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Bernardo Agustín de Zamora

Biografía

Zamora, Bernardo Agustín de. Ledesma (Salamanca), 20.VIII.1730 ant. – Salamanca, 29.XI.1784. Carmelita (OCarm.), helenista.

Nacido en 1730, estudió en Salamanca, en cuya Universidad aparece matriculado el curso 1749-1750 y siguientes. El 5 de febrero de 1765 se licenció en Artes y el mismo día consiguió el magisterio.

En 1764 era ya catedrático de Griego. Dicha cátedra “vacó por muerte del M. D. Manuel Sánchez Gavilán. La proveyó la Universidad en el claustro pleno celebrado en 18 de diciembre de 1764 en el Rmo. P. Maestro fr. Bernardo Zamora del Orden de Carmelitas Calzados, uno de los cuatro opositores que hubo, los que asimismo entraron en voto, habiendo leído dicho Rmo., como los demás una hora, con puntos rigurosos de veinte y cuatro, y sufrido otra hora de argumentos, habiendo escogido para ello de tres piques que le asignó el Sr. rector en la Ilíada de Omero, y fue asimismo examinado en claustro, como los demás y leyó la cuartilla que firmó en la librería con los demás opositores y hizo la versión del Testamento Nuevo y refrán castellano, según y como prevenía el escrito con que se les llamó, el que está cosido al fin del proceso de la vacante de esta cátedra y tomó dicho Rmo. la colación y posesión en 29 de diciembre de 1764” (G. Espino, 1921).

Con ejemplar dedicación y entrega desempeñó la cátedra hasta su muerte. “Su labor como catedrático tuvo que destacarse al lado de la que se realizaba comúnmente, en sus días, en las aulas de la escuela salmantina. Destacó su personalidad de hombre sabio y celosísimo de la pública instrucción (¡rara avis!) por aquellos días en el antes celebérrimo y entonces decaído Estudio, cuyos rutinarios doctores dormitaban al amparo del antiguo renombre. El padre Zamora, dotado de una imaginación ardiente, lleno de entusiasmo por las letras y de amor a la juventud, solicitaba, buscaba y dirigía a los profesores de talento y aplicación para sembrar en ellos la buena semilla de las ciencias y de las artes. Su celda estaba abierta a todos y a todas horas y sus libros de que había hecho una colección escogida y copiosa corrían por las manos de todos. No omitió medio alguno de adelantar las ciencias en Salamanca ya con la persuasión, ya con el ejemplo y auxilios que le permitían sus facultades, ya también representando el gobierno con vigor y fortaleza, unas veces por sí solo y otras unido con su amigo, el doctor teólogo y elocuente orador, D. Antonio Tavira, los abusos que advertía en la Universidad” (G. Espino, 1921).

Espíritu independiente, luchó con ardor contra la rutina y defendió acérrimamente los derechos de la Universidad. La Gaceta de Madrid se hizo eco de su muerte, considerándole como renovador de los estudios clásicos.

La obra que ha dado fama a Zamora ha sido la Gramática griega. “El Real Consejo hizo enseguida tan grande aprecio de ella que dispuso que por la misma no sólo se enseñase en las universidades de Salamanca, Alcalá y Valladolid, sino también en los Reales estudios de la Corte”. Espino Gutiérrez, quien ha hecho un estudio sobre la misma, ha emitido el siguiente juicio: “Considerándola de manera absoluta y a la luz de las teorías de ahora tiene escaso valor, pero esto no obsta para que, juzgándola de modo relativo, y con arreglo a lo que resulta de su cotejo con algunas de las más conocidas gramáticas antiguas, nos dé la impresión de un libro de contenido doctrinal denso, en lo que cabe, y en el que, cuando menos, se registran, si bien no siempre pueden explicarse debidamente, las principales cuestiones idiomáticas”.

Dentro de la Orden ocupó los cargos de procurador en San Andrés y lector de Teología. Vertió alguna obra del italiano. Excelente latinista, hizo junto con Sempere el elogio De numis hebraeo Samaritnis de Bayen. Dejó varias obras manuscritas (Gramática general e introducción al estudio de todas las lenguas, Ortografía latina con los fundamentos de la griega, Caracteres de Teofastro), conservadas en un tomo del Archivo de la Universidad de Salamanca (manuscrito 92). Espino Gutiérrez reproduce dos discursos inéditos del padre Zamora.

 

Obras de ~: Gramática griega filosófica según el sistema del Brocense con las principales reglas en verso castellano, Salamanca, 1771, 1796.

 

Bibl.: G. Espino Gutiérrez, Contribución al estudio de la vida y obras del humanista R. P. fr. Bernardo A. Zamora, Salamanca, Manuel P. Criado, 1921; B. Velasco Bayón (OCarm.), “Zamora, Bernardo A. de”, en Q. Aldea Vaquero, J. Vives Gatell y T. Marín Martínez (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto Enrique Flórez, 1975, pág. 2801; El colegio mayor universitario de Carmelitas de Salamanca, Salamanca, Centro de Estudios Salmantinos-CSIC, 1978, págs. 73-75; Historia del Carmelo español, vol. III, Roma, Institutum Carmelitanum, 1990-1994, págs. 150-152.

 

Balbino Velasco Bayón, OCarm.

 

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