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Benjamín Keene

Biografía

Keene, Benjamín. King’s Lynn, Norfolk (Gran Bretaña), 1697 – Madrid, 15.XII.1757. Diplomático y embajador británico en España.

Nacido en el seno de una familia afecta a la causa whig, era hijo de Charles Keene, hombre de negocios y primer alcalde de King’s Lynn, entre 1714 y 1715, y Susan Rolfe. Su abuelo materno, Edmund Rolfe, fue agente de elecciones del que luego sería primer ministro británico Sir Robert Walpole, quien desempeñaría un papel determinante en la carrera política de Keene ejerciendo como su protector desde época muy temprana, y que más tarde le describiría como un “tipo agradable, gordo, perezoso y de conocimientos universales”.

Keene recibió una esmerada educación en la escuela superior local y se graduó en Leyes en 1718, para continuar estudios en la Universidad de Leiden (Países Bajos).

A la edad de veintitrés años fue enviado a España como agente, o spanish commissioner, de la Compañía inglesa del Mar del Sur (South Sea Company), iniciándose así en una brillante y larga carrera diplomática.

Como supervisor de las acciones conducentes a la firma del Asiento ajustado entre España e Inglaterra para que las compañías inglesas surtiesen a las Indias Occidentales de esclavos negros, Keene criticaba las demandas y exigencias de las comunidades mercantiles de las ciudades británicas (como Bristol).

En 1727 fue promovido a ministro plenipotenciario con motivo del inicio de los preliminares para el Tratado de Sevilla, encabezando la delegación británica en las reuniones con los ministros españoles José Patiño y el marqués de la Paz. Estas cuestiones se alargaron hasta 1732. Su ascendencia al cargo de embajador en España se produjo en 1734 tras la marcha de William Stanhope, Lord Harrington, como ministro británico en Madrid. Su papel fue crucial para el curso de los negocios hispano-británicos en años de difíciles relaciones entre ambas naciones, ya que las disputas anglo-españolas en relación al comercio británico en el Caribe, interceptado a veces de forma violenta por los guardacostas españoles, así como la reacción del gobierno español contra la expansión inglesa en Norteamérica, se fundieron con el conflicto de la Guerra de Sucesión austríaca.

En enero de 1739 tuvo la difícil tarea de coordinar los acuerdos de la impopular Convención de El Pardo, con objeto de pacificar las relaciones comerciales hispano-británicas en el Caribe y el Golfo de México.

En septiembre de ese mismo año tuvo que huir de España con motivo de la guerra desatada tras el incidente de la oreja de Jenkins. La anécdota de la oreja cortada al capitán de la East India Company, Robert Jenkins, en abril de 1731, produjo, junto con otros acontecimientos, una dura opinión pública contra España en el Parlamento inglés, cuyos representantes querían la guerra a toda costa. En este contexto destaca la labor de Keene como negociador de la paz y árbitro entre unos intereses que en ese momento ya eran irreconciliables. Fue quizás por ello por lo que a su regreso a Londres, y a pesar de los distintos cargos y reconocimientos que recibió a su llegada, su residencia en su país natal no fue todo lo cómoda que esperaba. Ocupó un puesto en la House of Commons (1740) y fue nombrado miembro de la Board of Trade (1741), entornos en los que tenía algunos enemigos por su filiación anterior a la causa española.

Su biógrafo, sir Richard Lodges, afirmaba que Keene detestaba la vida parlamentaria y los problemas internos de Gran Bretaña, por lo que pronto solicitó la embajada de Portugal, adonde viajó en 1746. Allí destacó por su labor de acercamiento a la España de Fernando VI, pero fracasó en algunos asuntos relacionados con la petición de Gibraltar que el Gobierno español puso como precio para abrir una nueva vía de relaciones anglo-españolas. Aun así, el 5 octubre de 1750 firmó un tratado comercial entre España y Gran Bretaña y continuó trabajando por el restablecimiento de estas relaciones, sobre todo en lo concerniente a cuestiones mercantiles.

Incluso él mismo inició negocios por su cuenta en puertos españoles, como ejemplifica algún caso, como el de la mediación que Keene estableció con Benning Wentworth, comerciante de Portsmouth (luego nombrado gobernador de New Hampshire), para la venta a la Corona española de un cargamento de madera de roble. El negocio se llevó a cabo entregando el material en el puerto de Cádiz, aunque, tras ausentarse el agente que hizo el trato, el sustituto se negó a pagar. Tras el naufragio del barco en el viaje de vuelta, del que la tripulación fue rescatada, Wentwoth se declaró en bancarrota, regresando a España para reclamar la deuda a través de los contactos de Keene en Madrid, algo que, sin embargo, nunca logró.

Benjamín Keene regresó a Madrid en los últimos años de su vida, donde falleció en 1757.

 

Obras de ~: The private correspondence of Sir Benjamín Keene, intr. y notas de R. Lodges, Cambridge, University Press, 1933.

 

Bibl.: B. Williams, Stanhope. A Study in Eighteenth-century war and diplomacy, Oxford, Clarendon Press, 1932; Mac Lachlan, Trade and Peace with old Spain, 1667-1740, Cambridge, University Press, 1940; J. Black, British Foreign Policy in the Age of Walpole, London, 1985; J. A. de Béthencourt Massieu, Relaciones de España bajo Felipe V: del Tratado de Sevilla a la Guerra con Inglaterra (1729-1739), Valladolid, Universidad, 1998; Ph. Woodfine, Britannia’s Glories, The Walpole ministry and the 1739 war with Spain, London, The Royal Historical Society, 1998.

 

Ana Crespo Solana

 

 

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