Ayuda

Juan Correa de Vivar

Biografía

Correa de Vivar, Juan. Mascaraque (Toledo) c. 1510 — Toledo, 16.IV.1566. Pintor.

Por su testamento y por la almoneda de sus bienes se sabe que no estuvo casado, que fue un hombre piadoso, puesto que deja “heredera a su alma”; que gozó de buena posición económica y que fue apreciado por los artistas y la sociedad toledana de su época. Ello se debió a su buen hacer artístico y sin duda a su apellido “Vivar”, que se consideraba como una rama descendiente del Cid.

Su formación tuvo lugar sin duda con Juan de Borgoña, sin embargo, todavía en vida de éste, Correa gozó del favor del cardenal Fonseca, trabajando en obras tan importantes como el Breviario de Carlos V actualmente en El Escorial y en el Retrato del emperador “a lo divino”, acompañado por Fonseca como donante, (colección particular, Madrid). El padre Sigüenza en su Historia de la Orden de San Jerónimo, le cita como “nuestro Correa”, por su trabajo abundante en conventos jerónimos —Guisando, Guadalupe y Toledo— y como “de lo bueno de aquel tiempo”, refiriéndose a sus condiciones artísticas. A propósito de estas últimas Tormo nos dice que su influencia fue importante en España, a pesar de no haber visitado Italia, asimilando el Renacimiento modestamente, desde todos los campos artísticos que estuvieron a su alcance, y respondiendo a los parámetros que exigía la pintura religiosa de la época, “aunando calidad y dignidad”.

Tanto este autor como Pérez Sánchez le han considerado el “Juanes” castellano.

Su proceso artístico puede dividirse en cuatro décadas que irían desde 1530 a 1566, fecha de su muerte.

De la primera década hay que considerar como su primera obra importante el conjunto que pinta para el convento de Clarisas de Griñón, fundado por el canónigo Rodrigo de Vivar, tío del pintor, cuya acta consta en el convento para que el pintor ejecute el retablo mayor de la iglesia, y el pequeño del coro, hoy este último en una colección particular madrileña.

Durante este período pinta también un retablo lateral de la iglesia de Mora (Toledo), desmembrado entre la iglesia y colecciones particular, y en el que se muestra por primera vez su faceta retratista en la figura del donante; un Nacimiento para el monasterio jerónimo de Guadalupe; el magnífico Tríptico de la Adoración de los Pastores, para el claustro del monasterio jerónimo de Guisando, hoy en el Museo del Prado, obra exquisita en composición y color, y, a finales de la década (1537-1539), el retablo mayor de la iglesia de Meco (Madrid), desmembrado entre la sacristía, museos provinciales y colecciones particulares y en el que aparece Carlos V como rey mago en la Epifanía y el cardenal Tavera en la Flagelación. Este período del artista es el más vinculado a la obra de Juan de Borgoña en cuanto a modelos, composiciones y color.

De la siguiente década es la Crucifixión (1540) pintada para María y Teresa Colón, según consta en una inscripción al pie de la tabla. Se ha considerado que debió comenzar poco después uno de los empeños más importantes de esos años: la ornamentación retablística del monasterio cisterciense de San Martín de Valdeiglesias (Madrid), desmembrado, como tantos retablos conventuales del pintor, durante la desamortización de Mendizábal, pasando en ese momento muchas obras al Museo de la Trinidad, y otras al comercio de dentro y fuera de España, y hoy en el Museo del Prado y colecciones españolas y extranjeras.

De finales de este período es el también desmembrado retablo de Dos Barrios (Toledo) y el desaparecido de la iglesia de San Nicolás de Toledo (1548).

Durante esta segunda etapa comienza a percibirse ciertas formas amaneradas en sus modelos.

