos de salud le enviaron los superiores a Mancera y después a Daimiel. Habiendo mejorado, reanudó sus estudios en Alcalá. Muy pronto comenzó a predicar en los principales púlpitos de Alcalá y en los pueblos de la comarca siendo aún diácono. Al poco tiempo de ordenarse sacerdote se le nombró vicario de la casa de Cogolludo (Guadalajara). Aquí estaba cuando el P. Doria que había fundado el convento de Génova, destinaba a Pedro a Italia, en la idea de propagar la Reforma. Llegado a Génova se detuvo allí hasta 1591 en que pasó a Roma. Predicó en Génova, en Pavía y otros lugares.

En 1593 cuando el P. Doria acudió al capítulo general de la Orden uno de los que llevó consigo para que interviniesen en las conclusiones o tesis públicas que entonces se celebraban fue Pedro. Su fama de gran apóstol y predicador insigne llegó hasta la Ciudad Eterna y las altas jerarquías requirieron su presencia en Roma.

Viajó desde Génova con el cardenal Alessandrini, que había sido nuncio en España. A los pocos días fue presentado Pedro al papa Clemente VIII que quedó prendado de las cualidades del descalzo. Los sermones de Pedro en el Hospital de Sancti Spiritus llamaban la atención. El Papa manifestó su deseo de que hiciesen una fundación en Roma. Los superiores de España y el propio Felipe II se opusieron a que la Reforma se propagase fuera de los dominios del Rey de España. Clemente VIII separó los descalzos de Italia de los de España. El 13 de noviembre de 1600 expedía el Breve In apostolicae dignitatis culmine que daba origen a la Congregación de Carmelitas Descalzos de Italia.

El mismo Papa nombró a Pedro prior del convento de Santa María de la Scala y comisario general de la nueva Congregación.

Convocado el capítulo general para el 1 de mayo de 1605 salió elegido general Ferdinando de Santa María, quedando Pedro de primer definidor y procurador de las Misiones. Clemente VIII le nombró predicador del Sacro Colegio y fue reconfirmado en el cargo por León XI y Paulo V. Once años seguidos predicó la Cuaresma en Roma. Uno de sus sermones al Sacro Colegio hizo época, hablando nada menos que del nepotismo y condenándolo. El Papa se congratuló con él, diciéndole: “Dios os pague lo bien que habéis predicado; así lo han de hacer los varones aspostólicos, y yo, de mi parte, lo agradezco y agradeceré, como lo veréis”. Con estas últimas palabras parece que el Papa estaba aludiendo a su voluntad de hacerlo cardenal. Se pudo librar del cardenalato, prefiriendo la pobreza y sencillez de la Descalcez.

Desde 1599, por Breve de Clemente VIII del 10 de julio era el superintendente de los Ermitaños de San Agustín, con facultad de darles leyes y estatutos para su buena marcha. El mismo Pontífice le nombró superintendente de las Misiones de todo el mundo, cuando la Congregación de Propaganda Fide estaba aún en mantillas.

En abril de 1608 fue elegido superior General de la Congregación. Para quedar más libre para entregarse al gobierno de su familia carmelitana, delegó en Ferdinando de Santa María su nombramiento de visitador apostólico de los Agustinos.

La entrega a tantas ocupaciones en todos los años anteriores había agotado al P. Pedro. Sufría muchísimo de cólicos nefríticos. Comenzando a declinar su salud, los médicos le aconsejaron que fuese a las aguas medicinales en Nocera, en Umbría.

El 3 de agosto se detuvo en Asís para venerar a San Francisco de Asís. Estando en las curas que se le aconsejaban, comenzó a agravarse y fue traslado al convento de los Franciscanos Conventuales de Nocera, donde murió el 26 de agosto de 1608, a las tres y media de la tarde.

 

Obras de ~: “An Institutum Nostrum sit mere contemplativum an vero mixtum”, en Analecta Ordinis Carmelitarum Discalceatorum, 8 (1933), págs. 170-173; Fr. Paulino del Santísimo Sacramento (ed.), Memorias sobre las Misiones, dirigidas a Clemente VIII y Paulo V; Instrucciones para los misioneros de la Orden y otros; Diversas cartas sobre las misiones a prelados, misioneros, cónsules, etc. (en el Archivo General de la Orden, en Roma).

 

Bibl.: José de Santa Teresa, Reforma de los descalzos..., t. III, Madrid, Julián de Paredes, 1683, págs. 659-696; Florencio del Niño Jesús, La Orden de Santa Teresa, la fundación de la Propaganda Fide y las misiones carmelitanas, Madrid, Nieto y Compañía, 1923, págs. 1-37; Biblioteca carmelitano-teresiana, t. I, Pamplona, Ramón Bengaray editor, 1929, págs. 100-109; Silverio de Santa Teresa, Historia del Carmen Descalzo en España, Portugal y América, t. VIII, Burgos, Tipografía Burgalesa, 1937, págs. 1-33; Acta Definitorii Generalis OCD Congregationis S. Eliae (1605-1658), Roma, Teresianum, 1985 (consultar pág. 736. Index personarum: Petrus a Matre Dei); Acta Capituli Generalis OCD Congregationis S. Eliae, vol. I (1605-1641), Romae, Teresianum, 1990 (consultar pág. 470 Index personarum: Petrus a Matre Dei); A. Fortes, Las misiones del Carmelo teresiano 1584-1799, Roma, Teresianum, 1997, pág. 566.

 

José Vicente Rodríguez, OCD

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