Aragón, Isabel de. ?, c. 1302 – Viena (Austria), 1330. Infanta de Aragón, reina de Romanos, duquesa de Austria y Estiria.
Tercera hija de Jaime II de Aragón y de Blanca de Anjou o Nápoles. Es la sexta de los diez hijos nacidos de dicho matrimonio. De salud débil y enfermiza, pasó la mayor parte de su niñez, sobre todo después de la muerte de su madre en 1310, en el Palacio Real de Valencia. Fue educada junto a su hermana Constanza bajo la vigilancia de la emperatriz de los griegos, Constanza, hermana del infortunado rey Manfredo de Sicilia y viuda del destronado emperador de Bizancio Juan Dukas Vatatzés. En 1311, se iniciaron las negociaciones para casarla, a una edad muy joven, con Federico el Bello, hijo del emperador de Alemania, Alberto I, e Isabel de Carintia. De él dice Zurita que era “uno de los más lindos moços del mundo”.
Los solemnes y brillantes esponsales por poderes tuvieron lugar el 8 de octubre de 1313 en la catedral de Barcelona, siendo presididos por Jaime II, que acudió acompañado del resto de sus diez hijos, excepto María y Constanza, ya casadas en Castilla. Rudolf von Lichtenstein representó al esposo. En el viaje para trasladarse a Alemania fue acompañada por Guillermo Vilamarí, obispo de Gerona, y el caballero Felipe de Saluces, a los que el Rey encomendó que vigilasen la salud de su hija. La comitiva pasó por Perpiñán, visitó al pontífice Clemente V en Aviñón y llegó a territorio del esposo en donde el 28 de abril de 1315 tuvo lugar la ceremonia de la boda definitiva en Ravensburg.
Antes, el 19 de octubre de 1314, Federico había sido coronado rey de Romanos en Bonn, título previo al de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Isabel de Aragón fue coronada reina de Romanos el 11 de mayo de 1315 en Basilea. Esta fastuosa ceremonia llamó la atención de los componentes del séquito de la infanta.
Las pretensiones de Federico el Bello de ser coronado emperador toparon con las de su primo Luis de Baviera, estallando una guerra entre ambos pretendientes.
Como consecuencia de la cual y para reducir gastos, Federico dispuso que todo el séquito que Isabel había traído se volviese a su lugar de origen.
Isabel tuvo tres hijos, el primero fue un varón que recibió el nombre de Federico, pero murió a los pocos días; después tuvo dos hijas, Isabel y Ana.
Todos ellos nacieron en Viena, ciudad en la que Isabel hizo levantar una iglesia dedicada a san Luis de Tolosa, santo canonizado en 1316, que fue obispo de dicha ciudad y hermano de Blanca de Anjou, su madre.
Federico fue derrotado y hecho prisionero en 1322 en la batalla de Mühldorf por su primo Luis de Baviera.
Este hecho marcó la vida de Isabel, que se dedicó a una intensa vida espiritual, llena de penitencias y de mortificaciones, que sin duda alguna minaron su ya de por sí débil salud. De vuelta de su cautiverio, Federico casi no pudo ser reconocido por su esposa, debido a que padecía cataratas.
Algún cronista de la época afirma que Federico a su regreso a palacio se alejó afectivamente de su esposa, abandonándose a una vida poco edificante y a mantener relaciones con una cierta dama que vivía como religiosa en un monasterio. El 12 de julio de 1330 moría Isabel a los veintiocho años viuda en Viena, ya que su esposo había fallecido cinco meses antes. Durante los últimos años de su vida, su hermano el infante Alfonso le comunicó por carta que el médico Jaime Sa Roca pronto llegaría a Viena para atender su enfermedad. Un contemporáneo dijo de ella: “Vivió siempre dócil y humilde, fue piadosa, amiga de la verdad, prudente, pudorosa y devota”.
En el Archivo Nacional de Viena se conservan documentos con el sello utilizado por Isabel de Aragón, en donde se puede leer la siguiente leyenda: Elisabeth +Dei+gratia+Regina+Romanorum.
Bibl.: H. Von Zeissberg, Elisabeth von Aragonien, Gemahlin Friedrichs des Schönen von Österreich, Viena, 1898; J. Schraeder, Isabela von Aragonien, Gemahlin Friedrichs des Schönen von Österreich, Berlin, 1915; J. E. Martínez Ferrando, Els fills de Jaume II, Barcelona, Aymà, 1950; S. Claramunt, “La política matrimonial de la casa condal de Barcelona y real de Aragón desde 1213 hasta Fernando el Católico”, en Acta Historica et Archaeologica Mediaevalia (Barcelona), 23-24 (2003), págs. 195-235.
Salvador Claramunt Rodríguez