El espléndido retablo de la iglesia de Herrera del Duque (Badajoz), recientemente recuperado, se comienza en la década anterior y se asienta en la siguiente (1546-1550), advirtiéndose en él, más acentuados, los cánones manieristas. En la Virgen del Pozo (1552) que pinta para la catedral de Toledo —actualmente en el Colegio de Infantes de Toledo— se observa la influencia de Parmigianino en el modelo de la Virgen; el retablo de Cenicientos (Madrid), desaparecido (1554-1560), y dos importantes en la provincia de Guadalajara: el de la iglesia de Almonacid de Zurita (1554), actualmente en las Oblatas de Oropesa (Toledo), y el desaparecido de la iglesia de Mondéjar (1555-1560). En el primero el manierismo alcanza al color apareciendo los tornasoles en las indumentarias.

En esta década pinta también, en La Mancha, en el monasterio de Santo Domingo de Almagro (1557), y para los duques de Maqueda (1558) el retablo de la iglesia de Maqueda (Toledo), del que quedan sólo dos tablas. Bellísima es la Anunciación de la antigua colección Zorrilla de Madrid —parcialmente conservada en el Museo de Oviedo—; el Tránsito de la Virgen, encargado por Francisco Rojas, que se conserva en el Museo del Prado y en el que el pintor hace gala de buen retratista en el donante, y el bello Tríptico de la Anunciación (1559), que pinta para el monasterio jerónimo de Guisando, actualmente en el Museo del Prado, es una exquisita obra de composición y técnica.

Durante la última década se repiten modelos, pero las figuras son más amaneradas, monumentales y patéticas, sincronizando en algún modelo con Luis de Morales. En la Adoración de los Pastores, del monasterio de Guadalupe, hace un alarde de conocimientos arqueológicos en algunas ruinas decorativas, pero, sobre todo en el Calvario de la capilla de Santa Catalina, en la iglesia del Salvador de Toledo se muestra Correa como un extraordinario retratista de sus comitentes Bernardino de Alcaraz y Juan Álvarez de Toledo. En él desarrolla el tema de las “Vanitas vanitatum” influido por el Eclesiastés y seguramente por el libro del toledano Alejo Venegas sobra la Agonía del tránsito de la muerte. El retablo de la iglesia de Almorox (Toledo) dedicado a San Nicolás y el del coro del monasterio de las jerónimas de San Pablo de Toledo, dedicado a la Pasión, subrayan estas características con los también espléndidos retratos —en el último— de los niños de Guevara, protectores del convento, a los que vuelve a retratar en un cuadro de estación que deja sin acabar para el claustro del mismo convento, con el tema de la Muerte y Adoración de la Virgen.

Correa pinta muchas más obras fuera y dentro de Toledo y trabaja con los más prestigiosos escultores y arquitectos de su época: Vázquez, Pardo, Tovar y Covarrubias, contando entre sus comitentes a los cardenales toledanos, Fonseca y Tavera, amén de la nobleza y alta burguesía de la diócesis.

 

Obras de ~: Breviario de Carlos V; Retrato del emperador “a lo divino”; retablo, convento de Clarisas de Griñón (Toledo); retablo lateral, iglesia de Mora (Toledo); tríptico de la Adoración de los Pastores; retablo mayor, iglesia de Meco (Madrid); Crucifixión, 1540; retablo, monasterio de San Martín de Valdeiglesias (Madrid); retablo, Dos Barrios (Toledo); retablo, iglesia de San Nicolás de Toledo, 1548; retablo, iglesia de Herrera del Duque (Badajoz); Virgen del Pozo, 1552; retablo, Cenicientos (Madrid), 1554-1560 (desapar.); retablo, iglesia de Almonacid de Zurita (Guadalajara), 1554; retablo, iglesia de Mondéjar (Guadalajara), 1555-1560 (desapar.); retablo, iglesia de Maqueda (Toledo); Tríptico de la Anunciación, 1559; retablo, iglesia de Almorox (Toledo); retablo del coro, monasterio de las jerónimas de San Pablo, Toledo.

 

Bibl.: E. Tormo, Varios estudios de Artes y Letras: La Pintura española del siglo XVI, t. I, Madrid, Viuda de Tello, 1902; J. Layna Serrano, “La parroquia de Mondéjar: sus retablos y el de Almonacid de Zurita”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones (1935); R. Ch. Post, History of Spanish Painting, vols. IX y X, Cambridge, Massachusetts, University, 1947 y 1950, págs. 302-310 y págs. 410-419, respect.; D. Angulo, “La pintura del Renacimiento en España”, en M. Almagro Basch et al., Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, vol. XII, Madrid, Plus Ultra, 1954, pág. 190; J. Gómez Menor, “Juan Correa de Vivar, Datos documentales”, en Boletín de Arte Toledano, vol. 1 (1965), págs. 32-45, vol. 1 (1966), págs. 93,143-144; “Juan Correa de Vivar. Algunos datos documentales sobre su vida y obra”, en Archivo Español de Arte, vol. XXXIX (1966), págs. 291-303; “Algunos datos inéditos de Juan de Borgoña y otros artistas toledanos de su tiempo”, en Anales Toledanos, vol. II (1968), págs. 163-183; B. Pedraza, “Almoneda de los bienes de Juan Correa de Vivar”, en Anales Toledanos, vol. XI (1976), págs. 29-53; A. Arellano Cordoba, “Juan Correa de Vivar, Gregorio Pardo y el retablo de San Nicolás”, en Toletum, vol. XIV-XV (1981), págs. 30-47; I. Mateo Gómez, “Juan Correa de Vivar y el retablo de la iglesia de San Nicolás de Toledo”, en Archivo Español de Arte, vol. LIV (1981), págs. 448-449; Juan Correa de Vivar: Virgen de una Anunciación, Oviedo. Museo de Bellas Artes de Asturias, 1981, n.º 2; I. Mateo Gómez y M. Díaz Padrón, “Juan Correa de Vivar y los retablos del convento de Clarisas de Griñón (Madrid)”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, vol. XVIII (1981), págs. 91-97; I. Mateo Gómez, “Pintura toledana de la segunda mitad del siglo XVI”, en VV. AA., El Toledo de El Greco, catálogo de exposición, Madrid, Ministerio de Cultura, 1982, págs. 112-130; “Juan Correa de Vivar y el retablo de la Natividad de Guisando”, en Boletín del Museo del Prado (1982), págs. 163-168; J. M. Cruz Valdovinos, “Retablos inéditos de Juan Correa de Vivar”, en Archivo Español de Arte, vol. LV (1982), págs. 351-374; I. Mateo Gómez, Juan Correa de Vivar, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1983; “La huella de Rafael y de Giulio Romano en la obra de Juan Correa de Vivar”, en Boletín del Museo del Prado, vol. IV, n.º 11 (1983), págs. 104-107; “Juan Correa de Vivar y el retablo mayor de Herrera del Duque (Badajoz)”, en Revista de Estudios Extremeños, 1985, págs. 515-534; “Juan Correa de Vivar y el retablo de Calzada de Calatrava”, en Cuadernos de Estudios Manchegos, 1987, págs. 218-229; “Nueva aportación al catálogo de la obra de Juan Correa de Vivar”, en Archivo Español de Arte, vol. LXI (1988), págs. 313-318; “Nuevas obras de Juan Correa de Vivar y su círculo”, en Academia, 1994, págs. 295-314; “Retablos de Juan Correa de Vivar para una capilla funeraria”, en VV. AA., Homenaje al Profesor Martín González, Valladolid, Universidad, 1995, págs. 525-531; “La Pintura toledana en tiempos de Carlos V”, en VV. AA., Carlos V y las Artes, Valladolid, Universidad, 2000, págs. 235- 254; “Breviario de Carlos V”, en Carolus, Keizer Karel V, 1500- 1558, Gent, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, pág. 180, n.º 28; I. Mateo Gómez y A. López-Yarto Elizalde, La pintura toledana de la segunda mitad del siglo XII, Madrid, CSIC, 2003, págs. 168-213.

 

Isabel Mateo Gómez