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Andrés Díez Venero de Leiva

Biografía

Díez Venero de Leyva, Andrés. Burgos, 1515 – Madrid, 1.VII.1576. Fiscal y oidor del Consejo y Contaduría de Hacienda, presidente de Santa Fe.

Hijo de Pedro Díez de Leyva y de María Venero, vecinos de Lences en Burgos.

Desde su Lences natal pasó a Valladolid, donde se graduó de bachiller en Cánones, leyó por sustitución la cátedra de Sexto y fue catedrático de la “media multa” de la de Vísperas de Cánones cuando ingresó al Colegio Mayor de Santa Cruz (10 de agosto de 1548), obteniendo los grados mayores de licenciado y doctor en Cánones en 1552. En continuación de su carrera de cátedras, a la muerte del doctor Escudero, obtuvo sin opositor alguno la de Vísperas de Cánones (1552) y, decían sus compañeros de colegio, fue “grande la honra que ganó en llevarla sin que se le atreviese nadie a competirla” y, sin olvidar a su colegio en el momento de su muerte, en su testamento le “mandó una fuente de plata”.

Siendo ya “abogado famoso” de la Audiencia y Chancillería Real de Valladolid se le destinó a la fiscalía de la Contaduría Mayor de Cuentas (1554) en sustitución del licenciado Bustamante, pero rehusó este oficio y tras ello se le encomendaron diversas comisiones del Real Servicio en las que estuvo a las órdenes de Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, II conde de Mélito, y de Gutierre López.

Poco tiempo después, cuando se había solicitado a algunos consejeros que marcharan a América (1557), el doctor Venero de Leiva se dirigió al Monarca, “queriendo emplear su mocedad en servicio de V. Magd.”, para representarle su deseo de pasar a las Indias en una de las plazas letradas a las que no irían los consejeros a quienes se le había pedido, pero no tuvo éxito en esta petición y permaneció en el despacho de Comisiones Reales hasta que fue nombrado oidor del Consejo y Contaduría Mayor de Cuentas (1560).

Habiéndose decidido el establecimiento de una Real Audiencia en la ciudad de Santa Fe del Nuevo Reino de Granada, los primeros provistos para ejercer su presidencia no habían llegado a tomar posesión de tal oficio y así, al saberse por el Consejo de Indias que el provisto y antiguo oidor del Consejo Real de Navarra, doctor Francisco Díaz de Arbizu, había perecido en un naufragio, se nombró a Venero de Leyva para sucederle y así se le despachó título de presidente de la Real Audiencia de Santa Fe del Nuevo Reino de Granada (17 de septiembre de 1562) y a los pocos meses se le concedió la licencia para embarcar a aquel destino (6 de marzo de 1563), en el que ya se hallaba en febrero de 1564.

Una de sus primeras actuaciones fue tomar la residencia al antiguo oidor Melchor Pérez de Arteaga y se ocupó en organizar las labores de la Real Audiencia que, a juicio de los vecinos y corporaciones, mejoró notablemente en el despacho al igual que en la armonía de sus ministros. Una de sus principales preocupaciones fue la de procurar la población de muchos territorios de su gobernación y así dispuso la fundación de diversas villas, entre ellas la villa de Leiva (1572), en la que se asentaros varias familias de labradores llegadas de los Reinos de España. Procuró, también, el cuidado y buen tratamiento de los indios instando por que se cumpliera la legislación real, sobre todo en cuanto a la supresión del servicio personal de los naturales y en reglar las labores de aquellos que se destinaban al trabajo de las minas, celando, igualmente, por que los ministros de la audiencia practicaran la visita de la tierra para fiscalizar el trato y situación de los naturales y en el mismo orden de cosas puso especial atención a la evangelización y educación de los indios, plantándose más de cuarenta iglesias y dotándose varias escuelas en las misiones y por ello el autor del El carnero podía escribir que “ayudó mucho a la conversión de los naturales”. Instó, también, por incrementar el beneficio de las minas de oro y plata y por incrementar las labores en las pedrerías, si bien en sus últimos años de gobierno informaba del decaimiento de muchos minerales y de la bajeza de la ley de los yacimientos de plata que se habían descubierto.

Fue nombrado Francisco Briceño para sustituirle en el gobierno del Nuevo Reino y presidencia de la Real Audiencia de Santa Fe (16 de diciembre de 1572), quien entró en la ciudad casi un año y medio más tarde (20 de marzo de 1574) y tres días después publicó la residencia de su antecesor, la que concluyó a comienzos del año siguiente (febrero de 1575) y en la flota de este último año (1575) embarcó el doctor Venero de Leiva a los reinos de España en compañía de su mujer y allí ocuparía los pocos meses de vida que le quedaban en defenderse de los cargos que se le habían puesto en su residencia.

Hay una cuestión, aún dudosa, sobre la carrera del doctor Venero de Leyva, pues ciertos autores le dan como ministro del Consejo de Indias. Lo cierto es que, por Real Cédula fechada en Madrid el 24 de febrero de 1563, para que en el cargo de presidente fuera “más honrado”, se dispuso que “tengays titulo del nro. Consejo de las Indias y os podays nombrar y llamar del desde luego del dicho nro Consejo y acabo el tiempo que habeis de servir el dho officio de presidente y haviendo dado buena quenta del, y venido a estos reynos os mandaré dar ejecución para que el dicho Consejo os reciba [...], sin embargo que a la sazon quando bolvieredes no esté plaça vaca de losd el nro Consejo”. En esta conformidad, desde que asumió la presidencia en Santa Fe comenzó a titularse en algunas provisiones suyas como del Consejo de Indias y, al observar esto, el referido Consejo iba a advertir al Monarca que: “no se sabía que V. Mag. le oviese hecho merced del dicho titulo” e, informándose sobre este asunto, no se halló en los libros de la secretaría título alguno, pero “anse hallado, decía el Consejo, algunas personas de crédito que dizen averlo visto y deponen de su tenor”, sin perjuicio de lo cual los consejeros manifestaban la inconveniencia de que se titulara como consejero de Indias hallándose en el Nuevo Mundo, pero debió aparecer el título que se ha referido, porque la dicha consulta no lleva por fecha más que el mes de agosto de 1565, sin día, y carece de toda real resolución, por lo que no debió llegar a las reales manos.

