Bisquert Nandes, Antonio. ?, c. 1596 – Teruel, 10.XI.1646. Pintor.
Pintor de segunda fila, un tanto desmañado y deudor de las estampas a la hora de elaborar sus obras, la figura de Antonio Bisquert se perfila como una de las más conocidas en el marco de la pintura barroca aragonesa del siglo XVII.
Su biografía ha permanecido desdibujada hasta hace pocos años, y aún son muchos los vacíos que quedan por cubrir. La primera gran duda sobre la figura del pintor hace referencia a su lugar y fecha de nacimiento, aún sin documentar. Los especialistas barajan un marco cronológico comprendido entre 1590 y 1596, aunque la fecha de 1596 parece perfilarse como la más fiable.
Tampoco está claro su origen, aunque es muy posible que proceda de alguna población valenciana a tenor de su acta matrimonial con Francisca Arcauz el 15 de junio de 1631, en la que se señala que era hijo de padres valencianos —también se desconoce el nombre de sus progenitores—.
La primera constancia documental que se tiene del artista corresponde a los años 1616-1617, fecha en la que ingresa como maestro independiente en el Colegio de Pintores de Valencia. El desarrollo de su estilo quedará marcado por las corrientes naturalistas de la pintura valenciana, con Francisco Ribalta (1565- 1628) y sus seguidores, los llamados “ribaltescos”, a la cabeza. También se apreciarán en su producción ecos del realismo de Juan de Sariñena (1545-1619) y el idealismo rafaelesco de Juan de Juanes (fallecido en 1579), fundamental para conocer el desarrollo de la pintura valenciana del siglo XVI.
Ponz fecha en 1620 la llegada de Bisquert a Teruel, aunque hasta 1628 no se tiene ninguna constancia documental de su presencia en la ciudad aragonesa. Es precisamente en 1628 cuando recibe su primer encargo conocido: el desaparecido cuadro de Las Once Mil Vírgenes con Santa Rosa y Santa Teresa para la iglesia parroquial de Manzanera (Teruel). Ese mismo año recibió el encargo de las pinturas para el retablo de la capilla de las Once Mil Vírgenes de la catedral turolense, constituido por seis lienzos entre los que se encontraba una réplica, ésta conservada, del cuadro de Manzanera. El retablo fue trasladado al coro de la catedral, donde sufrió graves daños durante la Guerra Civil española.
A partir de entonces, su producción se centrará fundamentalmente en la ciudad aragonesa. Entre 1628 y 1631 vienen fechando los especialistas el cuadro de Santa Teresa escritora del Museo Diocesano, pintado originalmente para la capilla de Santa Catalina de la iglesia de San Martín de Teruel. También por estas fechas se datan la Sagrada Familia con Santa Ana y San Juanito y la Sagrada Familia en el taller de San José del convento de Carmelitas Descalzas de Teruel, en las que se aprecian ecos del estilo de Juan de Juanes.
Su matrimonio en 1631 demuestra la consolidación de su taller, al que llegarían poco después los grandes encargos; efectivamente, un año después (1632), firma una comanda de préstamo con Faustino Cortés, vizconde de Torresecas, que los especialistas identifican como un adelanto para las pinturas del Ciclo de la Vida de San Lorenzo de la sacristía de la basílica del santo en Huesca, recientemente restituidas a Bisquert.
Se trata de uno de los conjuntos más importantes de la pintura aragonesa, atribuido tradicionalmente a Jusepe Martínez (1600-1682), el pintor más importante de Aragón y célebre autor de los Discursos Practicables, publicados en 1866 por Valentín Carderera. El conjunto representa diversos pasajes de la vida de san Lorenzo a través de doce lienzos de grandes dimensiones distribuidos alrededor de los muros de la sacristía. Fueron ejecutados en Teruel entre 1632 y 1633, aunque no fueron ubicados en la sacristía hasta 1655.
Por estas mismas fechas, recibió el segundo de los grandes encargos, el Ciclo de la vida y martirio de San Vicente conservados hoy en la iglesia de San Gil Abad de Zaragoza, desconociéndose su ubicación original. Como en el caso anterior, el conjunto, formado por ocho grandes cuadros, ha sido tradicionalmente atribuido a Jusepe Martínez pese a que el lienzo que representa la Muerte de San Vicente aparece firmado por el artista.
La década de 1630 se caracteriza por la plena actividad del taller, al que llegan numerosos encargos, como el aderezo del retablo mayor del convento de la Trinidad por fray Gabriel Martín (30 de marzo de 1632). Son también años de plenitud familiar, colmada con el nacimiento de sus hijos: María Irene, nacida en 1632; Marco Antonio, en 1633; Juan Bautista Gregorio, nacido en 1635; y Josefa Beatriz, en 1638.
Se documentan nuevos encargos en 1636, fecha en la que realiza una serie de pinturas para el altar de la capilla de Santa Cruz en la iglesia turolense de Santiago bajo el patrocinio de Luisa Rubio Veintimilla. El conjunto se perdió durante la Guerra Civil, aunque se conserva una fotografía del cuadro que representaba El Descendimiento, inspirado tal y como señaló Angulo Íñiguez en una estampa de Annibale Carracci sobre composición de Correggio.
