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Rafael Farga Pellicer

Biografía

Farga Pellicer, Rafael. Barcelona, 1844 – 14.VIII.1890. Tipógrafo y destacado dirigente obrero internacionalista.

Fue uno de los muchos trabajadores tipógrafos que, gracias a los conocimientos adquiridos en las lecturas a que su misma profesión obligaba, le destacó como dirigente del movimiento obrero en los siglos xix y xx. Las primeras noticias conocidas acerca de su actividad militante se remontan a enero de 1865, fecha en que aparece como integrante de un grupo de socios del Ateneo Catalán de la Clase Obrera, fundado tres años antes en Barcelona, que se proponían mantener la entidad en una línea de servicio a la cultura de los obreros, contra maniobras no del todo precisadas de una directiva simpatizante con el partido progresista.

Acerca de su perfil humano, Max Nettlau obtuvo informaciones de Pablo Marbá (Igualada, 1861), quien en 1931 lo describió como una persona baja de estatura, de anchas espaldas, de voz dulce y de oratoria inteligente.

Algún rasgo físico de esta descripción queda confirmado en el dibujo a pluma, realizado por Eudaldo Canibell y publicado en el periódico El Productor (el 21 de octubre de 1890), como ilustración adjunta a una nota necrológica en la muerte de Farga.

A partir de los espacios de libertad creados en España con los cambios políticos de septiembre de 1868, la figura de Farga Pellicer fue adquiriendo un peso ascendente dentro del movimiento obrero.

Ocupó el cargo de secretario de la Dirección Central de las Sociedades Obreras de Barcelona, establecida en octubre de 1868. Junto con Antonio Marsal Anglora desempeñó el cargo de secretario del Congreso Obrero de Barcelona (12-13 de diciembre de 1868), en el cual intervino manifestándose partidario de la República Federal en política y del cooperativismo en la organización económica. A finales de enero de 1869, formó parte del grupo que recibió en la capital catalana a Giuseppe Fanelli, diputado italiano enviado por Michail Aleksandrovich Bakunin con la misión de iniciar contactos en Madrid y Barcelona, en la línea revolucionaria que el activista ruso promovía dentro de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), fundada en Londres en 1864 con la intervención destacada de Karl Marx. El fruto principal del viaje de Fanelli a Barcelona fue que el grupo que le recibió se constituyó como sección de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) (2 de mayo de 1869), con Farga como secretario y José Luis Pellicer, su tío carnal, como presidente.

Farga participó en la fundación y fue director del semanario La Federación, órgano del Centro Federal de las Sociedades Obreras de Barcelona (del 1 de agosto de 1869 al 3 de enero de 1874), denominación que la Dirección Central de las Sociedades Obreras adquirió a partir de febrero de 1869. En la misma fecha de la aparición de aquel semanario, Farga contestó a una carta recibida de Bakunin, en que se le proponía que el Centro Federal de las Sociedades Obreras enviase algún delegado al IV Congreso de la AIT (celebrado en Basilea, Suiza, entre el 6 y el 12 de septiembre de 1869). A raíz de la participación de Farga en aquel congreso, se consolidaron sus relaciones con Bakunin y se fue ajustando la línea ideológica de La Federación y del mismo Centro Federal de las Sociedades Obreras a las orientaciones del revolucionario ruso. El influjo que el contacto con Bakunin en Basilea ejerció sobre Farga lo subrayó Josep Llunas y Pujals en La Tramuntana (22 de octubre de 1890): “Bakunin [...] le ofreció su amistad y le inculcó sus ideas. Y del acuerdo y de la conformidad de estos dos seres [...] nació el extraordinario desarrollo que tuvo la Internacional en España”. Un hito decisivo en este desarrollo fue el Congreso Obrero de Barcelona (19-26 de junio de 1870), en el cual Farga presidió la sesión de apertura, pronunció los discursos inaugural y conclusivo, y consiguió que el programa de temas tratados, los acuerdos alcanzados y los reglamentos propuestos para la estructuración de las organizaciones obreras se amoldaran a las directrices marcadas por los contactos sostenidos en Basilea. La Federación pasó a presentarse con el subtítulo de Órgano de la Federación Barcelonesa de la AIT (24 de julio de 1870), en sustitución del de Órgano del Centro Federal de las Sociedades Obreras de Barcelona.

No pasaron muchos meses sin que la AIT, en el ámbito internacional y en el español, y Farga en particular, experimentaran graves contrariedades derivadas de los trágicos sucesos de la Commune de París (18 de marzo a 27 de mayo de 1871). Los gobiernos europeos atribuyeron a la AIT una participación decisiva en aquellos acontecimientos. El clima adverso que se creó obligó a aplazar un congreso plenario de la AIT, para cuya celebración se había previsto como sede la ciudad de París, y a sustituirlo por una conferencia restringida a veintidós asistentes y reunida en Londres (17-23 de septiembre de 1871). Allí se recordó que, por una decisión del Consejo General de la AIT (22 de diciembre de 1868), se consideraba disuelta la Alianza de la Democracia Socialista (ADS), sociedad secreta creada el mismo año 1868 por Bakunin, a la que se había integrado Farga junto con sus más próximos colaboradores barceloneses, y, en ausencia del revolucionario ruso, no invitado a Londres, se impuso sin paliativos el predominio de Marx en la AIT. En España, a raíz de las sesiones parlamentarias dedicadas a la Commune de París (mayo-junio y octubre-noviembre de 1871), los internacionalistas se sintieron expuestos a graves amenazas de persecución gubernamental. El Consejo Federal de la AIT en Madrid se exilió a Lisboa (junio-agosto de 1871). La AIT española celebró en Valencia una conferencia clandestina (10-18 de septiembre de 1871) y el mismo Farga, que participó en aquel encuentro, decidió permanecer unos meses oculto. Allí los miembros de la ADS invitaron a otros de los presentes a ingresar en la sociedad secreta bakunista. Esta propuesta contibuyó a que se divulgara la pervivencia de la ADS y a que estallara un gran debate interno en el seno de la AIT española.

