Estesícoro de Himera. Stesichorus. Mataurus (sur de Italia) o Himera (Termini, Sicilia), c. 632/629 a. C. – Himera, c. 556/553 a. C. Escritor y mitógrafo.
Fue natural de Mataurus (Esteban de Bizancio, s.v. Matauros), aunque vivió y murió en la ciudad siciliana de Himera, como testimonian Plutarco, Aristóteles, Platón e incluso Cicerón (Verrinas, 2, 2, 35), que recuerda que en esta ciudad —a la que debía su apodo— había una estatua suya. Según Suidas, el léxico griego del comentarista bizantino del siglo x de nuestra era, tuvo dos hermanos, llamados Mamertinus y Helianax.
Contemporáneo de Safo, es el máximo representante de la poesía coral griega anterior al clasicismo y ejerció una gran influencia sobre autores posteriores.
Escribió diversos poemas relacionados con la guerra de Troya, una Orestiada que influiría en la de Esquilo, una versión del mito de Helena y otras obras, que se conservan sólo fragmentariamente en papiros griegos de Egipto.
Entre sus poemas se encuentra Geryoneis, una versión lírica del mito de los rebaños de Gerión, la más antigua leyenda sobre la Península Ibérica, de la que fue el primer y principal difusor literario. La obra, compuesta al menos por unas 1.500 líneas de las que sólo conservamos fragmentos, se encuentra resumida en uno de los pasajes de la Biblioteca mitológica de Apolodoro (II.5.10) que trata sobre el décimo de los trabajos encomendados a Heracles (Hércules) por Euristeo para poder alcanzar la inmortalidad. A partir de este texto de Estesícoro y de fragmentos de otros autores, Estrabón ya vinculó el mito de Gerión con Iberia (Estrabón, Geografía, 3, 2, 11 [148], 3, 2, 13 [150] y 3, 5, 4 [169]).
El pasaje de Apolodoro que trata sobre este décimo encargo indica que consistía en robar los rebaños de toros de Gerión —hijo de Crisaor y de Callirroe— que pastaban en Eriteia, una isla situada en las proximidades de Gadeira (Cádiz). Según el relato, Heracles llegó a Tartessos y allí levantó las dos columnas que conmemoraban su viaje en los límites de Europa y África (las columnas de Heracles que la tradición griega situaba entre el Mediterráneo y el Atlántico, cerca de Gibraltar); obtuvo de Helios —el sol— la copa con la que éste cruzaba a diario el cielo y llegó a Eriteia, donde primero mató al pastor Euritión y a su perro Orto, para enfrentarse luego al propio Gerión, al que también derrotó; tras esto, embarcó el rebaño en la copa de Helios y regresó a Tartessos, donde la devolvió antes de iniciar su vuelta con el rebaño a Tirinto.
El mito, que había aparecido ya en la pintura de los vasos griegos antes del relato de Estesícoro, alcanzó una gran popularidad a partir de mediados del siglo vi a. C. a raíz de la difusión de este texto.
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Juan Manuel Abascal