Blanca de Navarra. ?, s. XII – 12.VIII.1156. Reina de Castilla, esposa de Sancho III.
Doña Blanca era hija del rey García Ramírez, el Restaurador de la dinastía navarra tras la muerte de Alfonso I el Batallador de Aragón en 1134, y de Margarita, una sobrina de Rotrou, conde de Perche. Por línea paterna, doña Blanca era, además, nieta del Cid Campeador, a través de la hija de este último, Cristina, madre del ya citado rey García IV (1134-1150). Su hermano Sancho VI el Sabio (1150-1194) llegó a ser Rey heredero de Navarra y su otra hermana menor, Margarita, casó con Guillermo I de Sicilia. Por su parte, doña Blanca estaba destinada a ser la mujer del segundo de los hijos del emperador Alfonso VII (1126-1157) de León, Sancho III de Castilla.
En 1140, buscando precisamente el reforzamiento de vínculos entre Castilla y Navarra, se concertó el matrimonio entre Sancho y doña Blanca. Aunque las bodas no se celebraron, por razones de edad de los contrayentes, hasta casi diez años después; lo que sí es cierto es que, gracias a este acuerdo matrimonial, el rey de Navarra y el emperador Alfonso VII pasaron de ser enemigos acérrimos a fieles aliados.
Cuando en 1150 se casaron, por fin, Sancho y Blanca, el primero ya era rey efectivo de Nájera y heredero de Castilla, y había comenzado su participación en las campañas de su padre contra los almohades, el nuevo poder africano que estaba sometiendo a las taifas andalusíes. Por tanto, se puede considerar a doña Blanca como Reina desde el momento mismo de su matrimonio.
A pesar de las presiones del conde de Barcelona y príncipe de Aragón, Ramón Berenguer IV, tras el tratado de Tudején del 27 de enero de 1151, para que se produjera la separación y el repudio de la infanta navarra por parte del heredero de Castilla, lo cierto es que, lejos de esto, el matrimonio de Sancho y la alianza navarro-castellana se mantuvieron. Doña Blanca se incorporó a la Corte del emperador Alfonso VII junto a su marido el infante-rey Sancho, que fue armado caballero por su padre en Valladolid en 1152, como parte de la promoción personal y política de los futuros reyes de Castilla. Sin duda, se esperaba bastante de este matrimonio, entre otras cosas, que contribuyera al mantenimiento de los vínculos de unión que la política imperial había ido trazando durante los años anteriores; sobre todo, con respecto a Navarra.
Además, el 11 de noviembre de 1155, doña Blanca dio a luz a su primer hijo, el futuro Alfonso VIII de Castilla, probablemente en Soria. Sin embargo, ella no pudo sobreponerse al parto y murió en agosto del año siguiente, un año antes que su suegro el rey Alfonso VII. Se le dio sepultura en el monasterio de Nájera. Su marido, Sancho III, murió pocos años después, en 1158.
Bibl.: E. Flórez de Setién, Memorias de las Reinas Católicas de España, vol. I, Madrid, M. Aguilar, 1945; J. González González, El reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Escuela de Estudios Medievales, 1960, 3 vols.; J. M.ª Lacarra, Historia del Reino de Navarra. Desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, Pamplona, Aranzadi, 1972; G. Martínez Díez, Alfonso VIII (1158-1214), Burgos, La Olmeda, 1995 (col. Corona de España. Reyes de León y Castilla); M. Recuero Astray, Alfonso VII (1126-1157), Burgos, La Olmeda, 2003 (col. Corona de España, 19. Reyes de León y Castilla).
Manuel Recuero Astray