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Francisco Gozar

Biografía

Gozar, Francisco. Bruselas (Bélgica), 1720 – Málaga, 1784. Brigadier de Ingenieros e ingeniero director.

Ingresaba en el Cuerpo de Ingenieros como capitán e ingeniero ordinario, el 11 de marzo de 1747, después de estudiar las matemáticas en la Real y Militar Academia de los Países Bajos en Bruselas, siendo destinado a Sevilla. En la citada plaza estaba a las órdenes del ingeniero en jefe Francisco Llobet, con quien pasó a Madrid y posteriormente a la Dirección del Cuerpo en Castilla hasta 1753, año en que se le mandó a servir a Cataluña.

El 22 de octubre de 1756 era ingeniero en segundo destinado en las islas Canarias con residencia en Tenerife, donde permaneció hasta 1762, en que era nombrado director de las Fortificaciones de Cádiz. Entre sus trabajos en las Canarias se pueden señalar numerosos reconocimientos de fortificaciones, el proyecto de la casa de la Pólvora en Santa Cruz de Tenerife junto al castillo de San Juan y la primera traza y proyecto de la iglesia Matriz de la Concepción de La Orotava. Había ascendido a coronel e ingeniero en jefe el 22 de julio de 1760.

En 1768 estaba trabajando en las obras para hacer navegable el río Guadalquivir desde Sanlúcar a Sevilla y Córdoba. En los siguientes años, entre 1769 y 1779, seguía con el mismo destino, y realizaba varios planos del citado río entre ambas ciudades.

En 1770, Francisco de Gozar, que se encontraba en Sevilla, elaboraba un mapa de las islas Canarias, fruto de su destino anterior en las mismas, al que acompañaba una descripción de las siete islas del archipiélago, con el título Idea de las Islas de Canarias, consideradas según su estado antiguo y moderno, acompañada de un Mapa en que se representan esas, según su posición en el Occeano. El trabajo fue redactado para Juan Martín Zermeño (carta de Francisco de Gozar dirigida al ingeniero general Juan Martín Zermeño, 5 de agosto de 1770), ingeniero general desde 1766, y muestra la excelente formación histórica y literaria de un ingeniero militar del XVIII, su capacidad para sintetizar de manera clara los datos que había reunido, algunos de los cuales procedían de los informes que había elaborado la comisión de ingenieros que trabajó en las islas a partir del año 1740. En él incluye noticias sobre la conquista, origen de los naturales, sus costumbres, religión, arte de embalsamar cadáveres, breve descripción geográfica de cada isla, cultivos, animales domésticos, ganado y pesca. Respecto a la conquista señala que “aquellos que codiciaban los metales y otras riquezas que allí no encontraban […], pero quedó sin atractivo para repetir sus viajes, lo que poco a poco hizo caer las islas en un total olvido, hasta que llevadas a ellas en distintas ocasiones, por el acaso, de acuerdo con la impetuosidad de los vientos, algunas embarcaciones,[…] hicieron nacer en el ánimo de Juan de Betancourt, Señor de Grainville, natural de Caux en Normandía, el deseo de invadirlas, lo que ejecutó el año de 1402 apoderándose de Lanzarote y de Fuerteventura. A su imitación, la Gomera y Hierro fueron conquistadas por Don Fernando de Pereyra, la Gran Canaria por Don Pedro de Vera, Caballero jerezano y, por fin, Palma y Tenerife por don Alonso de Lugo a expensas del Rey Don Ferdinando el Católico, y en 1480 (otros dicen en 1483) fueron anexas a la Corona de España por un tratado entre los Reyes D. Ferdinando de Castilla y D. Alfonso de Portugal”.

Según una Real Orden de 16 de abril de 1771, era destinado a Ceuta, plaza en la que en 1772 realizaría el plano del presidio, “comprendido desde los ataques de los moros hasta el principio de las faldas del monte Hacho”. A últimos de abril de ese año, Gozar remitía al ingeniero general, Juan Martín Zermeño, un informe acompañado del consiguiente proyecto, en el que señalaba que para impedir un desembarco marroquí en la Almina y Monte Hacho era necesario mejorar las fortificaciones de la Puerta de la Almina, con dos medios baluartes y almacén de pólvora, y encauzar o limitar el ataque al frente que miraba al campo exterior sur. También consideraba que para estorbar un desembarco en la bahía sur era necesario construir tres baterías que se flanquearían entre ellas. En otras playas se construirían parapetos con sus respectivas banquetas, que se complementarían con otros, más altos, situados en el camino de ronda. Finalmente especulaba que, si otra potencia intentaba conquistar Ceuta, también sería útil la mejora de las fortificaciones de la Puerta de la Almina, lo que permitiría la defensa en espera de refuerzos. Por otro lado, señalaba la falta de soldados y municiones, e incluso víveres, que se debían acumular, al menos, para un año.

