Cornelius Scipio Calvus, Cnaeus. Cneo Cornelio Escipión. Italia, p. m. s. III a. C. – Sur de España, 211 a. C. Cónsul y militar romano.
Fue hijo de Lucio Cornelio Escipión, hermano mayor de Publio Cornelio Escipión y tío de Publio Cornelio Escipión Africano. Designado cónsul de Roma el año 222 a. C. junto a Marco Claudio Marcelo, intervino con él en esa fecha en diversas operaciones militares en el norte de Italia.
En el año 218 a. C., mientras su hermano volvía a Italia para hacer frente a Aníbal en la llanura del Poo, Cneo se dirigió con la flota romana desde las bocas del Ródano hacia Hispania, desembarcando en Ampurias (Polibio, Historias, 3, 49, 4; 3, 76, 1). Aquí su tarea inicial fue la de atraerse aliados entre las poblaciones locales, reclutar unidades auxiliares de apoyo (Livio, Historia de Roma [ab urbe condita], 21, 60) y constituir así un espacio seguro para las operaciones de las tropas romanas en la zona situada al norte del Ebro.
De estos primeros momentos datan los enfrentamientos con el cartaginés Hannón y la elección de Tarraco (Tarragona) como la gran base romana de operaciones en los primeros años de la segunda Guerra Púnica, lo que debió contribuir al crecimiento y fortificación de la ciudad. En esta ciudad pasaron las tropas romanas el invierno del año 218-217 a. C. Plinio (Historia Natural, 3, 21) llegó a decir que Tarraco fue creación romana como Carthago Nova lo había sido de los cartagineses (Tarraco Scipionis opus sicut Carthago Nova punicorum).
El principal acontecimiento militar de estos años fue la batalla naval establecida entre la flota de Cneo y la del cartaginés Asdrúbal en la desembocadura del Ebro el año 217 a. C. La victoria romana confirmó la superioridad marítima de Roma y aseguró a las tropas de los Escipiones una clara hegemonía en esta zona septentrional de la costa peninsular y en las tierras del interior.
El éxito animó al Senado romano a reforzar el contingente militar de Hispania y a entregar de nuevo el mando de la guerra a Publio Cornelio Escipión con el rango de procónsul. Su llegada a Hispania con una nueva flota (Polibio, Historias, III, 97, 2) señala el inicio de las operaciones hacia el sur peninsular de las tropas romanas.
A partir de este momento, Cneo actuaría ya a las órdenes de su hermano Publio (véase su biografía). La deserción de los aliados celtíberos y la separación de los ejércitos de Cneo y Publio en el 212/211 a. C. para atender diversos frentes, facilitaron la recuperación cartaginesa y precipitaron la derrota romana frente a Asdrúbal y la muerte de ambos generales romanos.
Por Livio y Appiano se sabe que la muerte de Cneo tuvo lugar treinta días después de la de su hermano Publio; respecto al año de esa defunción, aunque por el relato de los acontecimientos del período parece que se habría producido en el 212 a. C., Tito Livio asegura que permaneció en Hispania durante ocho años, lo que nos llevaría al período 218-211 a. C. y señalaría este último como el de la muerte de ambos hermanos, opinión que se viene aceptando desde Mommsen. Sus funerales tuvieron lugar el año 207/206 a. C. en Carthago Nova, tras la conquista de la ciudad por las tropas de su sobrino Publio Cornelión Escipión Africano.
Bibl.: W. Henze, “Cn. Cornelius Scipio Calvus”, en Paulys Realencyclopädie der classischen Altertumswissenschaft, vol. VII, Stuttgart, 1900 (Stuttgart, Alfred Druckenmüller, 1970), col. 1491-1492; G. Giannelli, Roma nell’età delle guerre puniche, Bologna, Cappelli, 1938; L. Homo, L’Italie primitive et les débuts de l’impérialisme romain, Paris, Albin Michel, 1938; H. H. Scullard, Roman Politics, 220-150 B. C., Oxford, Clarendon, 1951; A History of the Roman World 753-146 B.C., London, 1951 (London, Routledge, 3.ª ed., 1991); F. Walbank, A Historical Commentary on Polybius, Oxford, Clarendon Press, 1957 (1967²); E. Badian, Foreign Clientelae (264- 70 B.C.), Oxford, Clarendon Press, 1958; J. M.ª Blázquez, “Las relaciones entre Hispania y el norte de África durante el gobierno bárquida y la conquista romana (237-19 a. C.)”, en Saitabi, 11 (1961), págs. 21-43; “Las alianzas en la Península Ibérica y su repercusión en la progresiva conquista romana”, en Revue Internationale des Droits de l’Antiquité, 47 (1967), págs. 209-243; P. A. Brunt, Italian Manpower 225 BC-AD 14, Oxford, Clarendon Press, 1971; A. Sancho Royo, “En torno al tratado del Ebro entre Roma y Asdrúbal”, en Habis, 7 (1976), págs. 75-110; N. Santos Yanguas, “El tratado del Ebro y el origen de la Segunda Guerra Púnica”, en Hispania, 136 (1977), págs. 269-298; J. M. Roldán, La República romana, Madrid, Cátedra, 1981; A. Díaz Tejera, “Introducción”, en Polibio. Historias, libros I-IV, Madrid, Gredos, 1981; C. Nicolet et al., Roma y la conquista del mundo mediterráneo 264-27 a. C. 2. La génesis de un Imperio, Barcelona, Labor, 1984; A. E. Astin et al., Rome and the Mediterranean to 133 BC (Cambridge Ancient History, VIII), Cambridge University Press, 1989; W. H. Harris, Guerra e imperialismo en la Roma republicana, Madrid, Siglo XXI Editores, 1989; J. M. Roldán, El imperialismo romano. Roma y la conquista del mundo mediterráneo (264-133 a. C.), Madrid, Síntesis, 1994; M. Salinas, El gobierno de las provincias hispanas durante la República romana (218-27 a. C.), Salamanca, Universidad, 1995; A. Díaz Tejera, El Tratado del Ebro y el origen de la Segunda Guerra Púnica, Madrid, 1996; J. S. Richardson, The Romans in Spain, Oxford, Blackwell, 1996; J. M. Roddaz, “Les Scipions et l’Hispanie”, en Revue des Études Anciennes, 100 (1998), págs. 341-358; J. M. Roldán, Historia Antigua de España, I. Iberia prerromana, Hispania republicana y alto imperial, Madrid, UNED, 2001; A. K. Goldsworthy, Las guerras púnicas, Barcelona, Ariel, 2002.
Juan Manuel Abascal