Canellada Llavona, María Josefa. Infiesto (Asturias), 12.XI.1913 – Madrid, 7.V.1995. Filóloga y escritora.
Pasó sus primeros años en Piloña (Asturias) y en Torazo (Cabranes, Asturias). Su familia se trasladó a Madrid, donde María Josefa Canellada estudió el bachillerato. Cursó la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Central. La Guerra Civil interrumpió sus estudios, que reanudó más tarde. Durante la Guerra Civil trabajó como enfermera, primero en el hospital de sangre de Madrid y después en Ocaña; de este trabajo queda testimonio en su obra de creación Penal de Ocaña. En 1942 hizo la licenciatura bajo la dirección de Dámaso Alonso. Completó su formación en la Universidad de Coimbra con Armando Lacerda en la disciplina de Fonética. De este período arranca su conocimiento de la lengua portuguesa y su trabajo Comportamientos tonales vocálicos en español y en portugués, en colaboración con Armando Lacerda. En 1943 se doctoró en Filología Románica con un trabajo pionero, El bable de Cabranes, el primer trabajo hecho en España sobre el asturiano, trabajo de obligada referencia por su profundidad y rigor.
Se formó con los grandes maestros que en la época de la República impartían clases en la Universidad Central, y en su andadura está presente la huella de la Institución Libre de Enseñanza. Perteneció a la escuela filológica de Ramón Menéndez Pidal, con quien colaboró estrechamente en los trabajos del Romancero y con quien estuvo en contacto hasta la muerte del maestro. Más tarde siguió colaborando en el Seminario Menéndez Pidal, también en las tareas del Romancero. En 1946 contrajo matrimonio con Alonso Zamora Vicente, con quien vivió toda su vida y colaboró estrechamente en el campo de la Filología. El matrimonio tuvo dos hijos. Los diversos destinos de Alonso Zamora fueron también los de María Josefa Canellada. Residió en Buenos Aires de 1948 a 1951. En estos años llevó a cabo varios estudios sobre métrica y fonética que publicó en la revista Filología de Buenos Aires: “Notas de métrica I y II” (1949 y 1950).
En 1952 el matrimonio fijó su residencia en Salamanca y María Josefa Canellada impartió clases de Provenzal en la Facultad de Filosofía y Letras y, años más tarde, clases de Fonética. En 1959-1960 viajaron a México y, en colaboración con Alonso Zamora redactó Vocales caducas en el español mexicano (1960). En 1960 la familia estaba instalada en Madrid. A partir de este año 1960 y hasta su muerte, María Josefa Canellada residió en Madrid, salvo algunos viajes a universidades extranjeras.
María Josefa Canellada enseñó en las universidades de Coimbra, Salamanca, Madrid, Copenhague, Buenos Aires y México, y colaboró con la Universidad de Nueva York en España en el Instituto de Cultura Hispánica. Para esta tarea con estudiantes extranjeros elaboró su Antología de textos fonéticos (1965). En 1980 fue elegida miembro de número de la Academia de la Llingua asturiana y en 1986 académica correspondiente de la Real Academia Española. En 1994 recibió de la Comunidad Autónoma la Medalla d’Asturies por sus trabajos sobre el asturiano. En 1996 el Concejo de Piloña le dedicó un homenaje y dio su nombre a una plaza. En 2002 la Comunidad Autónoma de Asturias le dedicó, in memoriam, la XXIII Semana de les Lletres Asturianes. Sus múltiples trabajos han aparecido en homenajes a sus maestros (Dámaso Alonso, Rafael Lapesa, García de Diego, Amado Alonso) y colegas y en las más prestigiosas revistas científicas, entre ellas: Revista de Filología Española, Revista de Dialectología y Tradiciones populares, Nueva Revista de Filología Hispánica de México, Filología, Anales de la Universidad de Chile, Revista Portuguesa de Filología (Lisboa), Revista de Filología Románica (Madrid), Boletín de la Real Academia Española, Lletres Asturianes (Oviedo), Archivum (Oviedo). Estas numerosas colaboraciones recogen sus trabajos de fonética, métrica, entonación, ritmo de la prosa y del verso, mientras que en Lletres Asturianes ha publicado, en especial, sus diversos artículos y sus opiniones sobre el asturiano.