La cuestión de su futura plaza en el Consejo de Indias volvió a plantearse cuando el doctor Venero se hallaba de regreso en la Corte, porque allí, después que se vio en el Consejo su visita (1575), en consulta “a boca” con el Monarca “se consultó que no convenía viniesse al Consejo y V. M. mandó se hiciesse así”. Esta decisión es la que debió mover al doctor Venero a instar por que se le permitiera volver al ejercicio de su plaza en la Contaduría Mayor de Cuentas, sobre lo que Felipe II pidió el parecer del Consejo de Indias, el cual, en nueva consulta (31 de abril de 1575), le hizo presente que, hallándose aún sin determinar los cargos de la visita y que algunos de ellos: “parece al Consejo que no suenan bien, y que será de menos inconveniente, ya que el Doctor Venero hasta ahora no ha entrado en la Contadoria, que se entretenga así sin hacer novedad hasta que se acaben de ver sus procesos”, parecer con el que se conformó el Rey: “Paresceme bien lo que aqui dezis”.

En el curso de la citada visita, el Consejo de Indias le puso culpa por catorce cargos y por otros catorce le puso culpa grave, siendo los más de ellos “de haber recibido él y su mujer esmeraldas y otras cosas y dos dellos de haber tratado”, por todo lo cual fue condenado en 1.990 ducados y consultó el Consejo (31 de enero de 1576), que parecía que debía ser “suspendido de todo officio de justicia de Indias por tiempo de cinco años” y Felipe II, sin tomar resolución definitiva, ordenó al Consejo que volviera a tratar de esta materia para saber su dictamen sobre si las suspensiones de oficios en Indias también debían serlo para oficios en Castilla. Tratado este negocio nuevamente por Consejo de Indias, consultó al Monarca (7 de febrero de 1576), que el Consejo se resolvía “en condemnarle en suspensión de todo officio de justicia de V. M. y que sea por tres años, que con esto está excluydo de lo de acá y de lo de allá” y esta vez se conformó el Monarca: “Pues parece esto, podrase hazer assi”. Con ello vio el doctor Venero de Leiva cerrada la puerta a sus pretensiones de ingresar al Consejo de Indias o de volver a su plaza en la Contaduría Mayor de Cuentas y murió al cabo de unos meses. Tras su muerte, hallándose pendiente la suplicación de la sentencia de su visita y residencia, el Consejo de Indias, atendiendo “a que era ya muerto, revocó la suspensión y moderó algunas condenaciones pecuniarias y quedó condenado en mil y veinte seys ducados” y así lo aprobó Felipe II a consulta del referido Consejo (12 de octubre de 1576).

Contrajo matrimonio en los Reinos de España con María de Ondegardo y Zárate, hija que era de López Díaz de Ondegardo y de Jerónima de Zárate. De esta unión nacieron en los reinos de España: Juan, Lope, Luis y Francisco de Venero, que pasaron junto a sus padres al Nuevo Reino de Granada (1563), donde le nacerían otros cinco vástagos.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5537, l. 2, fol. 283v.; 5787, n. 1, l. 2, fol. 172r.- 172v.; Indiferente General, 738, n. 5, 77, 150, 151, 170, 171, 235; Indiferente General, 1966, l. 14, fols. 272r., 392v.; Patronato, 195, r. 23; Santa Fe, 16, r. 11, n. 19; Santa Fe, 16, r. 16, n. 37; Santa Fe, 16, r. 17, n. 41, 45; Santa Fe, 16, r. 18, n. 48; Santa Fe, 16, r. 19, n. 51; Santa Fe, 60, n. 19; Santa Fe, 65, n. 30, 32; Biblioteca Histórica de Santa Cruz de Valladolid, Colegio de Santa Cruz, lib. 22, fols. 55v.-56r.

J. de Roxas y Contreras, Historia del Colegio de S. Bartholomé [...] Segunda parte. Tomo I. Que contiene las vidas de los cinco eminentísimos y excelentísimos fundadores de los Insignes Colegios Mayores [...] y un catálogo de los excelentes varones que han vestido sus becas. A que siguen las entradas de los que desde el año de 1640 hasta el de 1768 han sido elegidos en el Mayor de San Bartholomé, I, Madrid, 1768, fols. 54, 58; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, t. II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1947, págs. 78, 138, 153, 210 y 498; V. Beltrán de Heredia, Cartulario de la Universidad de Salamanca, t. V, Salamanca, Universidad, 1971, pág. 213; J. M. Porro Gutiérrez, Venero de Leiva. Gobernador y primer presidente de la audiencia del Nuevo Reino de Granada, Valladolid, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Valladolid, 1995; M.ª de los A. Sobaler Seco, Catálogo de Colegiales del Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid (1484- 1786), Valladolid, Universidad, 2000, pág. 109.

 

Javier Barrientos Grandon

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