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Agustín Nogueras Pitarque

Biografía

Nogueras Pitarque, Agustín. Alcolea de Cinca (Huesca), 25.VII.1786 – Las Palmas de Gran Canaria, 23.I.1857. Militar y político.

El 8 de junio de 1808 obtuvo el empleo de teniente en el Regimiento de Doyle, por orden del capitán general Palafox. Desde el principio Nogueras demostró su carácter y sus dotes de mando y organización y una agudeza poco común para la táctica militar. Su participación en la Guerra de la Independencia comenzó en el primer sitio de Zaragoza y en las acciones de Monteagudo, en diciembre de 1808. En 1809 estuvo, con el Regimiento de Barcelona, en la defensa de la plaza de Mequinenza, en marzo; en la toma del puente de Alforche, en abril; en la batalla de Alcañiz el 22 de mayo; en las acciones de María y Belchite, en el mes de junio. En 1810, en la reconquista de Villafranca del Penedés y en las acciones de Esparraguera y Margalef, que se dieron en marzo y abril; en las de Oliva y Hospitalet, en agosto y octubre, y en las parciales realizadas sobre la plaza de Barcelona a lo largo de tres meses, durante los cuales su Regimiento permaneció en Molins del Rei. El general Lacy lo nombró capitán en comisión el 4 de enero de 1812. Fue confirmado por Real Despacho del 11 de julio de 1812, como capitán efectivo al mando del Regimiento de Tiradores del Rey, creado para suplir la escasez de tropa en el principado. Asistió al bloqueo de la Almunia en enero del año siguiente; pasó el río Ebro entre las fortificaciones carlistas y regresó en abril por el mismo camino, al mando del cuadro de Rivagorza. El 28 de febrero de 1815 recibió el grado de teniente coronel en el Regimiento de Gerona y pasó al Regimiento Expedicionario de Granada.

Embarcó voluntario con el ejército que, a las órdenes del general Pablo Morillo, viajó a las Indias con la misión de sofocar los brotes de insurrección. Con él estuvo en la toma de la isla Margarita, el 10 de abril de 1815; en el fuerte de Barcelona (Venezuela) desde el 8 de febrero al 7 de abril de 1817; en Portachuelo, el 7 de agosto, y en las operaciones de la toma por asalto de los fuertes y las baterías de Juan Griego. Por su distinguido comportamiento en el campo de batalla, ese mismo mes fue ascendido a comandante en propiedad. El 21 de febrero de 1818 participó en la destrucción de un cantón rebelde en Santafé de Bogotá, y el 31 del mes de octubre dirigió la acción de Cariaco, en la cual tomó dos banderas y dos piezas de campaña. Regresó el 7 de noviembre a la Península, portando correspondencia para el Rey, quien, en 1819, le confirió el grado de coronel por la mencionada acción de Cariaco; en 1822 fue nombrado comandante del Regimiento de Infantería Milicias Disciplinadas, de Puerto Rico.

Desde 1829 hasta 1834 desempeñó varias comisiones. En el mes de marzo de este último año entró en operaciones contra los partidarios del pretendiente Don Carlos en Aragón. Se le confió el mando de las columnas que operaban a las órdenes del conde de Mirasol y del brigadier Foxá, mientras ellos iban en persecución de unas partidas en el Bajo Aragón. Con estas tropas luchó contra los jefes carlistas Cabrera y Mestre, salvando de un gran apuro a la columna del coronel Manuel Mazarredo. El 30 de mayo batió a Carnicer en Belmonte. Ante la retirada del jefe, más de cincuenta de sus seguidores se presentaron en Alcañiz para acogerse al indulto. Por esta acción, el Rey le confirió el título y empleo de teniente coronel vivo y efectivo de Infantería, el 23 de julio de 1834. En agosto continuó luchando en Alcoriza y los Montalvos contra Carnicer, Cabrera y Torner, quien pereció; en septiembre fue ascendido a coronel y estuvo en la acción del Orcayo; en noviembre, en el término de Samper, nuevamente contra Carnicer. En diciembre combatió en Morella contra el jefe carlista Serrador y el 28 de febrero de 1835 le fue concedida la Cruz de 1.ª Clase de la Real y Militar Orden de San Fernando. Un mes más tarde ascendió a brigadier. En abril sostuvo la acción de Sierra de Arcos, contra las tropas reunidas por Carnicer, en mayo las obligó a dispersarse. En junio hizo lo mismo con las de Serrador y las del Bajo Aragón, en la acción del Salto de la Cabra, y desalojó a Cabrera de sus posiciones en el término de Maella. El 19 de agosto liberó la ciudad de Segorve, a la cual había impuesto Cabrera una contribución de 8000 duros. Continuó a San Mateo, Castellote, Orta, Peñarroya y Muniesa, entre otros muchos lugares donde se batió y persiguió a los contrarios. El 1 de octubre de 1835 tuvo un encuentro con la caballería de Quiles, resultando con cuatro heridas de lanza, una de las cuales, en el costado izquierdo, era bastante seria. Lo llevaron a Alcañiz, que se encontraba sin guarnición y escasamente defendida por algunas partidas de nacionales. Enterado Cabrera, reunió tropas de Aragón y Valencia y atacó de inmediato. Para su sorpresa, Nogueras le plantó cara y al frente de esas pequeñas partidas, defendió la plaza y lo obligó a retirarse. En cuanto se recuperó un poco, salió a combatir, pasando destinado a Alicante. Una columna al mando del jefe Quiles intentó apoderarse de Alcoy y el gobernador de la provincia confió el mando de sus escasas fuerzas a Nogueras, quien obligó a los carlistas a retroceder hasta Almansa. Posteriormente fue destinado nuevamente al Ejército de Aragón, al mando del general San Miguel, con quien se halló en el sitio y la toma del fuerte de Cantavieja. Se encargó temporalmente del mando superior de la 2.ª Brigada de la 1.ª División al mando del coronel Abecía y la columna móvil de Zaragoza que permanecía en el reino de Aragón. Atacó a Serrador en Camarillas y avanzó hacia Beceite. El fuerte de esta plaza fue quemado por la guarnición, antes de abandonarlo, al enterarse de la proximidad de la columna de Nogueras.

