Hija de Roberto de Altavilla o Guiscardo, duque de Apulia y Calabria, y de la princesa longobarda Sikelgaita de Salerno, y hermana de Roger I de Sicilia. La política de alianzas de Gregorio VII frente al emperador Enrique IV hizo que fuera posible su matrimonio con Ramón Berenguer II de Barcelona (1076-1082), con el que aparece casada a partir de 1078. Estando en Rodez en la Corte de su prima Mahalta de Sicilia, esposa de Ramón de Saint-Geli, conde de Roergue, el 11 de noviembre de 1082, un mes antes de que su marido fuese asesinado, dio a luz a Ramón Berenguer III. En 1083, tomó decisiones sobre Carcasona y Razés, que formaban parte de la herencia que correspondía a su hijo en tierras de Languedoc, y que cedió en feudo a los vizcondes de Beziers y Agde, que actuaron de tutores. Pasó a Cataluña y puso a su hijo de dos años de edad bajo la tutela del conde Guillermo I de Cerdaña, y después de su cuñado Berenguer Ramón II, el cual asoció al joven conde a su Gobierno. [...]