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Francisco Mora Méndez

Biografía

Mora Méndez, Francisco. Villatobas (Toledo), 26.IX.1842 – Madrid, 22.V.1924. Fundador de la Federación Regional Española de la Primera Internacional y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Nació en el seno de una familia jornalera del campo y, cuando apenas había cumplido los siete años, quedó huérfano de padre, lo que le obligó a dejar la escuela para ganar algún jornal como zagal de un pastor y trabajando en el acarreo de leña y carbón. Más tarde, y ya en Madrid, adonde se había trasladado la familia en busca de mejores perspectivas de vida, Mora aprendió el oficio de zapatero al arrimo de su hermano mayor Guillermo, actividad que compaginó con el estudio de conocimientos básicos y de cultura general a través, sobre todo, de los libros y periódicos que caían en sus manos. Se inscribió en una sociedad coral obrera que organizó el Fomento de las Artes y en el Orfeón Artístico Matritense, lugares en los que hizo amistad con Anselmo Lorenzo, Tomás González Morago y otros hombres de los que había de adoctrinar el introductor del internacionalismo obrero en España, el bakuninista Giusepe Fanelli. Allí despertó su vocación por la música y el teatro, estudiando luego en el Conservatorio de Madrid, desde Solfeo hasta Armonía y Composición, donde haría amistad con el maestro Chapí y otros reputados músicos. Desde entonces alternó el cultivo de sus aficiones al teatro lírico, actuando en diversas compañías, con sus andanzas revolucionarias.

Su actividad política en las filas del socialismo internacional se destacó ya en el período de 1868 a 1870.

El 24 de enero de 1869, al constituirse oficialmente la sección central española de la Internacional, Mora fue nombrado secretario. En el comité directivo elegido en diciembre de ese mismo año, perteneció a la comisión de propaganda y poco más tarde fue nombrado vocal del consejo de redacción del periódico internacionalista, La Solidaridad, del que fue uno de los principales animadores. Cuando en el mes de junio de 1870 se celebró en Barcelona el primer congreso obrero, llamado Congreso Regional Español de Trabajadores, adherido a la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), Mora fue elegido para formar parte del Consejo Federal, que se acordó residiría en Madrid, junto a los nombres de Anselmo Lorenzo, Enrique Borrel, Tomás González Morago y su hermano Ángel Mora. Todos ellos defendieron la tesis bakuninista del completo apoliticismo de la clase obrera. Ya en la capital del país, al repartirse los cargos, eligieron a Mora para la Secretaría General del Consejo, desplegando desde entonces una gran actividad propagandística y de organización de las secciones. Pero tras la derrota de la Comuna parisina en 1871, muy pronto llegó la ilegalización de la Internacional y consiguientemente la persecución en España a estos precursores del socialismo, lo que obligó al Consejo Federal a trasladar su residencia a Lisboa, donde nació una sección de la Internacional que pronto se extendió a Oporto.

A su regreso a España Mora abandonó las tesis bakuninistas y asumió el postulado marxista de constituir el partido político de la clase obrera. Trabajó al mismo tiempo en La Emancipación, que se publicó desde junio de 1871 hasta abril de 1873 y que fue el primer órgano marxista de España. Tras la expulsión de los marxistas de la Federación Madrileña en 1872, éstos crearon la Nueva Federación Madrileña, la cual mantuvo un duro enfrentamiento con los partidarios de la Alianza de la Democracia Socialista, seguidores de Bakunin, a lo largo de ese año y del siguiente. Fue entonces cuando pudo darse por finalizada esta primera experiencia internacionalista de organización de la clase obrera en España y en Europa.

Por entonces Mora se dedicó al teatro, llevando una vida nómada de ciudad en ciudad y trabajando para distintas compañías teatrales. Cuando se fundó el Partido Socialista, el 2 de mayo de 1879, Mora se inscribió en él, pero sin tomar parte en la organización por andar ocupado en sus actividades laborales y sin una residencia fija. Más tarde y como consecuencia de discrepancias internas a propósito de la estrategia que debía seguir el partido —en relación con los partidos antidinásticos, la participación en las elecciones, etc.— junto a su hermano Ángel y otros elementos de valía, se separó del PSOE. A finales de siglo, sin embargo, se acercó de nuevo a la organización socialista, y entregó a Pablo Iglesias una “Historia de la Internacional” que El Socialista publicó en folletín a partir del 3 de agosto de 1894 y que en 1902 se convirtió en libro. Un año antes volvió a ingresar en el Partido Socialista, habiendo fundado con anterioridad un orfeón socialista que, a imitación de los que existían en Bélgica y otros países europeos, se encargaba de amenizar con notas musicales, cantos e himnos revolucionarios las veladas y actos celebrados por la Agrupación Socialista Madrileña y las organizaciones societarias de Madrid.

Mora fundó a comienzos de siglo la Asociación de Artistas dramáticos y líricos españoles, cuya presidencia ocupó en repetidas ocasiones. Al mismo tiempo, desempeñó durante muchos años el cargo de vicepresidente del Comité Nacional del PSOE y trabajó sin descanso en las tareas administrativas de El Socialista, en el que colaboró también como redactor cuando el órgano del partido se hizo diario el año 1913. De igual modo, actuó intensamente en la Unión General de Trabajadores, perteneciendo a su Comité Nacional y tomando parte hasta poco antes de su muerte en cuantas campañas y acciones realizó la central s indical.

Francisco Mora fue también concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid, cargo que desempeñó de 1911 a 1915, y vocal obrero del Instituto de Reformas Sociales (IRS), que le otorgó su representación para que formara parte de la Junta de Colonización y Repoblación, del Consejo de las Minas de Almadén y del Consejo Superior de Fomento. En todos estos cargos se condujo con una gran moderación y sentido de la responsabilidad, según opinión generalizada entre sus propios compañeros en el IRS.

Finalmente, las notas necrológicas recogidas en El Socialista al día siguiente de su muerte señalaban que Mora fue también un buen orador y un “santo laico”.

Su dicción, siempre limpia y certera, evitaba las digresiones artificiales y la vana palabrería, estando caracterizada por una alta capacidad de persuasión. Fue, termina diciendo M. Cordero en las mismas notas, “uno de los camaradas más queridos y respetados de la organización. La bondad de su carácter, la serenidad de sus juicios y la blancura de sus canas, le hacían venerable”.

 

Obras de ~: Historia del socialismo obrero español: desde sus primeras manifestaciones hasta nuestros días, Madrid, Imprenta de Inocente Calleja, 1902.

 

Bibl.: M. Cordero, “Francisco Mora. Internacionalista y fundador del Partido”, en El Socialista, n.º 4.771, 23 de mayo de 1924; J. J. Morato, Líderes del movimiento obrero español (1868-1921), selecc., present. y notas de V. M. Arbeloa, Madrid, Edicusa, 1972, págs. 37-53; S. Castillo, “Mora, Francisco”, en M. Artola Gallego (dir.), Enciclopedia de Historia de España, vol. IV, Madrid, Alianza, 1991, págs. 587-588.

 

Francisco de Luis Martín