Ayuda

Luis Juárez de Negrón y Fernández de Córdoba

Biografía

Juárez de Negrón y Fernández de Córdoba, Luis. Estepa (Sevilla), 15.VIII.1817 – Sevilla, 4.IV.1897. Coronel de Ingenieros.

Inició en Madrid los estudios de Filosofía, obteniendo en todos los cursos la nota de sobresaliente. Decidido a comenzar la carrera de leyes, al inicio de la Primera Guerra Carlista abandonaba la idea de hacerse abogado y decidía presentarse a la Academia de Ingenieros del Ejército en Guadalajara, en la que ingresaba el 4 de agosto de 1835.

En 1836, al aproximarse a Guadalajara las expediciones carlistas al mando de los jefes Gómez, Quílez y Cabrera, participó en la defensa, entre agosto y diciembre, del Fuerte de San Francisco.

El 21 de agosto de 1837 era promovido a subteniente de Ingenieros y en septiembre, integrado en la compañía de alumnos, participaba en la defensa de Madrid, ante el ataque de las tropas carlistas al mando de D. Ramón Cabrera con el pretendiente al trono, el denominado Carlos VI.

El 11 de diciembre de 1838 ascendía a teniente de Ingenieros, en plena Primera Guerra Carlista, siendo destinado a la 2ª compañía del Primer Batallón del Regimiento de Ingenieros, integrado en el Ejército de Operaciones de Cataluña.

A principios de 1839 se incorporaba al Estado Mayor de la División, encargado de proteger los distritos de Vich y Olot. Negrón recibía la misión de fortificar las localidades barcelonesas de Manlleu y Roda de Ter, así como de realizar las construcciones necesarias para facilitar el paso de ríos y grandes arroyos. Siempre con su unidad, participaba en la persecución al general Cabrera que se había infiltrado por Berga. Igualmente siguió las operaciones de la 1ª División del Ejército de Operaciones que mandaba el general en jefe D. Jerónimo Valdés, y las de la brigada del coronel Barrena.

Continuaba en la campaña, realizando obras de fortificación por Igualada, Manresa, Sallent de Llobregat y Calders, y participando en las operaciones de Solsona y muy singularmente en la “sangrienta batalla” que tuvo lugar en Peracamps entre el 24 y 28 de abril. Su compañía que marchaba a la cabeza, junto al Regimiento de Saboya, tuvo un tercio de bajas en combate entre muertos y heridos. Por su comportamiento “fue premiado sobre el campo de batalla” con el grado de capitán de Infantería.

Permanecía integrado en el Ejército de Operaciones, hasta el final de la guerra y a mediados de 1841 volvía a su regimiento, con el que quedaba de guarnición en Madrid. Era promovido a capitán de Ingenieros el 22 de diciembre de ese mismo año.

El 16 de marzo de 1842 era destinado a la Dirección Subinspección de Ingenieros de Aragón, donde estuvo sólo seis meses, ya que pasó a continuar sus servicios en las obras urgentes que hubo que acometerse en la Ciudadela de Barcelona, “que en un momento de efervescencia popular había sufrido un gran deterioro”.

Al producirse la sublevación de la Milicia Nacional contra el Regente del Reino (1842) el general Espartero, participaba en los combates que tuvieron lugar en las calles de Barcelona. Al ser derrotadas las fuerzas que mandaba Van Halen, tuvieron que abandonar la ciudad. Negrón, perteneciente a estas últimas, se refugiaba en un pueblo a las afueras de la capital. Al acercarse las tropas mandadas por el propio Espartero, se presentó al general, que le nombraba ayudante de la plana mayor de Ingenieros. En su nueva situación asistió a la reconquista de Barcelona, obteniendo por su valeroso comportamiento en las operaciones militares sobre la plaza, el grado de primer comandante de Infantería.

En 1843 fue nombrado ayudante de campo del capitán general de Cataluña, permaneciendo en Barcelona hasta ser reedificada la parte derruida de la Ciudadela. El 8 de agosto de 1843, se le destinaba a la Dirección Subinspección de Castilla la Nueva, con residencia en Madrid y donde permaneció más de una década, con el paréntesis de un par de años que estuvo al frente de la Comandancia de Ingenieros de Segovia.

El 11 de agosto de 1854, ascendido a comandante de Ingenieros, era destinado a la Subinspección de Andalucía, incorporándose a Sevilla, donde se encargaba de las obras de reparación de los cuarteles de dicha provincia.

En el mes de marzo de 1855 estaba destinado en la Subinspección de Granada, pero al llegar a Málaga recibió la orden de hacerse cargo de la Comandancia de Melilla, donde grupos de moros hostilizaban a las fuerzas españolas, haciendo su incorporación en junio.