En 1639 se data el pequeño Retablo de San Agustín del Museo Diocesano de Teruel, realizado en origen para la sacristía de la iglesia turolense de San Martín. A partir de entonces se produce un vacío documental que se prolonga hasta 1646, fecha que aparece en el cuadro de San Joaquín con la Virgen niña de la iglesia de San Pedro de Teruel. Murió en Teruel ese mismo año, el 10 de noviembre de 1646, a la edad de cincuenta años, y fue enterrado en la capilla de Santa Catalina en la iglesia de San Martín.
Sus biógrafos recogen la leyenda que narra cómo Antonio Bisquert murió de pena al no poder realizar el lienzo de la Adoración de los Magos para la capilla de los Santos Reyes de la catedral de Teruel, que finalmente fue realizado por el pintor Francisco Jiménez Maza (1588-1670).
Obras de ~: Santa Úrsula y las once mil vírgenes, catedral de Teruel, 1628; Santa Teresa de Jesús, Teruel, Museo Diocesano, c. 1628-1631; Sagrada Familia, colección particular, c. 1628-1631; Historia de San Vicente, Zaragoza, iglesia de San Gil Abad, c. 1630-1631; Retrato de Faustino Cortés y Sangüesa, Huesca, basílica de San Lorenzo, 1633; Retablo de San Agustín, Teruel, Museo Diocesano, 1639; Buen Pastor, Teruel, iglesia del Salvador, c. 1630-1639.
Bibl.: A. Ponz, Viaje de España, t. XIII, Madrid, 1788; V. Carderera y Solano, “Noticias de Jusepe Martínez. Reseña Histórica de la pintura en la Corona de Aragón”, pról. a Iusepe Martínez, Discursos Practicables del nobilísimo Arte de la Pintura, Madrid, Real Academia de San Fernando, 1866; Barón de Alcahalí, Diccionario Biográfico de artistas valencianos, Valencia, Imprenta de Federico Domenech, 1897; J. Cabré y Aguiló, Catálogo artístico-monumental de la provincia de Teruel, vol. IV, 1909-1910; J. Rubio, “El pintor Antonio Bisquert”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones (Madrid), t. XXVI (3.er trimestre, 1918), págs. 205-210; R. Arco y Garay, Figuras Aragonesas, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1956; S. Sebastián, “El pintor Bisquert (nota de arte turolense)”, en Teruel (Teruel, Instituto de Estudios Turolenses), n.º 35 (1966), pág. 165; S. Aldana Fernández, Guía abreviada de artistas valencianos, Valencia, Ayuntamiento, 1970; D. Angulo Íñiguez, “Pintura del siglo XVII”, en Ars Hispanie, vol. XV, Madrid, Plus Ultra, 1971; C. Esteras Martín, “Documentos inéditos de artistas de Teruel en los siglos XVI, XVII, XVIII”, en Teruel, n.os 55- 56 (1976), págs. 157-158; J. Camón Aznar, “La pintura española del siglo XVII”, en Summa Artis, vol. XXV, Madrid, Espasa Calpe, 1977; J. L. Morales y Marín, La pintura aragonesa del siglo XVII, Zaragoza, Guara Editorial, 1980; M.ª J. Pérez Hernández, “Una obra y un autor: Santa Teresa escritora y Antonio Bisquert”, en Teruel, n.º 74 (1985), págs. 88-141; F. Benito Domenech, Los Ribalta y la pintura valenciana de su tiempo, Madrid, Museo del Prado, 1987; A. Beltrán, Leyendas Aragonesas, Zaragoza, 1990; C. Buil Guallar y J. C. Lozano López, “Antonio Bisquert, autor de dos ciclos pictóricos atribuidos a Jusepe Martínez”, en Boletín del Museo e Instituto de Humanidades Camón Aznar (Zaragoza, Ibercaja), XLI, (1990), págs. 75-85; C. Buil Guallar y J. C. Lozano López, “Comentario a dos lienzos de la Iglesia de San Gil Abad de Zaragoza”, en M.ª M. Agudo Romeo, et al., El Espejo de Nuestra Historia [...], Zaragoza, Arzobispado y Ayuntamiento, 1991, págs. 124-127; A. E. Pérez Sánchez, “La pintura del siglo XVII en el Alto Aragón”, en Signos. Arte y Cultura en Huesca. De Forment a Lastanosa. Siglos XVI-XVII, Huesca, Gobierno de Aragón y Diputación de Huesca, 1994; Museo Diocesano de Teruel, El pintor Antonio Bisquert. 1596-1646, catálogo de exposición, Teruel, Museo Diocesano, 1995; A. E. Pérez Sánchez, Pintura Barroca en España. 1600-1750, Madrid, Cátedra, 1996; M.ª J. Pallarés Ferrer, La pintura en Huesca durante el siglo XVII, Huesca, Instituto de Estudios Aragoneses, 2001 (Col. de Estudios Argonenses, n.º 46), págs. 157-160.
Ángel Rodríguez Rebollo
