Castilla, Manuel de. Señor de Ágreda y Escalona. Carrión de los Condes (Palencia), 1234 – Peñafiel (Valladolid), 25.XII.1283. Infante de Castilla, adelantado y alférez mayor.
Don Manuel fue el último hijo del primer matrimonio de Fernando III. Fue el hermano favorito de Alfonso X, quien le trató como a un hijo. Al fallecer Fernando III, don Manuel no había alcanzado aún la mayoría de edad. De su infancia y adolescencia se sabe muy poco. En realidad, don Manuel emerge en la documentación con el inicio del reinado de su hermano Alfonso X el 1 de junio de 1252. Desde entonces, su nombre aparece confirmando los privilegios rodados, como hermano del Rey o bien ostentando algunos cargos, como alférez (1260-1276), mayordomo del Rey (1277-1282) y adelantado del reino de Murcia (1280-1282).
Alfonso X, tras haberle otorgado bienes en el repartimiento de Sevilla (la aldea de Heliche, el Aljarafe), se preocupó de casarle y dotarle de acuerdo con su condición. Fracasado el intento de contraer matrimonio con una hija de Enrique III de Inglaterra, en 1256, en las vistas de Soria que sellaron la paz entre Castilla y Aragón, se acordó el matrimonio entre don Manuel y Constanza, hija de Jaime I de Aragón.
Fue entonces cuando Alfonso X comenzó a dotar a su hermano predilecto de tierras y señoríos, situados en el sector norte del reino de Murcia, lindante con la frontera de Aragón. La primera donación fue la de la villa de Ella (1257), a la que siguieron, en 1262, las de Elche, Santa Pola, Crevillente, Aspe, Elda y el valle de Ayora (1262), A estas posesiones se añadirá, entre 1276 y 1280, Almansa y Yecla, Su apoyo, en 1282, al infante Sancho le valdrían Peñafiel, Escalona y, como compensación por la renuncia del valle de Ayora, cedido a Aragón, las villas de Chinchilla, Jorquera, Aspe y Ves, en la Mancha de Albacete. También recibió tierras en los repartimientos de Jerez y Murcia. A su muerte, en 1283, don Manuel era, si ningún género de dudas, el señor más poderoso del reino.
Al enviudar en 1266, casó con Constanza de Moncada, hija de Gastón de Bearne, vasallo de Alfonso X.
Enviudó pocos años después. En 1275, en Montpellier, murió su único hijo, Alfonso, habido de su primera mujer Constanza de Aragón. Volvió a casar poco después con Beatriz de Saboya, de quien, en 1282, tuvo a don Juan Manuel, su heredero.
Hasta 1282, don Manuel vivió siempre a la sombra de su hermano, a quien debía todo lo que era. Su actuación política al servicio del Rey fue relativamente importante. En 1266, se hizo cargo de Murcia y de la gobernación del reino, recién recuperado para Castilla tras la revuelta mudéjar de 1264, por Jaime I de Aragón y el infante Pedro. Tras la pacificación del reino y la de sus propios señoríos, poblados mayoritariamente de mudéjares, en 1268 regresó a la Corte, asistiendo a las Cortes o “ayuntamiento” celebrado en Jerez de la Frontera. Durante la revuelta de los nobles en 1272 y su posterior exilio de buena parte de ellos a Granada, encabezados por su hermano el infante Felipe, don Manuel permaneció fiel a su hermano el Rey. Pero éste, conocedor de su estrecha vinculación con el maestre de Santiago, Pelayo Pérez Correa, de quien Alfonso X se fiaba muy poco, le dio muy escasa participación en las negociaciones con los nobles exiliados. De todas formas, como prueba de afecto y de la mucha confianza que en otros asuntos tenía en él depositada, don Manuel acompañó a Alfonso X en su viaje al Imperio para entrevistarse con el papa Gregorio X, de quien pretendía que le reconociese como emperador. En Montpellier, como se ha señalado, falleció su único hijo Alfonso Manuel y, allí mismo, tendrá lugar el tercer matrimonio del infante con Beatriz, hija del conde Amadeo IV de Saboya.
Al plantearse el problema de la sucesión, tras el fallecimiento del heredero, el infante Fernando de la Cerda, don Manuel, frente a la postura de Alfonso X, se decantó por su sobrino el infante Sancho. La Crónica de Alfonso X le atribuye, como reflejo de su opinión sobre la cuestión que se debatía, la siguiente sentencia: “El árbol de los reyes non se pierde por postura ni se deshereda por ý al que viene por natura.
E si el mayor que viene del árbol fallece, debe fincar la rama de so él en somo”. Este apoyo a la candidatura del infante Sancho, que resultó triunfante, le acercó de tal manera a su sobrino que, cuando éste rompió con su padre el Rey, su principal apoyo fue precisamente el infante Manuel. En la asamblea, mal llamada “cortes”, celebrada en Valladolid el 20 de abril de 1282, en la que don Sancho asumió el gobiernodel reino, fue don Manuel quien dio lectura pública a la sentencia que desposeía a Alfonso X de todos sus poderes y competencias. En su testamento, el Rey Sabio lamenta la traición de su hermano más querido, de quien dice que “tan arraigado era el su amor en nuestro corazón, como del hijo que más amamos”.
Don Manuel no sobrevivió a su hermano el Rey. El 20 de diciembre de 1283, en su castillo de Peñafiel, dictó su testamento. Falleció pocos días después, el día de Navidad. Dispuso su enterramiento en Uclés, sede de la rama castellana de la Orden de Santiago.
Dejaba dos hijos: Violante, a quien legó los señoríos de Elda y Novelda, y Juan Manuel, a quien instituyó heredero de todos sus otros señoríos y posesiones.
También se acordó en su testamento de sus varios hijos naturales: Fernando Manuel, Enrique, Blanca y Sancho.
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Manuel González Jiménez