Pérez, Juan. Fray Juan Pérez. Segovia, m. s. XV – p. s. XVI. Religioso franciscano (OFM) del Monasterio de La Rábida, mentor de Cristóbal Colón.
Durante muchos años se ha confundido a fray Juan Pérez con fray Antonio de Marchena, fundiendo ambos en un solo personaje denominado a veces Juan Pérez de Marchena o Juan Antonio Pérez de Marchena o Juan de Marchena. Hoy se sabe que fueron dos frailes distintos, aunque ambos fuesen claves en el apoyo real al proyecto del viaje de Colón y sobre ambos exista la misma escasez de datos biográficos.
Como hipótesis bastante aceptable se cree que Juan Pérez era castellano de Segovia, emparentado con el linaje de los Pérez de Segovia. Es posible que hacia 1585 estuviese ya como hermano franciscano en el Convento de Córdoba, de donde pasaría destinado al de La Rábida, donde sin duda conoció a Cristóbal Colón en el otoño de 1491. También se sabe que antes de entrar en la Orden de los franciscanos había sido contador de la reina Isabel de Castilla, y más tarde, hacia 1575-1578, su confesor.
Hacia 1585, tras su salida de Portugal, se estima que Colón se dirigió por primera vez al Monasterio de La Rábida y, es posible, aunque existen bastantes dudas sobre ello, que en ese momento tomara contacto con su prior, fray Juan Pérez.
Si se produjo este primer contacto, tendrían fundamento las especulaciones sobre si fue fray Juan o fray Antonio quien le diera la información del viaje del protonauta o primer marino que casualmente llegara a las Antillas antes que el propio Colón. Pero eso es entrar en disquisiciones, por lo que se remite al libro del profesor Juan Manzano Manzano.
Fray Juan le puso en contacto con el médico de Palos García Hernández y con su hermano franciscano y cosmógrafo Marchena, y le animó a presentar su proyecto a la reina Isabel. Surgirá así una amistad entre el religioso y el marino muy provechosa y determinante para la empresa del Descubrimiento.
Lo que sí está documentado es que tras el rechazo inicial en la Corte española a la empresa colombina, el genovés volvió a refugiarse en la Rábida y fue acogido con hospitalidad y un cariño especial por fray Juan Pérez. Fue entonces, verano de 1491, cuando el franciscano quedó seducido por el fantástico viaje proyectado por el genovés —sobre todo le impresionaron las posibles consecuencias evangélicas que podrían derivarse— y cuando intervino decisivamente para el éxito de Colón.
Fray Juan escribió una carta personal a la Reina recomendando muy seriamente que tuviera en cuenta la iniciativa del marino genovés. Aquella carta pesó en el ánimo de Isabel, quien llamó a ambos para negociar las condiciones del Descubrimiento. La Reina envió dinero para que Colón se comprara indumentaria adecuada para el encuentro y pudiera alquilar una mula con la que desplazarse hasta la Corte, por entonces a las puertas de Granada.
Parece ser que la callada influencia del fraile también fue decisiva para llevar a buen puerto las Capitulaciones de Santa Fe (abril de 1492), pues él fue uno de los redactores de dichas Capitulaciones.
En los meses posteriores, la influencia de los franciscanos de La Rábida sería decisiva a la hora de lograr apoyos y marineros para dotar las tres carabelas. Fray Juan estuvo presente en la lectura de la provisión real que ordenaba a la villa proporcionar dos carabelas. Y ante la resistencia que encontró Colón para su cumplimiento y para hallar tripulantes, fray Juan Pérez puso en contacto a Colón con Martín Alonso Pinzón y le motivó para que apoyase el viaje.
Antes de embarcarse Cristóbal Colón se confesó y preparó espiritualmente en La Rábida junto a fray Juan.
Al regreso de su viaje, en marzo de 1493, el Almirante visitó a su valedor en prueba de agradecimiento y amistad, visitas que fueron frecuentes hasta 1501, y, según sostiene Felipe Fernández-Armesto, el franciscano ejerció de padre espiritual y agente de negocios del genovés.
No se sabe a ciencia cierta cuándo ni dónde murió, pero es seguro que todavía vivía en 1501.
En el último viaje de Colón a las Indias, en la costa hondureña capturó a un indio al que llamó “Juan Pérez“, en honor de su valedor, al que estuvo preparando como intérprete.
Bibl.: A. Rumeu de Armas, La Rábida y el descubrimiento de América: Colón, Marchena y Fray Juan Pérez, Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica, 1968; J. Manzano Manzano, Colón y su secreto, Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica, 1982; F. Fernández-Armesto, Cristóbal Colón, Barcelona, Editorial Crítica, 1992; J. M.ª González Ochoa, Quién es quién en la América del Descubrimiento, Madrid, Editorial Acento, 2003.
José María González Ochoa