Nació a finales del siglo IV. Según Isidoro de Sevilla, Hermerico era el rey suevo desde el momento en que este pueblo entró en la Península Ibérica en el año 409. De ser así, habría dirigido a los suevos en los años de su asentamiento en Gallaecia, en los cuales el pueblo suevo tuvo que pugnar con alanos y vándalos por hacerse con un hueco en el reparto de las tierras hispanas. En términos estrictos, la primera referencia concreta a Hermerico procede del año 419, cuando se encontraba sitiado por el rey vándalo Gunderico en los no identificados montes Nerbasis. En los años siguientes hizo lo posible por afianzar su poder en el noroeste hispano, proceso que le llevó a entablar constantes hostilidades con los habitantes de Gallaecia, los cuales fueron capaces de organizar una defensa eficaz y firmar acuerdos de paz con el Rey a la vez que buscaban el apoyo de los godos y del Emperador. [...]