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Antonio Martínez y Martínez

Biografía

Martínez y Martínez, Antonio. Ajamil (La Rioja), 13.I.1770 – ?, c. 1854. Ministro de Hacienda.

Bautizado con el nombre de Manuel Antonio, fue contador general en el Consejo Supremo de Hacienda.

Culminó su carrera política al ocupar el Ministerio de Hacienda con Cea Bermúdez.

Era el mayor de los cinco hijos del matrimonio formado por Manuel Martínez Ulibarría y Josefa Manuela Martínez Pastor y Lozano. Su padre, bautizado en Ajamil el 19 de febrero de 1734, había protestado en 1766 su elección en dicha villa de regidor por el estado general, consiguiendo en 1775 ser nombrado regidor noble. Previamente, en 1770, había sido nombrado mayordomo de Nuestra Señora, y en 1784 fue designado procurador síndico. Por su parte, la madre de Antonio Martínez nació en Ajamil el 11 de marzo de 1731. Allí contrajeron matrimonio el 23 de mayo de 1761.

Por el lado paterno, Antonio era sobrino de Antonio Martínez Ulibarría, hacendado en Ajamil y vecino de Madrid, oficial de la Tesorería General de Su Majestad. Es más que probable que éste utilizase sus influencias en la Corte para hacer ingresar a su sobrino en la función pública. Era también de Ajamil, donde fue bautizado el 20 de septiembre de 1742.

Antonio Martínez obtuvo el reconocimiento a su hidalguía por la Chancillería de Valladolid. De este modo, en 1802 ingresó en el solar de Valdeosera junto a su tío Antonio Martínez Ulibarría, en virtud de Real Carta Ejecutoria dada en Valladolid en 26 de junio de 1801. Concretamente, fueron inscritos en los becerros el 1 de mayo de 1802, perteneciendo ambos caballeros a la divisa Regajal.

En el mismo año de 1802 fue designado individuo del Real Cuerpo de Caballeros Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid y en 1817 sería designado alcalde noble de su villa natal, Ajamil.

Fue funcionario, contador de la Dirección del Crédito Público y desde 1815, intendente honorario de provincia. En 1819 ocupó este mismo puesto con carácter efectivo.

Nombrado tesorero general de la Nación en 1822 y consejero de Hacienda. Ese mismo año, durante el Trienio Liberal, siendo ministro de Estado Evaristo Fernández San Miguel, llegó a desempeñar interinamente el cargo de ministro de Hacienda los días 5 y 6 de agosto. Dimitió del cargo alegando sus continuas indisposiciones, siendo sustituido por Mariano Egea.

Nombrado caballero de la Orden de Carlos III en 1830, se observa en su expediente el desempeño de los cargos de consejero de Su Majestad en el Tribunal Supremo de Hacienda y el de contador general de distribución.

Alcanzó la cartera de ministro de Hacienda, sustituyendo a Victoriano Encima y Piedra. Primero ocupó el cargo entre el 25 de marzo y el 29 de septiembre de 1833, momento coincidente con una etapa de gobierno moderado de Fernando VII y el fallecimiento de este Monarca. El jefe del ejecutivo era Francisco Cea Bermúdez, quien se había hecho rodear, desde que subiera al poder el 1 de octubre de 1832, de ministros absolutistas moderados. Así, junto a Antonio Martínez, aparecen en este gabinete José de la Cruz Fernández, como ministro de Marina y Guerra; Narciso Heredia y Begines de los Ríos, conde de Ofalia, como ministro de Fomento General del reino; y Juan Gualberto González-Bravo y Delgado, como ministro de Gracia y Justicia.

En septiembre de 1833, a la muerte de Fernando VII, la regente María Cristina confirmó el gabinete de Cea Bermúdez. Había adoptado Cea una política que quería ser equidistante tanto del absolutismo puro como de los liberales, que pretendían que se abriese un proceso de reforma política para estructurar una Monarquía constitucional; y ahora se proponía continuar esta política, dando entrada en el gobierno a personalidades de tinte reformista, como Francisco Javier de Burgos y Olmo. Éste sustituyó a Antonio Martínez, quien, coincidiendo con el primer ministerio de la regente, ocupó su cargo entre el 29 de septiembre y el 27 de diciembre de 1833, momento en que interinamente accedió Javier de Burgos, que desde el 21 de octubre venía desempeñando el cargo de ministro de Fomento. Fue Burgos quien realizó, como ministro de Fomento, la división provincial de España, reforma que creó un hecho geográfico de considerable importancia y en cuyo proyecto subyacía la idea de las provincias como estructuras territoriales, que no políticas o históricas. El gobierno de Cea Bermúdez estuvo dirigido a captar con su política de reformas administrativas el apoyo de los liberales, la única fuerza capaz de consolidar el trono de Isabel II frente a las pretensiones del carlismo. También compartió Antonio Martínez consejo de ministros con Antonio Remón Zarco del Valle, otro ministro de corte reformista, quien sustituyó a José de la Cruz el 16 de noviembre para llevar interinamente las carteras de Marina y de Guerra.