Farga fue uno de los redactores de un folleto, La Cuestión de la Alianza (1 de agosto de 1872), en que el grupo adicto a Bakunin trató de autojustificarse y atacó al grupo promarxista de Madrid. Farga tomó parte en el V Congreso de la AIT en La Haya (5-9 de septiembre de 1872), en que se produjo la ruptura definitiva entre marxistas y bakunistas, y acudió acto seguido a la reunión de Saint-Imier (Suiza, 15-16 de septiembre de 1872), donde se constituyó la Internacional bakunista. Intervino también en el III Congreso de la AIT española en Córdoba (15 de diciembre de 1872-2 de enero de 1873), donde se rechazaron las conclusiones del Congreso de La Haya y se ratificaron las adoptadas en Saint-Imier. Asistió asimismo al VI Congreso de la Internacional bakunista en Ginebra (1-6 de agosto de 1873).

Después que un decreto del gobierno surgido del golpe de Estado del general Pavía (3 de enero de 1874) pusiera la Internacional fuera de la ley (10 de enero de 1874) y se inició un largo período de actuación clandestina (1874-1881). La información disponible ofrece datos sobre procesos de lógica radicalización de la AIT en España, permite dar por supuesta una considerable disminunción del número de obreros encuadrados y notifica la aparición de iniciativas de lucha obrera desvinculadas de la AIT. Farga hubo de participar en el VII Congreso de Bruselas (7-13 de septiembre de 1874) con el seudónimo de J. Gómez. Allí reconoció que la situación de proscripción legal de la AIT española tendía a hacer, de la “conspiración” y de la “revolución violenta”, las reacciones dominantes en aquel contexto. La persecución gubernamental, que había arreciado después del Congreso de Madrid (21-27 de junio de 1874), obligó a suspender la convocatoria de congresos y a limitar los contactos organizativos a las llamadas conferencias comarcales que tuvieron lugar a partir de 1875. En aquel año, se rehízo en Barcelona el Consejo Federal, del cual Farga formó parte en los años 1875-1877 y 1879-1880. Su abandono del Consejo en los primeros meses de 1877 coincidió cronológicamente con su aceptación del cargo de director gerente de la imprenta La Academia (1877-1892), donde se editaron las publicaciones internacionalistas La Tramuntana (1881-1893) y La Asociación (1883-1889).

En el contexto político de la caída del Gobierno conservador de Cánovas del Castillo y de la subida al poder de los liberales de Sagasta (8 de febrero de 1881), Farga reapareció como integrante de un grupo del que formaban parte su primo Antonio Pellicer Paraire, Josep Llunas y Pujals, Francisco Tomás y otros, partidarios de la acción pública, no terrorista ni insurreccionalista.

Aquel grupo intervino en la liquidación de la Federación Regional Española de la AIT y en su sustitución por la Federación de Trabajadores de la Región Española, constituida en el Congreso de Barcelona (23-25 de septiembre de 1881), para el cual Farga redactó el Manifiesto a los Trabajadores de la Región Española. Aunque su protagonismo se redujo en los últimos años de su vida, Farga publicó bajo el seudónimo de Justo Pastor de Pellico, Garibaldi. Historia liberal del siglo xix, una obra en dos volúmenes de carácter propagandístico y de escaso interés histórico, en que colaboraron Anselmo Lorenzo y Antonio Pellicer Paraire, y participó en la fundación de las revistas Acracia (1886-1888), cuyo título propuso el mismo Farga, y El Productor (1887-1893).

 

Obras de ~: Justo Pastor de Pellico (seud.), Garibaldi. Historia liberal del sigle xix, Barcelona, Establecimiento tipogràfico de Evaristo Ullastres, 1882, 2 vols.; Biografía de M. Bakounine. Sus ideales y tácticas. La escuela en el porvenir, La Coruña, Biblioteca Aurora, s. f.

 

Bibl.: C. Martí, Orígenes del anarquismo en Barcelona, pról. de J. Vicens Vives, Barcelona, Editorial Teide, 1959; O. Vergés Mundó, La I Internacional en las Cortes de 1871, Barcelona, Publicaciones de la Cátedra de Historia General de España, 1964; M. Nettlau, La Première Internationale en Espagne (1868-1888), Dordrecht, Holland, D. Reider Publishing Company, 1969; J. Álvarez Junco, La Comuna en España, Madrid, Siglo XXI de España Editores, 1971; J. T ermes, Anarquismo y sindicalismo en España. La Primera Internacional (1864-1881), Barcelona, Ediciones Ariel, 1972; A. L orenzo, El Proletariado militante, pról, notas y cronología de J. Álvarez Junco, Madrid, Alianza Editorial, 1974 (1.ª ed., Barcelona, vol. I, 1902; vol. II, 1925).

 

Casimir Martí

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