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Gregorio Clavero y Ciria

Biografía

Clavero y Ciria, Gregorio. ?, s. m. s. XVII – ¿Manila (Filipinas)?, p. s. XVIII. Militar, teniente coronel e ingeniero en jefe.

En 1773 terminó sus estudios en la Academia de Matemáticas de Barcelona. Recibió el real despacho de ayudante de Ingenieros el 27 de septiembre de 1774, siendo destinado al ramo de caminos. Con arreglo a su responsabilidad, trabajó en Madrid a las órdenes del brigadier Francisco Sabatini (a partir de 1774 se dividía el Cuerpo de Ingenieros en tres secciones o ramos: el “ramo de Academias Militares”, el “ramo de Fortificaciones del Reino” y el “ramo de Caminos, Puentes, Edificios de Arquitectura Civil, y Canales de Riego y Navegación”). En 1775 era trasladado a Aragón, donde estuvo trabajando en el camino real de Madrid a Zaragoza, en esta ocasión bajo la dirección del “ingeniero ordinario de su Majestad” Tomás Sanz y Colominas.

En 1779, promovido a ingeniero ordinario y a capitán de Infantería (los oficiales de Ingenieros y Artillería podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo), de nuevo se encontraba trabajando en el ramo de caminos, en esta ocasión en Andalucía, cerca de Sevilla, y en 1784 pasó al ramo de fortificaciones, con destino a Cádiz y más tarde a Málaga.

En 1787, con destino en la plaza de Lérida, estaba trabajando en sus fortificaciones donde, además, había realizado el plano del Convento de San Antonio y de la puerta y murallas del mismo nombre.

En marzo de 1789 era destinado a las islas Filipinas en sustitución del ingeniero en segunda Tomás Sanz, embarcando en Cádiz en marzo del siguiente año. En esas fechas era teniente coronel e ingeniero en jefe y pasaba a desempeñar la comandancia del Cuerpo en Manila. Por una real orden de fecha 20 de diciembre de 1790, se ordenaba poner en estado de defensa a Manila. El gobernador, Rafael María Aguilar, encargaba a Clavero que realizara el proyecto de obras correspondiente a lo exigido por la real orden, que sería el último proyecto de defensa del siglo XVIII. Clavero, en 1793, firmaba el Plano de la plaza y contornos de Manila capital de las Yslas Filipinas en el que se manifiestan las obras proyectadas y executadas con motivo de los actuales preparativos de Guerra. Además, presentó una detallada y crítica relación del estado en el que se encontraban las defensas de la plaza, así como los defectos que desde su origen tuvo su fortificación.

Al efecto, en su Relación sobre el actual estado de la plaza de Manila (inédita), fechada el 12 de mayo de 1793, decía, entre otras cosas: “Basta lo dicho para hacer ver que el recinto de Manila es necesariamente defectuoso por haberse hecho en tiempo que la fortificación carecía de los sólidos principios, y no por ig­norancia culpable del Capitán D. Leonardo Turriano que dirigió sus obras”. Respecto a sus propuestas, consideraba preferente la fortificación del frente del río Pasig, por entender que era el único sitio por donde se podía socorrer la plaza en caso de sitio, por lo que era necesario conservarlo a todo trance.

También en diciembre de 1790, el gobernador de Filipinas pedía informes a los ingenieros Tomás Sanz y Gregorio Clavero sobre la demolición de edificios extramuros de Manila capaces de sostener baterías de cañones y de ocultar las operaciones del enemigo. Estos edificios eran, por tanto, perjudiciales para la defensa de la plaza, como al parecer lo eran las iglesias del Parián y Dilao, así como el hospital de San Lázaro. Ambos ingenieros aconsejaron que no se esperase más tiempo para su demolición.

En 1793, además de realizar un nuevo proyecto de defensa de Manila, Clavero proyectaba y construía un arco de unión entre el Palacio Real y una casa inmediata, en cuyo bajo estaba la Cárcel de Corte y en la que se proponía situar en su piso alto la Real Audiencia. Ocurría que ocupaba un ala del Real Palacio, decidiéndose en ese año, trasladarla al nuevo edificio.

El 31 diciembre de 1796, Clavero levantó el Plano de la plaza y contornos de Manila, en el que se manifiesta la inundación, muelles y baterías executadas para su defensa en los actuales preparativos de guerra. En 1797, el gobernador Aguilar, en carta dirigida a Manuel Godoy, príncipe de la Paz, elogiaba a Clavero y pedía para él una moderada pensión sobre encomienda y el grado de coronel.

En 1802 seguía desempeñando la jefatura de la comandancia de Ingenieros de Manila. Fue hombre muy culto, buen escritor y, desde luego, de gran com­petencia profesional.

 

Obras de ~: Relación del estado actual de la plaza de Manila y de las obras ne­cesarias para ponerla en estado de defensa, Manila, 12 de mayo de 1793; Plano y proyecto de la casa que se propone habilitar para Cárcel de corte, Manila, 20 de junio de 1793; Plano de la plaza y contornos de Manila...en que se manifiestan las obras proyectadas y executadas con motivo de los actuales imperativos de guerra, Manila, 28 de junio de 1796.

 

Bibl.: W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1923; Mª. L. Díaz-Trechuelo Spínola, Arquitectura española en Filipinas (1565-1800), Sevilla, Escuela de estudios Hispano-Americanos, 1959; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; M. G. Cano Révora, Cádiz y el Real Cuerpo de Ingenieros Militares (1697-1847). Utilidad y Firmeza, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1994; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones españolas en América y Filipinas, Madrid, MAPFRE, 1996; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Tomás Sanz y Colominas”, en Real Academia de la Historia, Historia Hispánica [en línea], disponible en https://historia-hispanica.rah.es/biografias/51939.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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