Su visión totalizadora la llevó a la interdisciplinariedad de su trabajo, con lo que aunó varios campos de interés en una totalidad bien articulada, lo que explica títulos como “Asturianismos en Las famosas asturianas de Lope” (Lletres asturianes, I, 1982) La mayor parte de sus trabajos están dedicados a la Filología hispánica, con especial interés por la fonética, la entonación y la métrica. En la Fonética trabajó desde sus primeros años de estudiante universitaria colaborando en el Centro de Estudios Históricos, donde fue discípula de Tomás Navarro Tomás, hasta sus últimos años. Se ha ocupado del ritmo del verso y de la prosa: “Sobre el ritmo de la prosa enunciativa de Azorín” (1972), “Más sobre el ritmo de los versos españoles: pies” (1975), “Sobre el ritmo de los versos españoles” (1976). Dedicó muchos estudios a los problemas de la entonación, parcela descuidada tanto en el campo de la investigación como en el de la enseñanza del idioma; lo muestra en su “Carta abierta a Dámaso Alonso” (1978). Se ocupó de la entonación en castellano, en asturiano y en extremeño, y su opinión quedó en sus artículos “Notes de la entonación asturiana” (1984).
Una de las constantes preocupaciones de María Josefa Canellada fue la literatura popular de tradición oral; ha recogido los Cuentos populares asturianos (1978) y las Leyendas, cuentos y tradiciones de Asturias (1983), en los que mantiene con rigor la lengua de los informantes y recoge el rico imaginario de la cultura popular y vida tradicional asturianas o estudia la supervivencia de mitos y leyendas. Se la ha considerado como la gran conocedora del refranero popular. Sentó las bases para la definición del refrán en tres artículos de obligada consulta en el campo de la paremiología: “La hipótesis en los refranes del Marqués de Santillana” (1981), “Para una tipología del refrán” (1983) y “Sobre refranes españoles” (1997). Los tres artículos están recogidos en Refranes. 700 refranes españoles con sus correspondientes daneses, en colaboración con Berta Pallares (1997) y en Refranero español. Refranes, clasificación, significación y uso, también con Berta Pallares (2001). Su profundo conocimiento de las tareas lexicográficas lo puso de manifiesto cuando fue elegida redactora principal del Diccionario Manual e Ilustrado de la Lengua Española (Madrid, Espasa Calpe, 1983, 3.ª edición revisada). María Josefa Canellada fue también colaboradora del Diccionario de Literatura Española (Madrid, Revista de Occidente, 1974, 3.ª edición).
Su extensa obra puede agruparse en dos bloques principales: estudios y trabajos científicos de orientación lingüística y crítica, que incluye la edición de textos clásicos, y obra de creación en prosa y en verso, escrita en castellano y en asturiano. Toda su andadura se encuadra dentro del humanismo cristiano que se pone de manifiesto en su hacer de cada día y, sobre todo, en su obra de creación desde la primera obra, su novela Penal de Ocaña (1954; edición definitiva, 1985) hasta la última, Malia, Mariantia y yo (Memorias) de 1990. Fue asesora para la fonética en la Obra musical completa de Juan del Encina (Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1981), y se ocupó de la edición de numerosos textos clásicos: Tirso de Molina, Comedias (El amor médico y Averígüelo Vargas) (1947), con Alonso Zamora; Antonio de Torquemada, Manual de escribientes, con Alonso Zamora (1970); Lucas Fernández, Farsas y Églogas (1976) y Refranero del Marqués de Santillana (1980). Ha traducido del portugués a Miguel Torga, Bichos (1946) y a Gilberto Freyre, Más allá de lo moderno (1977). Dentro del bloque de trabajos lingüísticos hay que recordar su preocupación por el lenguaje infantil y, en consecuencia, por los niños; así, escribe “Sobre el lenguaje infantil” (1968-1969) y La verdadera historia de Montesín (1972), historia de dos niños, Alonso y Juan Zamora Canellada, que cuidan de un cabritín abandonado (Montesín del Monte), durante unas vacaciones de verano en El Escorial; es una historia poética y llena del lirismo que atraviesa toda la obra de creación de la autora. Montesín (1980) es el primer relato de literatura infantil en asturiano y El pastorín (1982), en castellano. En el bloque de su obra de creación ocupa un lugar señero Penal de Ocaña, en el que, desde su experiencia personal como enfermera durante la Guerra Civil española, ve la brutalidad y el sinsentido de la guerra. Queda bien claro el fondo existencialista del relato. La novela fue finalista en 1954 del premio Café Gijón, y la censura prohibió su publicación; la edición definitiva es de 1985. El tiempo de la novela abarca desde el 2 de octubre de 1936 hasta el 2 de octubre de 1937. El epílogo es del 30 de noviembre de 1937.
Obras de ~: El bable de Cabranes, Madrid, S. Aguirre impresor, 1944 (Revista de Filología Española, Anejo XXXI); con A. de Lacerda, Comportamientos tonales vocálicos en español y portugués, Madrid, S. Aguirre impresor, 1945 (Revista de Filología Española, Anejo XXXII); con M. Torga, Bichos, Madrid, Ínsula, 1946; Tirso de Molina, Comedias, vol. II, pról. y notas de ~ y A. Zamora Vicente, Madrid, Espasa Calpe, 1947; con D. Alonso y A. Zamora, “Vocales andaluzas (Contribución al estudio de la fonología peninsular)”, en Nueva Revista de Filología Hispánica (NRFH), IV (1950), págs. 209-230; Penal de Ocaña, Madrid, Bullón, 1965; “Vocales caducas en español mexicano”, en NRFH, XIV (1960), págs. 221-241; Antología de textos fonéticos, Madrid, Gredos, 1965; A. Torquemada, Manual de escribientes, ed. de ~ y A. Zamora Vicente, Madrid, Real Academia Española, 1970; “Sobre el ritmo de la prosa enunciativa en Azorín”, en Boletín de la Real Academia Española, LII (1972), págs. 45-77; “Más sobre el ritmo de los versos españoles: pies”, en Archivum, XXV (1975), págs. 131-134; L. Fernández, Farsas y Églogas, ed. de ~, Madrid, Castalia, 1976; “Sobre el ritmo de los versos españoles”, en Revista de Dialectología y Tradiciones populares, XXXII (1976); G. Freyre, Más allá de lo moderno, trad. de ~, Madrid, Espasa Calpe, 1977; Cuentos populares asturianos, Salinas, Ayalga, 1978; Refranero del Marqués de Santillana, Madrid, Magisterio, 1980; Montesín, Salinas, Ayalga, 1980; El pastorín, Madrid, 1982; Leyendas, cuentos y tradiciones, Salinas, Ayalga, 1983; “Notes de la entonación asturiana”, en Lletres Asturianes, 10 (1984), págs. 23-26; con J. Kuhlmann Madsen, Pronunciación del español. Lengua hablada y literaria, Madrid, Castalia, 1987; “Sobre el acento español”, en VV. AA., Homenaje a Alonso Zamora Vicente, vol. I, Madrid, Castalia, 1988, págs. 369-371; “Observaciones sobre la traducción en asturiano”, en Lletres Asturianes, 28 (1988), págs. 23-29; “Sobre vocales asturianas”, en Lletres Asturianes, 31 (1988), págs. 57-60; Malia, Mariantia y yo (Memorias), Uviéu, Alvizares Llibros, 1990; con B. Pallares, Refranes. 700 refranes españoles con sus correspondientes daneses, Copenhaguen, University of Copenhaguen-Museum Tusculanum Press, 1997; Refranero español. Refranes, clasificación y uso, Madrid, Castalia, 2001.
Bibl.: B. Pallares, P. Peira y J. Sánchez Lobato (eds.), Sin fronteras. Homenaje a María Josefa Canellada, Madrid, Editorial Complutense, 1994; X. C. Busto (coord.), María Josefa Canellada (1913-1995), Oviedo, Conseyería d’Educación y Cultura, 2002 (bibl., págs. 33-38).
María Berta Pallares Garzón