Bustos y Castilla-Portugal, Rafael de, Marqués de Corvera (VIII). Huéscar (Granada), 28.IV.1807 – Archena (Murcia), 16.III.1894. Abogado y ministro.
El hijo primogénito de Rafael de Bustos y Sagade Bogueiro, VII marqués de Corvera y IX vizconde de Rías, nació, como su padre, en Huéscar. Su madre, Rosa de Castilla-Portugal y Baillo, era natural del Campo de Criptana. A pesar de la procedencia por vía paterna de la citada ciudad granadina, la familia residió en tierras murcianas. Rafael de Bustos se licenció en Derecho y ejerció la abogacía en Murcia.
Se casó con María Teresa Riquelme y Arce, III marquesa de las Almenas y dama noble de la Banda de María Luisa. Tuvieron tres hijos, quienes llevaron el apellido de Bustos y Riquelme: Rafael, que permaneció soltero; María Dolores, posteriormente IV marquesa de las Almenas, Grande de España y la continuadora de la línea familiar; y la menor Rosa María, nacida en 1847, luego marquesa de Salinas del Río Pisuerga, dama de la Banda de María Luisa y de la Laureada y Síndica de las Capuchinas, casada y sin descendencia.
El 16 de enero de 1848 falleció el VII marqués de Corvera y Rafael de Bustos y Castilla-Portugal heredó el título, como primogénito que era. A su hermano correspondió el de vizconde de Rías. Aparte de los negocios que llevó en Madrid (donde estableció su domicilio en la calle Cuesta de la Vega, número 5), residió también en la localidad murciana de Archena.
En ella compró, hacia 1851, un balneario en el llamado Parque de los Baños, que reformó añadiéndole nuevos edificios con cierto lujo.
Más tarde entró en política, y consiguió ser diputado a Cortes por su provincia durante varias legislaturas.
En los primeros gabinetes de la Unión Liberal fue gobernador civil de Madrid. Asimismo, recibió el encargo de ocuparse del Ministerio de Fomento en el gabinete de O’Donnell (durante el llamado “gobierno largo”) formado el 30 de junio de 1858, y que se prolongó hasta el 17 de enero de 1863. Empero, el marqués de Corvera abandonó el Ministerio de Fomento el 21 de septiembre de 1861, habiendo sido relevado por Antonio Aguilar Correa, marqués de la Vega de Armijo. Hasta que el segundo ocupó el cargo, el 18 de diciembre de aquel año, lo desempeñó José Posada Herrera. Asimismo, durante el período entre el 14 de julio y el 2 de agosto de 1860 ejerció como interino en el Ministerio de Gracia y Justicia, en ausencia de su titular Santiago Fernández Negrete. Por otra parte, el 14 de julio de 1858 había sido propuesto para senador vitalicio, cargo que juró el 20 de diciembre de aquel año, y que ejerció en la legislatura 1858-1860. Como es bien sabido, aquel período del unionismo se caracterizó por el centrismo que pretendía representar dicho partido, competencia en su gestión (con facilidad acude a la mente el término de “tecnócratas”, como señala el profesor Cuenca Toribio) y el desarrollo socioeconómico del país, desde el crecimiento de las ciudades a la promulgación de la nueva Ley de Minas en 1858, y el desarrollo del ferrocarril por toda la Península.
Asimismo, fue una época de activo intervencionismo proyectado hacia el exterior.
Su carrera política continuó durante el Sexenio Revolucionario.
Fue senador por la provincia de Murcia durante la legislatura de 1871-1872, habiendo conseguido su acta en abril del primer año. En mayo de 1872 fue reelegido para el cargo tras haberse procedido al sorteo para la renovación parcial de los senadores por la provincia de Murcia. La proclamación de la Primera República parece que significó un cierto repliegue de su actividad pública.
Con el advenimiento de la Restauración, Bustos y Castilla-Portugal fue honrado por Alfonso XII, quien le otorgó el título de Grande de España el 6 de noviembre de 1875. Por otra parte, en la legislatura de 1877 fue elegido senador por derecho propio, y prestó juramento en mayo de aquel año, permaneciendo en el cargo hasta su muerte. Poseyó también las distinciones de gentilhombre de Su Majestad, caballero del Toisón de Oro, la Gran Cruz de Carlos III y el título de maestrante de Granada.
Falleció en Archena el 16 de marzo de 1894, y fue sepultado en la capilla bizantina del mencionado balneario de aquella localidad.
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José Manuel Ventura Rojas