El 13 de julio, el gobernador de Melilla ordenaba la salida de la mayor parte de las tropas de la guarnición al campo fronterizo, para destruir al enemigo los cañones que, desde las alturas de San Lorenzo y la Horca, hostigaban a la ciudad. Juárez de Negrón se ofreció voluntario para formar parte de la expedición. Incorporado a la columna destinada para operar en los altos de San Lorenzo, lograban, a pesar del vivo fuego del enemigo, que los cañones que batían a la ciudad fuesen reventados por los artilleros. Por los méritos que contrajo en esta acción fue recompensado con la Cruz de San Fernando de 1ª clase.

Posteriormente, asistió a las acciones del 25 y 26 de noviembre que tuvieron lugar en el campo moro fronterizo a Melilla, a las órdenes del capitán general de Granada, D. Juan Prim. El primer día, durante el combate, se encargó de rectificar el plano del terreno exterior que había en el archivo de la comandancia para que pudiera servir en ulteriores operaciones. La rectificación la realizaba gracias al reconocimiento del campo de Melilla junto al también comandante, Juan Sánchez Sandino, y al capitán de Estado Mayor, Jacinto Hernández de Ariza, bajo la dirección del brigadier subinspector de Ingenieros, José Aparici. Este último resaltaba en su informe el valor y serenidad con el que Negrón desempeñó este servicio. El segundo día, con una brigada de cincuenta presidiarios, se ocupó en repeler los ataques que los moros realizaban contra la plaza.

El 25 de mayo de 1856 era nombrado comandante de Ingenieros de la provincia de Málaga, plaza a la que se incorporaba en junio. El 19 de septiembre de ese año, era recompensado con el ascenso a teniente coronel del Ejército por las salidas y demás servicios prestados en la plaza de Melilla y de su comportamiento en Madrid en julio de 1854.

Con antigüedad de 19 de septiembre de 1856 era promovido a teniente coronel de Ingenieros y nombrado jefe de la Comandancia del Cuerpo en el Campo de Gibraltar, con residencia en Algeciras, donde permaneció casi dos años, haciéndose cargo entre otras obras de importancia, de las fortificaciones y defensas artilleras de la isla de Tarifa.

En el mes de abril de 1858 se le encomendó el mando de la Comandancia de Ceuta, regresando en junio a la de Algeciras. Se encargó igualmente de las obras que se habían emprendido en la isla de Tarifa, donde construyó varias baterías acasamatadas.

En octubre de 1859 se hizo cargo interinamente del despacho de la Dirección del Cuerpo en Sevilla. Desde su puesto, al comenzar la llamada Guerra de África (1859-1860), dirigió la construcción de material de Ingenieros para el Ejército de Operaciones en África, preparación de hospitales, así como el arreglo de varios buques para conducir caballería a dicho ejército. Finalizada la guerra con el Tratado de Wad-ras (26 de abril de 1860), el 25 de mayo fue nombrado comandante general del Arma de Ingenieros del Ejército de Ocupación en Tetuán. Junto al capitán de Ingenieros D. José Tenorio, proyectó en Tetuán la casa consular, la iglesia católica y la casa de los padres misioneros. Por sus servicios durante la Guerra de África y durante su pertenencia Ejército de Ocupación, fue recompensado con la Encomienda de Carlos III.

El 2 de junio de 1862 fue destinado a la Subdirección de Andalucía como comandante del Arma en Sevilla, encargándose del despacho de la Subdirección, en julio de 1863 y en enero de 1864 por ausencia del general subinspector.

Durante su permanencia en Sevilla, realizaba un trabajo cartográfico realmente excepcional, firmado en la citada ciudad, el 30 de noviembre de 1862. Se trata del levantamiento a mano, con toda precisión topográfica, “del litoral y una legua tierra adentro desde el Boquete de la Peña al NO de Tarifa en el Océano hasta Cerro alto, próximo a Torre Nueva en el Mediterráneo”. Cubría, por tanto, prácticamente la totalidad de la costa del actual Campo de Gibraltar, con unos 110 kilómetros de longitud, aproximadamente, con la finalidad de situar el despliegue costero de los puestos del Cuerpo de Carabineros del Reino.

En enero de 1866 solicitaba su retiro para la plaza de Sevilla alegando problemas de salud, siéndole concedido con fecha de 1 de febrero de 1868.

Además de la Cruz de San Fernando ya citada, estaba en posesión de la Cruz de Comendador de la Real y distinguida Orden de Carlos III (1864), la Cruz de Caballero de la Real Orden Americana de Isabel la Católica (1852), la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo (1858), la Cruz de la Orden Civil de la Beneficencia (1865), y finalmente, la Cruz de distinción por la Batalla de Peracamps (1840).

 

Fuentes y Bibl.: Archivo General Militar de Segovia (Agms.), exps. pers.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros, 1835-1869; Resumen Histórico del Arma de Ingenieros en general y en particular en España, por un antiguo oficial del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, 1846; J. Núñez, “Un plano de Carabineros con mucha historia del Campo de Gibraltar”, en Europa Sur, 6 de abril de 2019.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares