Esposa del hijo y sucesor de Pelayo, Favila, según consta en la inscripción fundacional de la iglesia de Santa Cruz de Cangas (737), donde sería enterrada, junto a su marido, según el testimonio tardío (siglo xii) del obispo Pelayo de Oviedo. De la suerte corrida por los hijos de ambos, cuya existencia acredita aquella misma inscripción, nada se sabe.