En 1837 pasó a Murcia en persecución de otro jefe carlista, Forcadell, a quien atacó en Sieteleguas y en Chulilla. Regresó luego hacia Alcañiz, aprovisionó los fuertes de Cantavieja y Rubielos de Mora; detuvo en Liria el avance de Serrador hacia la huerta de Valencia; impidió la fortificación carlista en Alpuente, acudió en auxilio de Gandesa y Maella y derrotó a Cabrera en la Cruz de Saboya. El 18 de junio de 1837 fue recompensado con el ascenso a mariscal de campo. Unida su División al Ejército del general en jefe, el 19 de julio batieron en Chiva una expedición del pretendiente y el 30, unos batallones en Linares. El 6 de agosto de 1837 juró la Constitución en Castellón de La Plana y marchó hacia Valencia. Combatió el 22 de septiembre en los Arcos de la Cantera y fue destinado a la protección de los fuertes del Bajo Aragón. Sostuvo las acciones de Catí y Villar de Canes en octubre y por primera vez tuvo que emprender la retirada. Su estado de salud estaba muy deteriorado por las heridas, la fatiga y los pocos cuidados, al frente de su División y partió con licencia hacia Madrid. En 1838 fue nombrado 2.º cabo de la Capitanía General de Galicia; y unos días después, asignado con el mismo cargo, a la de Extremadura. Durante dos meses aniquiló a las partidas carlistas, impidió la invasión de Basilio y socorrió Almadén. En octubre fue nombrado para el mando de Ciudad Real y Toledo. En Madridejos enfermó gravemente, lo que motivó su dimisión.

Fue elegido senador por la provincia de Huesca para las legislaturas de 19 de enero de 1840 y 1 de febrero de 1843, y ministro de Guerra desde el 24 de mayo de 1843 hasta el 20 de junio de 1843. El regente del reino, general Espartero, le confirió el empleo de teniente general el 9 de julio de 1843. Residió en Gibraltar, disfrutando de un año de licencia para atender a su salud. Cuando llegó la hora de regresar, el Gobierno provisional no lo permitió. En abril de 1847 la Reina ordenó librarle pasaporte; lo expidió el cónsul Antonio Estéfani el 16 de mayo de 1847. El lunes 24 llegó a Madrid y el 26 solicitó destino de cuartel en la corte con sueldo reglamentario. La petición fue atendida inmediatamente por la soberana, quien además del cuartel, concedió a Nogueras un sueldo anual de 45.000 reales. Pero varios rumores sobre actividades y relaciones políticas del militar, motivaron que el 27 de marzo de 1848 el Rey trasladara sorpresivamente su destino a Extremadura, dejando al criterio del capitán general de esa provincia el fijar el sitio de residencia. Ordenaba que la salida se efectuara sin demora, al amanecer del día 28, y acompañado por un jefe de confianza. La Real Orden fue comunicada con algún retraso, por lo cual Nogueras solicitó que, al menos, se le permitiesen algunas horas para arreglar asuntos urgentes; la Capitanía General de Castilla la Nueva le respondió que no era posible. Sin embargo, podría detenerse a seis leguas de la corte, durante un día, procurar arreglar mejor su viaje y otros asuntos y enviar a recoger su equipaje. El encargado de escoltarlo fue el teniente José de Alba y Osma, capitán del Regimiento de Infantería de Granada, n.º 24, quien firmó el parte de salida de Madrid en la madrugada del 28 de marzo de 1848, como estaba ordenado. El día 31, el comandante militar de Navalcarnero informó de que habían llegado a esa villa el general, el teniente y un criado, José Benito, para proseguir viaje hacia Extremadura en el coche correo; no quedando asientos libres hacia Badajoz, habían tenido que esperar hasta la noche del 30 para viajar. Y como para el criado no había sitio, le expedía un pase para que fuera a la capital a recoger los equipajes del general y el suyo propio. La localidad escogida como residencia de Nogueras fue Don Benito. Allí arribó con José de Alba el 8 de abril de 1848. Poco tiempo duró este destino, ya que el 2 de julio de 1848 fue enviado a Trujillo.

