Morayta y Sagrario, Miguel. Madrid, 3.XII.1834 – 18.I.1917. Historiador y político.
Estudió en la Universidad Central de Madrid las carreras de Derecho y Filosofía y Letras. Fue nombrado profesor auxiliar de Derecho, y se doctoró en 1857 con el discurso Petrarca en sus relaciones con el arte moderno.
Amigo de Emilio Castelar y Francisco de Paula Canalejas, fundó con ellos El Eco Universitario (1850- 1851) y La Voz Universal. Su gusto por la oratoria le llevaba a acudir con frecuencia al Congreso de los Diputados a escuchar a Juan Donoso Cortés.
A pesar de sus ideas liberales no participó en la Revolución de 1854. Los demócratas pretendieron entonces la unión con los progresistas puros, para lo cual convocaron un acto en el Teatro Real el 25 de septiembre de aquel año. Acudieron Morayta y su amigo Castelar, que pronunció un discurso que le consagró como símbolo de la joven democracia. Desde entonces, Morayta auxilió a su amigo en su carrera política, sin involucrarse directamente.
En 1856, fundó la revista La razón, junto a Francisco Pi y Margall y Francisco de Paula Canalejas.
El Gobierno Narváez formó expediente a Emilio Castelar por el artículo titulado “El rasgo”, publicado en La Democracia, en el que se le acusaba de hablar mal de la Corona. A negarse el rector de la Universidad, Juan Manuel Montalbán, al cese de Castelar, el Gobierno le sustituyó. Los estudiantes dieron una serenata al cesado rector, el 8 de abril de 1865, que fue reprimida por los agentes de la autoridad. Dos días después, el nuevo rector, el marqués de Zafra, tomó posesión y cesó a Castelar. Esto provocó la dimisión de Miguel Morayta, Nicolás Salmerón y tres catedráticos.
Esa noche del 10 de abril, estudiantes y alborotadores se reunieron en la Puerta del Sol para protestar.
El ministro de la Gobernación, Luis González Bravo, envió a la Guardia Veterana, que se ensañó con los manifestantes, produciendo nueve muertos y más de un centenar de heridos. Morayta fue procesado por abandono de su cargo e injurias al Gobierno, pero fue repuesto al poco tiempo, y en 1868 ganó por oposición la Cátedra de Historia de España en la Universidad Central. Luego ocupó la de Historia Universal.
En la división del Partido Demócrata tras la Revolución de 1868, se declaró republicano federal. Fundó entonces el diario La República Ibérica (1869-1871), del que fue director y propietario. Fue elegido diputado por el distrito de Loja (Granada) el 8 de marzo de 1871 por 4.112 votos de los 9.767 emitidos. Repitió el 24 de agosto de 1872 con 6.929 votos, la totalidad de los emitidos, ya que fue la única candidatura que se presentó. El interés por la cuestión social y su relación con la República le empujó a publicar La Commune de París. Ensayo histórico, político, social (1872).
Al ser proclamada la República, en 1873, Emilio Castelar le llamó para que desempeñase el cargo de secretario del Ministerio de Estado. Fue elegido diputado el 10 de mayo de 1873 por el distrito de Loja, con 11.400 votos, de los 11.401 emitidos, y luego nombrado embajador en Constantinopla, Roma y Jerusalén, cargos que no pudo desempeñar por el golpe de Estado del 3 de enero de 1874.
Ya en la Restauración, el ministro de Fomento, Manuel Orovio, en 1875, publicó un decreto para la supervisión de los textos y programas universitarios. Morayta se unió a la protesta de muchos catedráticos. Al inaugurarse el curso 1884-1885, Morayta pronunció el discurso de apertura, una lección sobre el antiguo Egipto, pero acabó diciendo que “el profesor en su cátedra es libre, absolutamente libre, sin más limitación que su prudencia”. La protesta de los obispos no tardó, y hasta un total de cuarenta y tres prelados excomulgaron a Morayta. Las manifestaciones estudiantiles en su apoyo, el 19 de noviembre, acabó con enfrentamientos con la policía, en lo que se conoce como “la Santa Isabel”.
Aquel discurso se publicó, tuvo tres ediciones, con el título De Historia (1884) y, después, La libertad de la cátedra. Sucesos universitarios de la Santa Isabel (1911).