En 1773 estaba en Málaga, donde levantaba el plano de las Atarazanas, contigua a las murallas. En ese año había sido designado ingeniero director de la costa del reino de Granada (que incluía la de Málaga), en la que realizaba una intensa labor, revisando y restaurando fortificaciones. Como resultado, en 1774 informaba al ingeniero general “sobre el estado de las Fortificaciones de la Costa del Reino de Granada”. De igual forma, en la relación redactada en Málaga el 18 de agosto de 1774, anotaba que el castillo de Adra no podía recibir la dotación prevista de cañones, mientras no se realizaran los reparos indispensables de su batería y edificios. De la plaza de Almería, en la citada relación anotaba que necesitaba frecuentes e indispensables reparos por lo antiguo de su recinto. Así mismo, la alcazaba de la ciudad necesitaba reparar urgentemente algunas baterías para situar los seis cañones de a 24 libras de su dotación. Finalmente, sin agotar la cuestión, señalaba que el castillo de Almuñécar se hallaba muy deteriorado, necesitando 36.000 reales de vellón para sus reparos más urgentes.

Con fecha de 14 de julio de 1775 era promovido a brigadier e ingeniero director, siguiendo en el mismo destino, y el 13 de junio de 1776 emitía un informe sobre el estado de los caminos que conducían al castillo de San Pedro, en Níjar (Almería). El 26 de junio de ese mismo año, Francisco Gozar ordenaba al ingeniero en segunda, José Ruiz Cermeño, la confección de un proyecto de un cuartel de Caballería en el término de Roquetas (Almería).

Respecto al puerto de Málaga, se mostraba partidario de que se hiciera “cerrado”, es decir, con dos muelles, uno de levante y otro de poniente, estrechando la bocana del mismo. Seguía todavía en 1778 trabajando en la ciudad de Málaga y en otros puntos de la provincia, donde firmaba un Plano, perfil y elevación de la atalaya proyectada que se deberá construir en reemplazo de la del Jaral, dada por inútil, en el partido de Vélez. En diciembre de ese mismo año (1778), realizaba un proyecto para construir de nueva planta la Torre del Río de la Miel.

En 1784, en un informe del ingeniero director de Málaga, se daba cuenta sobre la testamentaría del fallecido brigadier e ingeniero director, D. Francisco de Gozar, el cual debió de morir ese mismo año.

Con fecha de 2 de mayo de 1784, Julián Sánchez Bort, capitán de navío enviado para informar del estado de las obras del puerto de Málaga, enviaba su Proyecto sobre el puerto de Málaga y el río Guadalmedina, en el que, refiriéndose a la pérdida de fondo del puerto por el arrastre de arena del río Guadalmedina, señalaba lo siguiente: “En este estado de cosas, vino a mandar en jefe la costa el teniente general Conde de Lansi, y habiendo tomado conocimiento en el asunto con el dictamen del coronel ingeniero D. Francisco Gozar que dirigía las obras, se resolvió continuar la fábrica del muelle nuevo sin perder tiempo, para atajar los progresos de la arena que no cesaba de incomodar”.

La importancia de este trabajo se conoce que la siguieron con la mayor actividad, pues en los pocos años que duró se adelantó la obra en un trozo considerable.

 

Obras de ~: Idea de las islas de Canarias, consideradas según su estado antiguo y moderno, acompañada de un mapa en que se representan esas, según su posición en el Occeano, 1770.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Madrid (AGMM), Colección General de Documentos, Proyecto sobre el puerto de Málaga y el río Guadalmedina, por Julián Sánchez Bort, 2 de mayo de 1784.

H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993, 2 vols.; M. G. Cano Révora, Cádiz y el Real Cuerpo de Ingenieros Militares (1697-1847). Utilidad y Firmeza, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1994; J. M.ª Pinto de la Rosa, Apuntes para la Historia de las Antiguas Fortificaciones de Canarias, Santa Cruz de Tenerife, Museo Militar Regional de Canarias, 1996; H. Capel, “Las Islas Canarias en 1770, según un Informe del Ingeniero Militar Francisco Gozar”, en Biblio 3w: Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, 291 (2001); J. Tous Meliá, “Mapas manuscritos de las Islas Canarias del último tercio del siglo XVIII”, en Biblio 3w: Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, 304 (2001); J. A. Ruiz Oliva, Fortificaciones Militares de Ceuta: Siglos XVI al XVIII, Ceuta, Instituto de Estudios Ceutíes - UNED, Centro Asociado de Ceuta, 2002; A. Gil Albarracín, Documentos sobre la Defensa de la Costa del Reino de Granada (1497-1857), Barcelona, Ingoprint, S. A. 2004.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño