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Francisco Hernández Girón

Biografía

Hernández Girón, Francisco. Cáceres, 1510 – Lima (Perú), 7.XII.1554. Conquistador de Perú, capitán general de Cuzco.

En su ciudad natal, sirvió al noble Garci Holguín Enríquez. Sin embargo, en 1535 decidió embarcarse para Veragua en la flota del capitán Felipe Gutiérrez.

Persona infatigable, lucho activamente tanto contra los indios como contra los propios españoles, en las guerras civiles que se desarrollaron en el Perú.

Fracasada la expedición de Veragua, decidió enrolarse junto a Lorenzo de Aldana, quien en 1538 acudió a Quito a expulsar a Sebastián de Belalcázar. A través de Aldana, entró al servicio de Francisco Pizarro, quien le encargó la conquista y pacificación de la provincia de Cauta, cerca de Lima. Su actuación fue tan rápida como eficaz, por lo que el trujillano le recompensó con un buen repartimiento de indios. Pese a que las rentas ascendían a 9.000 castellanos de oro anuales, siempre consideró que no era suficiente para remunerar sus “muchos servicios”. Por ello, no dudó en aceptar la invitación de su antiguo adversario Sebastián de Belalcázar para unirse a él en la conquista de la provincia de Popayán. En dicha gobernación la resistencia indígena fue encarnizada, pero, además, hubo duros enfrentamientos entre los propios españoles.

Enfrentados con el gobernador de la vecina gobernación de Cartagena de Indias, terminó prendiendo al teniente de éste, el mariscal Jorge Robledo, a quien decapitó, al parecer, por orden expresa de Belalcázar.

Una vez muerto Francisco Pizarro, el cacereño decidió volver al Perú. Allí, sirvió primero a las órdenes de Gonzalo Pizarro y, posteriormente, se pasó del bando del virrey Blasco Núñez de Vela. Como teniente general del virrey, fue derrotado en la batalla de Iñaquito que le costó la vida al virrey. Gonzalo de Ocampo le perdonó la vida. Un gesto que no agradeció, pues tan pronto como le fue posible se tomó la revancha, participando activamente en la batalla de Xaquixahuana, en 1548, en la que fue derrotado definitivamente Gonzalo Pizarro.

El presidente Pedro de La Gasca en 1550, le entregó en recompensa por sus servicios la encomienda de Jaquijahuana que rentaba anualmente más de 9.000 castellanos de oro. Con ella pudo haber vivido holgadamente el resto de su vida. Pero, tan inquieto como siempre, en 1553 encabezó la llamada Rebelión de Girón, contra la aplicación de las Leyes Nuevas.

Dada la popularidad de su reivindicación entre los encomenderos del Perú, ganó muchos adeptos y no tuvo demasiadas dificultades para derrotar las tropas del virrey en la batalla de Villacuri. Sin embargo, fueron captados algunos de sus capitanes con sus gentes de guerra. No resultó difícil derrotarlo en la contienda de Pucará. Y aunque huyó, consiguieron darle alcance muy poco después en Jauja, concretamente el 24 de noviembre de 1554. Fue trasladado a Lima, donde, tras un breve juicio, fue mandado degollar en la plaza. Era el 7 de diciembre de 1554. Su viuda, Mencía de Almaraz y Sosa, junto a su madre, fundaron el convento de la Encarnación de Lima, del que fueron las primeras prioras.

 

Bibl.: M. de Mendiburu, Diccionario histórico biográfico del Perú, Lima, Imprenta Gil, 1931; V. Navarro del Castillo, La epopeya de la raza extremeña en Indias, Granada, Gráficas Solinieve, 1978; P. Cieza de León, Crónica del Perú, Madrid, Sarpe, 1985; VV. AA., Diccionario temático abreviado Iberoamericano, Sevilla, Castillejo, 1989; M. Cuesta y M. Muriel, Atlas Toponímico Extremeño-Americano, Badajoz, Caja de Ahorros, 1989; A. de Herrera, Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra Firme del mar Océano, Madrid, Universidad Complutense, 1991; J. de la Puente Brunke, Encomienda y encomenderos en el Perú, Sevilla, Diputación Provincial, 1992; G. Fernández de Oviedo, Historia general y natural de las Indias, Madrid, Atlas, 1992; J. M. González Ochoa, Quién es quién en la América del Descubrimiento, Madrid, Acento, 2003.

 

Esteban Mira Caballos