Varrón. Marcus Terentius Varro. Reate (Rieti, Italia), 116 a. C. – ¿Cassino (antes Casinum) (Italia)?, 27 a. C. Escritor romano.
Procedía de una familia de terratenientes de Reate, en donde nació y se crió el autor en un ambiente rural, y que para él constituía el “ombligo de Italia” (Plinio, Historia Natural 3, 109). De sus primeros años no se sabe prácticamente nada, dada su escasa inclinación a hablar de sí mismo. Ya en Roma, fue alumno de Lucius Accius (c. 90 a. C.), a quien dedicaría su primera obra Sobre la antigüedad de las letras (c. 90- 85 a. C.), y también estudió con Lucius Aelius Stylo Preconinus.
Las noticias sobre su vida son más abundantes a partir de los años 95-90 a. C., cuando ya había iniciado su carrera política, que incluiría, al parecer, un ascenso al rango senatorial. Por entonces fue triunviro capital (IIIvir capitalis), un cargo judicial en cuyo desempeño se sabe que rechazó un requerimiento del tribuno de la plebe (Aulo Gelio, Noches áticas 13, 12, 6). Un tiempo después alcanzó la cuestura (c. 86-85 a. C.), antes de viajar a Atenas (se ha sugerido una estancia en Liburnia, actual Croacia, anterior a este viaje), en donde pasó dos años dedicado al estudio de la filosofía y, al parecer, a escribir sus Sátiras menipeas.
En algún momento no precisado, entre los años 87-81 y el 70, alcanzó el cargo de tribuno de la plebe (Aulo Gelio 13, 12, 6). Durante los años 78-77 estuvo destinado en el Ilírico, donde actuó como legado del procónsul Caius Cosconius.
Desde el año 76 estuvo en Hispania, como legado de Pompeyo en la guerra contra Sertorio (la posibilidad de que fuese legado procuestor se ha apuntado a partir de una leyenda monetal pero se considera muy impreciso).
Tras su estancia en la Península Ibérica, Varrón siguió vinculado a la actividad política y militar de Pompeyo. Fue nombrado legado propretor (67-66 a. C.) en la tarea de erradicar la piratería, como uno de los vienticuatro legados nombrados por Pompeyo para la vigilancia de las costas. Se encargó de la zona de Sicilia y su actuación le valió una condecoración (la corona rostral) (Plinio, Historia Natural 7, 115; 16, 7). La estancia en Asia como pretor durante el 66 a.
C. no es segura. En el 63 a. C., Varrón estaba en Roma y se implicó en el juicio contra Caius Rabirius Postumus, actuando como asesor de Pompeyo y sus colaboradores.
Por esas fechas escribió una de sus obras llamada Trikáranos (El monstruo de tres cabezas), sobre la que se ha discutido si era una defensa o un ataque del triunvirato (que gobernaba en Roma en esos momentos, por un acuerdo entre sus miembros: César, Pompeyo y Craso). En el años 59 a. C. estaba entre los veinte hombres (XXviri) responsables de la asignación de tierras que se realizó al amparo de las leyes agrarias de César (Plinio, Historia Natural 7,176; Cicerón, Cartas a Ático 2, 20, de julio del 59).
Durante varios años (59-50) parece haber abandonado la actividad pública, aunque siguió manteniendo sus contactos políticos con Pompeyo y sus aliados políticos.
A este período corresponde la relación epistolar con Cicerón, entre cuyas cartas se han conservado valiosas informaciones sobre el carácter, situación política y prestigio profesional de Varrón. Ambos escritores se habían reunido con frecuencia en Roma, Tusculum (Monte Porzio Catone, al sur de Roma) y Cumas (sur de Italia), para dedicarse juntos al estudio e intercambiar conocimientos. Cicerón admiraba la erudición de Varrón y su incansable dedicación a los libros.
Él los utilizaba como fuente para sus propios escritos y se los hacía enviar cuando estaba fuera de Roma.
Le dedicó la segunda edición de sus Cuestiones Académicas, después de saber por Ático, un amigo común, que estaba deseando recibir esta deferencia (Cartas a Ático 13, 16, del 26 de junio del 45). Sin embargo, los comentarios de Cicerón sobre su carácter no son tan elogiosos, sino que reflejan una relación basada en la conveniencia política en la que se soportaba un trato difícil a cambio de contar con un poderoso apoyo (Cicerón, Cartas a Ático 2, 25, del año 59).
