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Bernardino Tovar

Biografía

Tovar, Bernardino. Toledo, c. 1490 – c. 1545. Sacerdote, teólogo humanista, erasmista.

Natural de la ciudad de Toledo, era hermano de madre de Juan, Francisco e Isabel de Vergara, todos ellos reconocidos seguidores de las doctrinas de Erasmo. Estudió en la Universidad de Alcalá, pasando en 1510 a la de Salamanca, donde posiblemente se matriculó en Derecho. En esta ciudad conoció a la beata Francisca Hernández, suspecta de alumbradismo, a quien en 1519 la Inquisición prohibió todo trato con Tovar y otros seguidores suyos. Sin embargo, la relación se mantuvo hasta que Juan de Vergara consiguió en 1522 llevarse a su hermano consigo a Alcalá. A pesar de todo, hasta 1524 mantuvo relación epistolar con ella, rompiendo definitivamente con la beata cuando cayó en manos de otra mujer, María Cazalla, que ejercía una gran influencia sobre los clérigos erasmizantes de Alcalá. En 1525 fue propuesto al almirante de Castilla, Fadrique Enríquez, para evangelizar sus estados de Medina de Rioseco al frente de doce apóstoles. La idea había surgido de un clérigo vizcaíno, Juan López de Celain, pero Tovar recelaba de este hombre y no quiso participar en la empresa. Prefirió seguir en Alcalá, cuidando y acrecentando la biblioteca de su hermano y atrayendo a sí a un grupo de clérigos que admiraban su cultura y piedad; con el tiempo todos serán acusados de erasmismo o luteranismo. Su proselitismo y su amistad con Alonso Ruiz de Virués, Juan de Valdés o Miguel de Eguía llegaron a oídos del propio Erasmo, que reconoció su valía.

El 2 de diciembre de 1529 Bernardino de Tovar se vio precisado a responder a preguntas de la Inquisición acerca de su posible luteranismo. Cometió el error de acusar a la beata Francisca Hernández y ésta, a su vez, lo tachó de alumbrado, erasmista y luterano, sin caer en la cuenta de la incongruencia que suponía tener a Tovar por seguidor de Lutero desde 1518. Sin embargo, entre julio y agosto de 1530 la beata declaró contra Tovar de forma bien explícita, lo que motivó que fuera detenido por la Inquisición de Toledo en septiembre de ese mismo año. Desde la cárcel se defendía de las muchas acusaciones de la beata, ayudado por su hermano Juan de Vergara, con quien mantenía correspondencia en secreto. Descubierta ésta en abril de 1533, Juan fue también detenido en junio y acusado de herejía. El 21 de diciembre de 1535 se dictó sentencia contra él, siendo condenado a un año de reclusión en un monasterio y al pago de una multa. Sin embargo, la causa contra su hermano quedó paralizada por razones que se desconocen y sólo se reabrió en 1541. Se ignora la sentencia, pero al parecer fue obligado a abjurar de vehementi y condenado a una pena similar a la que sufrió su hermano.

 

Bibl.: J. Goñi, “Tovar, Bernardino”, en Q. Aldea Vázquez, T. Marín Martínez, J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1975, págs. 2587-2592; J. L. González Novalín, “La Inquisición española”, en J. L. González Novalín (dir.), Historia de la Iglesia en España, vol. III/2, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1980, págs. 171-173; M. Bataillon, Erasmo y España, México, Fondo de Cultura Económica, 2007, págs. 177-180, 440-448 et passim.

 

Miguel C. V ivancos Gómez, OSB