Mascareñas, Leonor de. Almada (Portugal), 24.X.1503 – Madrid, 20.XII.1584. Aya de Felipe II y del príncipe Carlos.
La hija de Fernao Martins de Almada, hijo de Vasco de Almada, mayordomo mayor del infante Fernando, y de Isabel Pinheira, al morir sus padres, fue recibida por el rey Manuel I, junto a su hermana Beatriz de Mascareñas, futura condesa de Crescentín, como dama de su mujer, la reina María, hija de los Reyes Católicos. Tras la muerte de ésta, el 7 de marzo de 1517, fue asentada en el servicio de sus hijas, las infantas Isabel y Beatriz de Avís.
Algunos autores la identifican con otra dama del mismo nombre celebrada en el Cancionero General de Resende o señalan la existencia, durante sus últimos años en la Corte portuguesa, de un romance de juventud con Ignacio de Loyola, bien cuando éste servía como paje del contador Juan de Velázquez o cuando fue a Portugal con el séquito que acompañó a la Corte portuguesa a la reina Leonor, hermana del futuro emperador Carlos V. Ambas noticias se encuentran alejadas de la realidad.
Cuando se concertó el matrimonio entre la princesa Isabel de Avís y el rey Carlos, Juan III de Portugal la asentó como dama de la casa que acompañaría a su hermana en la Corte castellana. Ejerció este cargo de manera destacada hasta el fallecimiento de la emperatriz Isabel, a finales de junio de 1539. En marzo de 1529 sustituyó, aunque sin título, a Inés Manrique, que fue dama de la reina Isabel la Católica y viuda del adelantado de Castilla, como aya del príncipe Felipe.
Permaneció al lado del joven príncipe hasta 1535, cuando se le formó casa y se le separó del séquito femenino, continuando como dama en la casa de la Emperatriz. Al igual que Inés Manrique, durante su juventud realizó voto de castidad. Por albalá del 4 de junio de 1539, fue nombrada dama de las infantas María y Juana, haciendo, durante las ausencias de Guiomar de Melo, las veces de camarera mayor en dicha casa. Su brillante carrera al servicio de las diferentes casas reales concluyó con su nombramiento, el 1 de septiembre de 1545, como aya del infante Carlos, con 100.000 maravedís de quitación, la ración de su mantenimiento cada día, y 48.000 maravedís para sus mozos y mulas. El príncipe Felipe expresaría cómo “mi hijo queda sin madre, vos lo habéis de ser suya, porque de ninguna otra le fiaré como quien tiene tan larga experiencia de lo bien que sabéis hacer este oficio”. Durante el desempeño de este cargo disfrutó de una gran independencia de criterio en torno a la formación del joven príncipe. Cuando se le puso casa al príncipe Carlos, cejó en sus cometidos como aya.
Durante toda su vida Leonor de Mascareñas destacó por su piedad, virtud, rigor y santidad. Consideró, tras dejar la Casa Real, ingresar en un convento, pero Felipe II le recomendaría como mejor opción la fundación de uno. De este modo, fundó, con religiosas de las Gordillas de Ávila, el convento de Nuestra Señora de los Ángeles en Madrid, cuya obra se concluyó a finales de 1563, y que fue siempre muy favorecido por toda la Familia Real. Mantuvo amistad durante su vida con san Ignacio de Loyola y con santa Teresa de Jesús. Falleció en Madrid, el 20 de diciembre de 1584. Pocos meses antes, el 9 de mayo, otorgó testamento cerrado ante Juan Gutiérrez, escribano real.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Casas y Sitios Reales, leg. 31, fols. 61, 162, 481, 531, 593, 978 y 1004; leg. 62, fols. 99, 146, 201, 577, 622 y 674; leg. 63, fols. 49, 97, 139 y 458; leg. 114, fols. 21-25; Fondo Consejo de Estado, Secretaría de Estado, leg. 45, n.º 284; Archivo Histórico de Protocolos, Madrid, Protocolo 579, fols. 2185-2195.
F. J. Sánchez Cantón, “Doña Leonor de Mascarenhas y Fray Juan de la Miseria”, y J. M.ª March, “El aya del Rey Don Felipe II y del Príncipe Don Carlos, Doña Leonor de Mascareñas”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, 26 y 46 (1918 y 1942), págs. 104-115 y 179-182 y págs. 201- 219, respect.; “Un grave riesgo corrido por Felipe II siendo su aya doña Leonor Mascareñas”, en Correo Erudito, año III, 22 (1943), págs. 100-101; S. J. da C. Lima, “Ao redor de um retrato”, en Brotéria, 37 (1943), págs. 511-518; J. M.ª March, El aya del rey D. Felipe II y del príncipe D. Carlos, D.ª Leonor Mascareñas. Su vida y obras virtuosas. Relación de una religiosa su contemporánea, Madrid, Gráficas Onofre Alonso, 1943; C. E. Mascareñas, “Sobre doña Leonor de Mascareñas, aya de don Felipe II y del Príncipe don Carlos”, en Hispania, 7 (1947), págs. 3-23; A. de J. Marqués, “Dona Leonor de Mascarenhas, a Aia portuguesa de Filipe II”, en VV. AA., Actas del V Colóquio Internacional de Estudos Luso-Brasileiros, vol. II, Coimbra, 1964, págs. 445-468; G. de Andrés Martínez, “Leonor Mascareñas, aya de Felipe II y fundadora del convento de los Ángeles en Madrid”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, vol. XXXIV (1994), págs. 355-367; J. L. Gonzalo Sánchez-Molero, El aprendizaje cortesano de Felipe II, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1999, págs. 48-49.
Félix Labrador Arroyo