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Juan Clemente Zenea y Fornaris

Biografía

Zenea y Fornaris, Juan Clemente. Bayamo (Cuba), 24.II.1831 – La Habana (Cuba), 25.VIII.1871. Independentista, poeta, escritor.

Era hijo de un teniente español y de una hermana del poeta cubano José Fornaris. Escritor y poeta colabora en varias publicaciones periódicas en Cuba, Estados Unidos y España, en la que muestra un claro ideal independista. Desde el triunfo del liberalismo en España (durante el trienio liberal, de 1820 a 1823) unido al creciente interés mostrado por los Estados Unidos sobre la isla caribeña fomentó un ambiente propicio para la consolidación del independentismo, y en este ambiente Juan Clemente Zenea participa en la conspiración de Narciso López, que fracasa.

En 1846 publica sus primeros poemas en La Prensa, periódico habanero del que llegó a ser redactor en 1849. Por esta época, un folletín suyo apareció en esta publicación durante una Semana Santa que provocó que el Obispado intentara excomulgarle, de no medir su padre, quien publicó una carta de retracto que le hizo firmar. Por entonces, inicia unas relaciones amorosas con Adah Menken poetisa y actriz norteamericana llegada a La Habana con una compañía de Nueva Orleans. En 1852, vinculado a una causa seguida contra Eduardo Facciolo por la publicación de este periódico clandestino huyen a Nueva Orleans (Estados Unidos), donde continúa trabajando para la causa independista, se afilió al club “El Orden de la joven Cuba”, y colaboró en El Correo de Luisiana, El Independiente y Faro de Cuba. Poco tiempo después, se traslada a Nueva York, donde se une a la sociedad separatista “La Estrella Solitaria”, de ideología liberal, y colabora en La Verdad, El Filibustero y El Cubano. En 1853 es condenado a muerte por rebeldía en Cuba, pero es amnistiado por el capitán general de Cuba Juan de la Pezuela y Ceballos, conde de Cheste, por lo que Zenea regresa a Cuba cuatro después (aunque existen historiadores que indica que lo hace tan sólo en un año), para dedicarse a la enseñanza y al periodismo político y literario, y donde permanece por unos diez años, con excepción de un viaje que hace a Estados Unidos en 1856. Durante este tiempo, ejerce de profesor de inglés en el Colegio El Salvador, y colabora en Guirnalda Cubana, La Piragua, Brisas de Cuba, Floresta Cubana, Revista de La Habana, El Regañón, Álbuncubano de lo bueno y de lo bello, La Chamarreta, El Siglo, Ofrenda al Bazar, Revista del Pueblo, de Cuba, y en las publicaciones españolas La Ilustración Republicana Federal y La América. Por entonces, asiste a las tertulias de Nicolás Azcárate y funda y dirige la Revista Habanera, que fue clausurada por el capitán general Domingo Dulce. Unos años más tarde, en 1865, vuelve de nuevo a los Estados Unidos, a Nueva York, donde colabora en La Voz de América y dirige la Revista del Nuevo Mundo.

También se traslada a residir por un tiempo a México, invitado por Pedro Santacilia, y al mismo tiempo es redactor del Diario Oficial. El 10 de octubre de 1868, se inicia la lucha por la independencia cubana, que dirige Carlos Manuel de Céspedes, se crea una junta revolucionaria que se alza al grito de Yara, y da principio a la guerra de los Diez Años (1868-1878). Mientras, Zenea aún permanece en Nueva York, donde publica La revolución, que está en línea con su actividad propagandística oral y escrita por la independencia cubana. Tomó parte en dos expediciones organizadas desde Estados Unidos a Cuba organizadas por Catherine Whiting, y Lillian (1868), que fracasaron, pero en 1870, logra desembarcar en secreto en Cuba para entrevistarse con Céspedes, y en nombre de la Junta Cubana de Nueva York, le propone un plan sobre un posible acuerdo político con España, pero al volver a embarcase es descubierto, y a pesar de contar con un salvoconducto que parece que le había entregado el embajador de España en los Estados Unidos, es hecho prisionero y llevado a La Habana, donde es condenado por traición y pasa ocho meses en prisión en la fortaleza de La Cabaña (La Habana) antes de ser fusilado en 1781.

Publicó diferentes obras de propaganda política, como La revolución de Cuba (México, 1868), así como novelas, obras de crítica literaria y poesía, siendo elogiadas por Menéndez Pelayo (cfr. Revista Occidente).

Usó varios seudónimos casi poéticos, como Adolfo de la Azucena, Espejo del corazón, Ego quoque, ***, Un amigo de la juventud... y Una habanera.

 

Bibl.: E. Piñeyro, Vida y obra de Juan Clemente Zenea, París, Garnier Hermanos, 1901; G. Bleiberg y J. Marías, Diccionario de Literatura Española, Madrid, Revista de Occidente, 1972 (4.ª ed.); G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España. Madrid, Alianza Editorial, 1981; J. Rogerio Sánchez, Autores españoles e hispano-americanos. Madrid, Sucesores de Herando, 1981.

 

Miguel Héctor Fernández-Carrión