En 1886 comenzó la publicación de su monumental Historia General de España, desde los tiempos antehistóricos hasta la actualidad, en nueve volúmenes y con dos ediciones (1886-1896 y 1893-1898); y unos años antes había publicado los dos volúmenes de Historia de la Grecia antigua (1878-1883).
Morayta no siguió a Emilio Castelar en la disolución del Partido Posibilista, y fundó el semanal El Republicano Nacional (1897), y su continuación El Republicano (1897). Continuó la actividad periodística en la Revista Ibérica (1902) y como corresponsal del barcelonés La Publicidad, con el seudónimo de Felipe. Reinició su vida política, y en 1899 fue elegido diputado por Valencia, con 6.359 votos de los 17.754 emitidos. Un grupo numeroso de diputados quiso expulsarle de la Cámara por su defensa de los derechos de los filipinos. Publicó poco después su obra Juventud de Castelar. Su vida de estudiante y sus primeros pasos en la política (1901) y se adhirió a la Unión República de 1903. Se presentó por Madrid, en una candidatura junto a Joaquín Costa y Nicolás Estévanez, entre otros. Salió elegido por 27.866 votos de los 45.551 emitidos. El impulso republicano le animó a publicar Las Constituyentes de la República Española (1907), en la que repasa los aciertos y errores de 1873.
Desempeñó el cargo masónico de gran maestre del Gran Oriente Nacional de España, que fusionó con el Gran Oriente de España, formando el Gran Oriente Español (21 de mayo de 1889). Fue su gran maestre hasta 1901. De su actividad en la masonería española, tras dejar el cargo, dejó publicadas dos memorias, Sobre Asociaciones religiosas (1911) y Masonería española.
Páginas de su historia (1915).
Obras de ~: Petrarca en sus relaciones con el arte moderno, Madrid, J. Casas y Díaz, 1857; La Commune de París. Ensayo histórico, político, social, Madrid, Imprenta de J. A. García, 1872; ¡Aquellos tiempos! Coloquios literarios, históricos y morales, o demostración de que los actuales tiempos, aunque malejos, valen más que los otros, Madrid, Imprenta de R. Bernardino y F. Cao, 1875; Historia de la Grecia antigua, Madrid, F. Góngora y Cía., 1878-1880, 1880-1883; De Historia. Discurso inaugural de la Universidad de Madrid, 1884. ¿Cuándo reinó Menes? Ramsés III. Proceso de la Revolución francesa. Los héroes del Vulgacho, Madrid, 1884; Historia General de España, desde los tiempos antehistóricos hasta la actualidad, Felipe González Rojas, 1886-1896 y 1893-1898; La Iglesia y la masonería. Querella del Grande Oriente Español contra “La Verdad”, revista católica, Valencia, José Canales Romá, 1890; Juventud de Castelar. Su vida de estudiante y sus primeros pasos en la política, Madrid, Imprenta de A. Álvarez, 1901; Las Constituyentes de la República Española, París, Sociedad de Ediciones Literarias y Artísticas, 1907; La libertad de la cátedra. Sucesos universitarios de la Santa Isabel, Madrid, Editorial Española-Americana, 1911; Sobre Asociaciones religiosas, Madrid, 1911; El Padre Feijóo y sus obras, Valencia, F. Sempere y Cía., 1912; Masonería española. Páginas de su historia, Madrid, Tipografía Pasaje del Comercio, 1915; El cementerio civil del Este. Cuartillas póstumas, Madrid, Tipografía Pasaje del Comercio, 1918.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 113 n.º 45 y 117 n.º 29.
A. González Jiménez, Vida académica y conflictos estudiantiles: la Universidad de Madrid y el asunto Morayta, Madrid, Editorial de la Universidad Complutense, 1986; A. Ruiz Tarazona, “Miguel Morayta”, en Historia 16, n.º 146 (1988), págs. 92- 97; R. M. Martín de la Guardia, “Morayta ante la opinión pública: debates parlamentarios y controversia periodística en la España finisecular”, en J. A. Ferrer Benimeli (coord.), La masonería española y la crisis colonial del 98, Zaragoza, Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española, I, 1999, págs. 403-414; M. Moreno Alonso, “Grandes historias: Morayta, con él llegó el escándalo”, en La Aventura de la Historia, n.º 36 (2001), págs. 94-95.
Jorge Vilches García