Varrón volvió a Hispania en el año 49, durante la guerra civil entre César y Pompeyo (49-45). Se le encargó el gobierno de la provincia Ulterior (César, Guerra Civil 1, 38), desde donde se ocupó de completar las dos legiones allí destinadas con la incorporación de treinta unidades de infantería a los cuerpos auxiliares (los integrados por los indígenas). Las noticias sobre su actuación en la Península Ibérica vienen sobre todo de los comentarios que el propio César hizo en su obra Guerra Civil, proporcionando una visión parcial y subjetiva de Varrón, debido a la lealtad de éste hacia su principal enemigo, Pompeyo (César, Guerra Civil 1,38). Parece que Varrón organizó la defensa desde Gades (Cádiz) y luego desde Corduba (Córdoba), aunque ambas ciudades le habrían dado la espalda. César intentó, a través de su obra, desacreditar al escritor, presentándole como un oportunista que habría abrazado primero la causa de Pompeyo para más tarde hacerse cesariano (César, Guerra Civil 2, 17-20). Tras la derrota de Pompeyo (48 a. C.), Varrón fue aceptado y protegido por César, quien le encargó la creación de la biblioteca de Assinius Pollio en Roma (Plinio, Historia Natural 7, 115), en donde más tarde se colocaría una estatua suya. Sin embargo, le quedó tiempo para su actividad literaria, ya que por esas fechas publicó Sobre la lengua latina. Durante una estancia suya en Tusculum (en junio del año 46 a. C.), Cicerón le escribió algunas cartas (Cartas a familiares 9, 5 y 9, 6) alabando su decisión de permanecer fuera de Roma y dándole noticias de la actividad política en la ciudad. Tras el asesinato de César el 44 a. C., tuvo que esconderse de la persecución de Antonio. El año 27 a. C. murió mientras escribía, probablemente en su villa de Casinum, que había sido confiscada por Marco Antonio y luego recuperada, y en donde se le atribuye un mausoleo. Para las futuras generaciones, la imagen de Varrón se asoció a la de un hombre erudito y de una gran altura intelectual (Agustín, La ciudad de Dios 6, 2).
Petrarca (Triunfos) le definió como “il terzo gran lume romano”, detrás de Cicerón y Virgilio. Se calcula que escribió más de cincuenta obras (San Jerónimo, Sobre hombres ilustres 54) sobre diferentes temas (gramática, biografías, geografía, derecho, cartas...), de las que se conservan dos casi completas (Sobre las cosas del campo y Sobre la lengua latina) y diversos fragmentos de otras (Sátiras Menipeas, Logistóricos, Las disciplinas...), aunque para la mayoría de sus escritos sólo se conservan noticias en otros autores.
Obras de ~: De lingua latina (La lengua latina); Res rusticae (Las cosas del campo); Saturae menipeae (Sátiras menipeas); Logistorici (Logistóricos); Disciplinarum libri (Las disciplinas); De Antiquitate Litterarum (Sobre la antigüedad de las letras); De utilitate sermonis (Sobre la utilidad del lenguaje); De similitudine verborum (Sobre la semejanza de las palabras); De sermone latino (Sobre la lengua latina); De origine linguae latinae (Sobre el origen de la lengua latina); Perì charactéron (Sobre el carácter); Quaestiones Plautianae (Las cuestiones plautianas); De scaenicis originibus (Sobre los orígenes del teatro); De actis scaenicis (título dudoso); De personis (Sobre las personas); De poematis (Sobre los poemas); De poetis (Sobre los poetas); De bibliothecis (Sobre las bibliotecas); De lectionibus (Sobre las lecturas); De proprietate scriptorum (Sobre el carácter de los escritores); De compositione saturarum (Sobre la composición de las sátiras); Hebdomades vel de imaginibus (Retratos); Ephemeris navalis (Calendario para navegar, dos obras con el mismo título); De ora marítima (Sobre la costa); De litoralibus (Sobre las riberas); De aestuariis (Sobre los estuarios); De mensuris (Sobre las medidas); Legationum libri (Libros de legaciones); Singulares (dudoso); Epistulae Latinae (Cartas latinas); Epistolicae quaestiones (Cuestiones epistolares); Orationum libri (Libros de discursos); Laudationes (quizá incluído en el anterior); Suasionum libri (Libros de consejos); De iure civili (Sobre el derecho civil); De gradibus (Sobre los grados); Liber de philosophia (Libro de filosofía, quizá formaba parte de otra de sus obras); De forma philosophiae (Sobre la forma de la filosofía); De principiis numerorum (Sobre los fundamentos de los números), De valetudine tuenda (Sobre el cuidado de la salud, probable obra independiente), Poemas, Obras de teatro (pseudotragoediae).
Bibl.: G. Boissier, Étude sur la vie et les ouvrages de M.T. Varron, Paris, Hachette, 1861; T.R.S. Broughton, The Magistrates of the Roman Republic I-III, New York, American Philological Association, 1951-1986: vol. II, 1952, págs. 57, 87, 92, 95, 100, 149, 192, 253, 269, 314, 466, 473 y 484; vol. III, 1986: pág. 204); Varron. Six exposés et discussions, Genève, Fondation Hart, 1962; J. Oroz Reta, “M. Terencio Varrón Reatino primer humanista romano”, en Helmantica, 25 (1974), págs. 497-510; Atti Congresso Internazionale di Studi Varroniani. Rieti, Centro di studi varroniani, 1976; J. Collart, Varron grammaire antique et stylistique latine. Paris, Les Belles Lettres, 1978; B. Riposatti, Studi su Varrone, sulla retorica, storiografia e poesia latina : scritti in onore di Benedetto Riposatti. Rieti–Milán, Centro di studi varroniani – Università cattolica Santo Cuore, 1979; F. Cavazza, Studio su Varrone etimologo e grammatico. Florencia, La Nuova Italia, 1981; F. Coarelli, “Le Mausolée de Varron à Casinum? Une hypothèse d’identification”, en Revue des Études Latines, 75 (1997), págs. 92-112; L.A. Hernández Miguel (ed.), Marco Terencio Varrón, La lengua latina. Madrid, Gredos, 1998 (Introducción); Varrón, Madrid, Ediciones Clásicas (Biblioteca de literatura latina 6), 2000.
María Pilar González-Conde