En enero de 1834, la regente, persuadida de que el programa del Gobierno era insuficiente para ganar a los liberales a la causa isabelina, optó por destituir a Cea, confiando la presidencia del Consejo de Ministros al liberal moderado Martínez de la Rosa, y publicando al poco, en abril de 1834, el Estatuto Real que abriría el paso a la Monarquía constitucional. Cea emigró a Francia, desde donde fue uno de los valedores de María Cristina durante la regencia de Espartero (1840-1843).

Antonio Martínez fue miembro del Estamento de Próceres del Reino entre 1834 y 1836, según lo establecido por el Estatuto Real. El 23 de junio de 1834 Martínez recibió la comunicación de que Su Majestad la Reina Gobernadora le había nombrado para tan honroso puesto. La importancia de haber sido ministro de un Tribunal Supremo, secretario de Estado y del Despacho de Hacienda y en ese momento decano de la Sección del Despacho de Hacienda en el Consejo Real de España e Indias, le habían hecho merecedor de ser elevado a tan alta dignidad.

Años más tarde, por Real Decreto de 25 de agosto de 1845, la Reina nombró a Antonio Martínez senador vitalicio del reino. El 25 de noviembre de dicho año, Pedro José Pidal, ministro de Gobernación, trasladó al presidente del Senado el Real Decreto con el nombramiento. Antonio Martínez prestó juramento y tomó asiento en el Senado el 17 de diciembre.

El 12 de diciembre de 1845, para que se pudiese comprobar la categoría por la que procedía su nombramiento como senador del reino, Antonio Martínez había presentado copias autorizadas de los Reales Decretos por los que se le había conferido el destino de secretario de Estado y del Despacho de Hacienda; y para acreditar la renta que gozaba, incluyó el oficio original de su clasificación de decano jubilado de la Sección de Hacienda del Supremo Consejo Real, empleo que sirvió posteriormente.

Martínez fue senador en los períodos 1845-1846, 1846-1847, 1848, 1849-1850, 1850-1851, 1852, 1853 (1.ª) y 1853 (2.ª).

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, Exps. personales, HIS-0270-03; Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, exp. de hidalguía de Antonio Martínez Ulibarría y su sobrino Antonio Martínez, año 1801; Archivo Histórico Nacional, exp. n.º 2017 de la Orden de Carlos III, año 1830; Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 104 n.os 82 y 85.

R. J. Maldonado y Cocat, Hidalguías Riojanas. El solar de Valdeosera, Madrid, Wilsen, 1949, pág. 205; A. Rull, Diccionario sucinto de ministros de Hacienda (siglos XIX y XX), Madrid, Instituto de Estudios Fiscales, 1991; A. Gil Novales, Diccionario biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Ediciones el Museo Universal, 1991, pág. 413; M. Artola (dir.), Enciclopedia de Historia de España (Diccionario biográfico), vol. IV, Madrid, Alianza Editorial, 1991, pág. 212; J. R. Urquijo Goitia, Gobiernos y ministros españoles (1808-2000), Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2001, págs. 31, 35-36 y 257; J. L. Sampedro, y F. de Alós, Ministros de Hacienda, de 1700 a 2004: tres siglos de historia, Madrid, Ministerio de Hacienda, 2003; R. Calvo y C. Redondo, Hijos Ilustres del Camero Viejo, Logroño, Asociación para la Recuperación Cultural y del Entorno de Soto en Cameros (ARCES), 2005, págs. 38- 39; E. Reinares Martínez, García Herreros “El Numantino”: emigrantes, judíos, clérigos y otras vidas riojanas insólitas en la revolución liberal, Logroño, Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de La Rioja, 2006, págs. 45-46; http:// www.fuenterrebollo.com/faqs-numismatica/isabel2.html.

 

Roberto Calvo Torre

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