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Enrique Marzo Balaguer

Biografía

Marzo Balaguer, Enrique. Madrid, 23.XI.1865 – 1947. Militar.

Hijo de un oficial, músico mayor del Ejército, tras aprender las primeras letras en un colegio particular de su ciudad natal, ingresó en 1883 en la Academia General Militar. Como teniente de Infantería, participó en la campaña de Melilla de 1890 y la etapa final de la de Cuba.

Iniciada la Guerra de Marruecos, intervino activamente en ella, ascendiendo siempre por méritos “contraídos en campaña” desde el grado de capitán hasta el de coronel. Unido estrechamente a Dámaso Berenguer, éste le reclamó tras el desastre de Annual (25 de julio de 1921) para que, desde Tetuán —zona cuya jefatura militar ostentaba—, se trasladase a la Comandancia de Melilla y colaborase con él en el restablecimiento de la dramática situación provocada por aquel acontecimiento. Misión llevada a cabo con éxito, especialmente, con la ocupación, en la Yebala, de Tazarut, capital del célebre cabecilla El Raisuni (12 de abril de 1922). Elevado a general de división a raíz de tal acción, se le encomendó la comandancia general de Melilla en un bienio crítico (1922-1924). En 1927, ascendido a teniente general se haría cargo de la Capitanía General de Baleares.

A causa de la invencible resistencia que, una vez elegido por Alfonso XIII para sustituir al dictador Primo de Rivera (30 de enero de 1930), Berenguer encontrara en las viejas formaciones monárquicas para encargar a uno de sus miembros el Ministerio clave de la Gobernación, el conde de Xauen acudió a él a fin de responsabilizarlo de dicha cartera. Moderado y prudente en el ejercicio de su mando —en el que estuvo auxiliado muy eficazmente por su subsecretario, Montes de Jovellar, dedicado realmente de la dirección política del Ministerio—, la áspera campaña desatada contra el gabinete desde todos los cuadrantes conservadores por motivos contrapuestos terminó por agotar sus escasas ganas de permanecer en el puesto, por lo que, después de reiteradas peticiones de cese, presentó en noviembre de 1930 su dimisión irrevocable, siendo sustituido por Leopoldo Matos. Justamente al último ocupante del Ministerio de la Gobernación durante el reinado alfonsino, el marqués de Hoyos, se debe quizá el juicio más penetrante y ponderado de la actuación y significado de Marzo al frente de dicha cartera: “El General Marzo no era más que militar liberal, que, por serlo, estimaba que el sistema dictatorial no era recomendable, pero no había nunca intervenido en política activa.

Fue a Gobernación porque el General Berenguer lo designó para el puesto y S. M. aprobó la designación.

No había pensado jamás en desempeñar semejante cargo. Su única preocupación en el Ministerio era la de conservar el orden con arreglo a justicia y celebrar cuanto antes, sin dilaciones, las elecciones a Cortes; nada le importaban las aspiraciones ni los pensamientos de los políticos ajenos al Gobierno; el Ministerio de la Gobernación era para ellos, por consiguiente, un recinto herméticamente cerrado; no tenían medios de influir en el ánimo del titular para modificar los propósitos aprobados por el Gobierno; con Marzo en Gobernación no había caso de disertar siquiera sobre ello. Era inútil intentar que atendiera el Ministro ni a cantos de sirena, ni a lágrimas de cocodrilo, con que podrían intentar inducirle a pensar que convenía un rumbo distinto al acordado. Visto que ara inabordable directamente se esparcieron sobre él comentarios, observaciones críticas, etc. Los llamados a decidir no percibieron que cualquier error que cometiera estaba más que compensado por la seguridad de que el Ministerio de la Gobernación era recinto impenetrable para quienes querían primero influir en la marcha del Gobierno, y después apoderarse de él” (Mi testimonio, Madrid, 1962: 33).

 

Bibl.: Marqués de Hoyos, Mi testimonio, Madrid, Afrodisio Aguado, 1962; D. Berenguer, De la Dictadura a la República, Madrid, Tebas, 1976; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; C. Seco Serrano, La España de Alfonso XIII. El Estado. La Política. Los movimientos sociales, Madrid, Espasa Calpe, 2002.

 

José Manuel Cuenca Toribio

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