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Diego Prudencio de Franco de Villalba

Biografía

Franco de Villalba, Diego Prudencio. Belmonte de Gracián (Zaragoza), 1672 – Zaragoza, 4.I.1749. Jurista, corregidor de Zaragoza y oidor de la Audiencia de Aragón.

Hijo de Miguel Franco, notario real de Belmonte, y de María de Villalba, ambos pertenecientes a familias de la pequeña nobleza. Sus hermanos también continuaron con la tradición familiar y así Miguel Franco de Villalba fue catedrático en la Universidad de Huesca de Digesto Viejo y de Sexto y en 1675 de Vísperas de Cánones, en tanto que Antonio Franco de Villalba heredó la notaría paterna. Casó primeramente con Josefa Villanueva y Labiano y en 1702 con Margarita Serra y Conde, hija del jurista Esteban Serra, tuvo dos hijos en cada uno de sus matrimonios pero sólo le sobrevivió la menor, M.ª Ana Franco y Serra.

Estudió en la Universidad de Huesca, donde fue alumno de José Mallériz del Villar, licenciándose el 15 de febrero de 1691 y recibiendo posteriormente el grado de doctor en Derecho Civil y Canónico. Terminada su formación ingresó, el 19 de mayo de 1694, en el Colegio de Abogados de Zaragoza desempeñando esta labor tanto en el ámbito privado como en el público.

Fue abogado ordinario de Zaragoza y de la Real Junta del Tesoro de la Diputación del reino, lo que le obligaba a su personación en juicio para la defensa de estas instituciones y a la emisión de informes en cuantas cuestiones de especial relevancia se le solicitaran.

Con la llegada de la nueva dinastía borbónica su carrera dio un importante salto de calidad, desempeñando sucesivamente cargos de mayor entidad en la ciudad de Zaragoza, algunos propios de la villa pero otros con repercusión para todo el reino de Aragón.

Fue corregidor interino de Zaragoza, lugarteniente del gobernador político y ministro del crimen, auditor general de Guerra en la Capitanía General de Aragón y diputado del reino. En 1722 alcanzó el techo de su carrera administrativa al ser nombrado oidor de la Real Audiencia de Aragón e individuo honorario del Consejo de Hacienda.

Tras enviudar por segunda vez se ordenó sacerdote en febrero de 1731 y pasó a desempeñar el cargo de secretario del arzobispo Tomás Crespo de Agüero y dejó de lado su vida pública anterior llevando una existencia más reposada, dedicada a cuestiones intelectuales.

Fue elegido académico de la Real Académica Jurídico-Práctica de Zaragoza y administrador honorario del Real Consejo del Patrimonio Supremo.

También se dedicó a labores sociales que le valieron el nombramiento de protector y bienhechor de las Escuelas Pías de Zaragoza, en cuya fundación en 1732 colaboró. A su muerte, en 1749, fue sepultado en su parroquia de Santa Cruz, en la capilla antigua de San Miguel, propiedad de su familia.

Tan amplia vida laboral se refleja en la variada obra escrita que desarrolló a lo largo de su vida, donde, junto a las obras jurídicas, se encuentran otras fruto de su labor administrativa o personal. Son obras biográficas, históricas y políticas fruto de la labor de un hombre de amplia y variada cultura. Aunque su principal obra jurídica Fororum et Observantiarum salió tras la abolición de los fueros, puede considerársele como el último forista. El Fororum et Observantiarum es un complicado y farragoso texto, donde los distintos materiales del Derecho aragonés se relacionan y comparan con el Derecho castellano, el romano y el canónico, acompañados de numerosas citas de autores de países y épocas distintas.

 

Obras de ~: In processu Josephi Puertolas [...] en respuesta de la alegación que se ha escrito por parte del Real Monasterio de San Juan de la Peña, y de Fray Benito López, Zaragoza, 1705; Crisis legal, que manifiesta la conveniente noticia de los fueros y modos judiciarios de proceder usados en Aragón, Zaragoza, 1710; Compendio de las Reales Cedulas, Cartas y Provisiones, dirigidas a la Ciudad de Zaragoza, desde el año de 1707 hasta el de 1713, en que se recogen y compilan de orden de su Ilustrísimo Ayuntamiento, Zaragoza, Pascual Bueno, 1713; Fororvm ac Observantiarvm Regni Aragonum Codex, sive enodata methodica Compilatio Ivre Civili et Canonico fvlcita, legivvs Castellae conciliata, atqve omnigena ervditione contexta, Zaragoza, Petrum Ximénez, 1727; La heroyna religiosa Sor Ines de Jesús Franco, su vida exemplar y esclarecidas virtudes, Zaragoza, Francisco Revilla, 1733; Afectuosa gratulatoria. Relación y descripción del memorable sumptuoso Monumento erigido por la generosa piedad del Ilustrísisimo Sr. D. Tomás Crespo de Agüero, dignísimo, Arzobispo de Zaragoza, Zaragoza, Juan Malo, 1739; Devota excitación para el incesante reconocimiento y continua gratitud con que todos debemos corresponder y venerar á los gloriosissimos Santos Angeles, y especialmente á los custodios, y sobre todos, á los exclesos inclitos Archangeles, Principes de los Angeles, y de el Emperio, Zaragoza, Juan Male, [1740]; Editio secunda, multis mendis correcta, innumeris additionibus circum amicta, nec non exactiore, Zaragoza, Ioannis Malo, 1743; Colección de representaciones, consultas y papeles dirigidos al Rey Nuestro Señor en nombre de la ciudad de Zaragoza que dictó siendo Corregidor interino y su Abogado ordinario; Advertencias e ilustración al repertorio de los Fueros de Aragón de Micer Miguel de Molinos, s. f. (inéd.); Memorias históricas desde el año 1700 al 1713, s. f. (inéd.); Doce tomos de consejos de que trata D. Sebastián del Castillo, Oidor de Valencia en su censura sobre la referida obra de Fueros, s. f. (inéd.); Elogio latino al sabio Regente de la Real Cancillería de Aragón, el Dr. Don Antonio Blanco y Gómez, 2 vols., s. f. (inéd.); Discurso sobre los Anales del Reino de Aragón del cronista Panzano, s. f. (inéd.).

 

Bibl.: F. Aguilar Piñal, Bibliografía de autores españoles del siglo xviii, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigacines Científicas, 1984, págs. 566-567; M. Gómez Uriel, Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses de Latassa aumentadas y refundidas en forma de diccionario bibliográfico-biográfico por ~, vol. II, Zaragoza, Calisto Ariño, 1885, págs. 537-538; G. Vicente y Guerrero, “El jurista D. Diego Franco de Villaba”, en Separata del Anuario de Ciencias Historiográficas de Aragón, 9 (1996), págs. 27-58; J. I. López Susín, Gente de leyes: el derecho aragonés y sus protagonistas, Zaragoza, Ibercaja y Obra Social y Cultural, 2004, págs. 92-93.

 

Gonzalo Oliva Manso