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Francisco Antonio de Zela Arizaga

Biografía

Zela Arizaga, Francisco Antonio de. Lima (Perú), 24.VII.1768 – Chagres (Panamá), ¿28.VII.1821? Precursor de la Independencia.

Hijo de Alberto de Zela y Neyra y de María Mercedes Arizaga y Hurtado de Mendoza, fue bautizado al cabo de seis meses en la parroquia de Santa Ana en Lima, viviendo en una casa de la calle de las Cruces, cerca de la iglesia mencionada.

La familia Zela-Arizaga tuvo cinco hijos: María Tadea, Bartolomé José, Feliciano Antonio, Francisco Antonio y Juan Miguel. El padre de Francisco de Zela era balanzario, puesto muy importante para la economía del virreinato. Este trabajo consistía en fundir la plata que llegaba desde los centros mineros para convertirla en barras, que luego eran remitidas a las Cajas Reales de la burocracia virreinal. Alberto de Zela fue enviado en 1771 a Cailloma para desempeñar el cargo mencionado, y años después, en 1779, fue trasladado a Tacna.

Francisco había iniciado sus estudios en Lima, probablemente en el Convictorio de San Carlos, y a los dieciocho años se trasladó a Tacna para empezar a conocer los secretos del oficio de su padre. Llegado a esta ciudad, empezó a trabajar como Guardia Subalterno de las Cajas Reales y también como encargado del resguardo del Real Estanco de Tabacos.

El 18 de septiembre de 1792, el padre de Zela falleció, por lo que Francisco se convirtió en el principal candidato para suceder a su padre en el puesto de balanzario, ya que este cargo era transmitido hereditariamente en esos tiempos. Debido a que para ejercer cualquier cargo se necesitaba tener como mínimo veinticinco años, y Zela contaba en ese entonces con veinticuatro, la Corona ratificó su nombramiento en el 11 de mayo de 1793 pasando a ocupar el puesto mencionado “en propiedad”, es decir, como titular. En los siguientes meses, Zela tuvo algunos problemas con el alcalde ordinario de Tacna, Pedro Pablo Gil y Herrera, hechos que según algunos biógrafos incentivaron su espíritu levantisco que afloró años después. Fueron dos los altercados que se dieron entre ambos; primero, el alcalde lo encontró a altas horas de la noche circulando por las calles, cuando estaba prohibido por bando, por lo que lo reprendió de una manera altanera causando la reacción de Zela. El otro hecho fue una pelea que se dio entre uno de los esclavos de Zela y el de una pariente de Gil, terminado con la detención del esclavo de Zela. Esto lo llevó a reclamar ante la justicia, pero el alcalde solo atinó a encarcelarlo, originando la protesta de los oficiales reales pues el cargo que ostentaba Zela era de mucha importancia.

Habiendo fallecido su padre, Zela vivió un tiempo con su hermano Domingo Antonio, hasta que este se casó en octubre de 1793. Francisco contraería nupcias en junio de 1796 con la dama tacneña, María Natividad Siles y Antequera, en la iglesia matriz de Tacna, con la cual tuvo nueve hijos: cinco varones y cuatro mujeres. En 1794 inició una larga amistad con Cipriano de Vargas —a cuya hija Juana apadrinó— quien será un personaje de suma importancia en la rebelión de 1811 al ser nombrado por su compadre como administrador de correos.

La región sur del virreinato fue la que recibió de manera más fluida la influencia de los hechos acaecidos en la Junta de Buenos Aires en 1810, como la revolución de mayo y la destitución del virrey del Río de la Plata. Por ello, los patriotas argentinos, encabezados por Castelli, empezaron a establecer contactos con patriotas de las provincias del Alto y Bajo Perú para organizar un levantamiento regional. En la ciudad de Tacna esos contactos fueron Ramón Copaja y Francisco de Zela, quienes desde 1810 estaban trabajando en coordinación con los argentinos. Por ello, no extrañó que el 20 de junio de 1811 salieran de la casa de Zela un grupo de personas para asaltar el Cuartel de Infantería, llegando a capturar al jefe militar del partido Francisco Navarro.

Tras algunos días de incertidumbre, dos hechos marcaron el fin de la revuelta: la llegada de la noticia a Tacna de la derrota de los insurgentes argentinos por las tropas de Goyeneche; y el alejamiento de Zela del levantamiento debido a problemas de salud. De esta manera, la rebelión fue controlada y Zela apresado en la cárcel del pueblo; iniciándose un juicio para condenarlo. Tras la elaboración de la Sumaria Información, documento que contenía todos los detalles de sus delitos, se le envió a Lima a la cárcel de la corte de la ciudad para su juzgamiento en segunda instancia en la Audiencia. Zela permaneció en Lima hasta 1815 cuando se emitió una primera sentencia (11 de octubre de 1814) que lo condenaba por el delito de traición a diez años de destierro en el presidio del Castillo del Morro de La Habana; pero sus abogados apelaron el fallo. Por ello, se expidió un nuevo fallo (19 de abril de 1815) en el que se confirmaba la pena de diez años de destierro, pero esta vez el lugar era el presidio de Chagres en Panamá. Zela abandonó el Perú el 28 de marzo de 1815.

El otrora balanzario del partido de Tacna llegó a su destino en compañía de su sexto hijo, José Manuel, quien lamentablemente sucumbiría en poco tiempo debido a las inclemencias del clima. En estos años, Zela hizo algunos intentos por ver reducida su pena, para lo cual planteó recursos de reconsideración ante la Audiencia a través de sus representantes en Lima, entre los cuales estuvo su hermano Juan Miguel. A pesar de la adversidad, Zela le escribió tres cartas a su esposa durante su destierro, debiendo fallecer entre 1819 y 1824. Sobre este punto, diversos autores tradicionales señalaron que Zela había fallecido el 28 de julio de 1821, es decir, el mismo día de la declaración de la independencia; pero esta afirmación no tiene sustento histórico.

 

Bibl.: A. Gálvez, Zela: 1811, Lima, Impr. La Industria, 1911; C. Alberto Gonzáles, El primer grito de independencia en el Perú: Tacna, 20 de Junio de 1811, Lima, Departamento de información y educación de la tropa, 1961; M. Merino de Zela, Significado de las conmemoraciones históricas: el prócer Zela, México, 1961; F. Zora, Zela: precursor y mártir de la libertad, Tacna, Santa María, 1977; L. Seiner, Francisco Antonio de Zela, Lima, Brasa, 1995; A. Tauro del Pino, “Francisco de Zela”, en VV. AA., Enciclopedia Ilustrada del Perú, vol. 17, Lima, PEISA, 2001, págs. 2831-2832.

 

Emilio Candela Jiménez

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