El 4 de marzo de 1849, Fermín de Ezpeleta intercedía ante la Reina para apoyar una instancia de Nogueras y rogaba que le permitiese regresar a Madrid porque el clima de Extremadura perjudicaba su salud, resentida aún por las múltiples heridas que había recibido en las guerras carlistas. Su Majestad no accedió, si bien le permitió cambiar la residencia a Talavera. Desde esta ciudad, Agustín Nogueras solicitó licencia, el 1 de junio de 1850, para ir a Zaragoza y a la villa de Alcolea del Cinca. Deseaba ver a su familia y consultar acerca de los baños que le podían resultar más convenientes, con los médicos que habían atendido la curación de sus heridas de guerra. Para poder hacer frente a los gastos del viaje, también pedía el abono de los sueldos que le correspondían, como de cuartel en Gibraltar, desde el 30 de julio de 1843 hasta el 27 de mayo de 1847. A mediados de octubre de 1850 recibió el traslado del cuartel para Barcelona, donde reanudó su actividad política y resultó elegido, por tercera vez, senador por la provincia de Huesca. Era la legislatura de 10 de mayo de 1851. Entonces pidió nuevamente disfrutar el cuartel en la corte. El 13 de julio de 1852, la Reina por fin accedió y Nogueras pudo volver a residir en Madrid.

El 18 de agosto de 1853, indignado porque se había revocado una concesión de ferrocariles refrendada por él como ministro de la Guerra, solicitó la revalidación de todas las gracias concedidas por el ex regente del reino antes del Gobierno provisional; y si bien el fiscal militar opinó que su escrito envolvía un principio subversivo, era poco respetuoso y resultaba altamente inconveniente, la sentencia del Tribunal Supremo de Guerra y Marina, el 5 de diciembre de 1853, fue, al final, favorable. Siempre y cuando los interesados pudieran comprobar la existencia de tales gracias. El 1 de agosto de 1854, siendo ministro de la Guerra Leopoldo O’Donnell, la Reina expidió y rubricó un decreto por el cual promovía al mariscal de campo Nogueras Pitarque al empleo de teniente general, con antigüedad de 9 de julio de 1843. A continuación le confirió el mando de la Capitanía General de Galicia. El 10 de agosto de1854 tomaba posesión en la ciudad de La Coruña y un mes y medio después, el 26 de septiembre de 1854, era nombrado capitán general de las islas Canarias.

El 24 de octubre de 1854 comunicó al ministro que se encontraba dispuesto para viajar a Cádiz, donde embarcaría en el vapor que había de llevarle a las islas, y esperaba instrucciones para el mejor desempeño de aquel destino. A vuelta de correo se le hizo saber que el vapor de guerra Álvaro de Bazán había sido destinado por el Ministerio de Marina para los asuntos del servicio que la comunicación de las islas requería y que aún estaba pendiente el envío de una escolta de caballería para los viajes que de reconocimiento de las islas quisiera realizar el capitán general. En cuanto a instrucciones, la Reina confiaba plenamente en sus cualidades para el mando superior, tanto en lo político como en lo militar y no juzgaba necesario darle ningunas. El 10 de diciembre de 1854 participaba Nogueras, desde el Lazareto de Santa Cruz de Tenerife, que asumía el mando de la Capitanía luego de cuatro días de observación. Fue relevado el 18 de octubre de 1856 y se le concedió cuartel en las Palmas de Gran Canaria, donde falleció el 23 de enero de 1857.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Senado (Madrid), HIS- 0314-10; Archivo General de Indias (Sevilla), Ultramar, 495; Archivo General Militar (Segovia), Exp. personal.

Boletín Oficial del Estado, 25 de mayo de 1843; P. Chamorro y Baquerizo, Estado Mayor General del Ejército Español. Historia del Ilustre Cuerpo de Oficiales Generales, Madrid, Imprenta de Tomás Fortanet, 1851; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Editorial Actas, 1998, págs. 690-693.

 

María Victoria Liévano de Malik