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María de la Piedad Yturbe y Scholtz-Hermendorf

Biografía

Yturbe y Scholtz-Hersmendorf, María de la Piedad. Princesa von Hohenlohe-Langenburg, marquesa de Belvis de las Navas (II). Île de France, París (Francia), 31.VIII.1892 – Madrid, 26.XI.1990. Dama noble de la Real Orden de la Reina María Luisa.

Hija de Manuel Adrián Nicolás Yturbe y Villar (México, 8.IX.1844 – Compiégne, Francia, 24.IX.1904) y de María de la Trinidad Scholtz-Hermensdorff y de Behrz (Málaga, 11.XI.1867 – Viena, 28.IV.1937). Manuel Yturbe era hijo de Francisco María Yturbe y Anciola y de María Cipriana Damiana Ignacia Villar y Vaquero. Francisco María Yturbe emigró desde su Vizcaya natal a México, donde se estableció en la primera mitad del siglo xix. Consiguió reunir una gran fortuna, aumentada en la siguiente generación, tanto que permitió a la familia vivir de manera fastuosa. María de la Trinidad Scholtz-Hermensdorff era hija de Enrique Guillermo Scholz-Hermensdorff y Caravaca, I marqués de Belvis de las Navas, y de Matilde de Behrz y Grund, ambos de origen sueco.

Manuel Yturbe y Trinidad Scholtz-Hermensdorff contrajeron matrimonio en París el 28 de noviembre de 1888, siendo él ministro plenipotenciario mexicano y enviado extraordinario en la capital francesa. También lo fue en Londres, en Berlín y en Madrid. El matrimonio Yturbe Scholtz mandó edificar un palacete dotado con todas las comodidades cerca del Arco del Triunfo: en el n.º 30 de la parisina Avenue du Bologne. Aquella residencia fue centro de importantes, fastuosas y diversas actividades sociales en las que Trinidad brillaba excepcionalmente. En aquel palacete de la Avenue du Bologne, nació en 1892 quien fue conocida como “Piedita” Yturbe y Scholtz.

Cuando Manuel Yturbe fue nombrado embajador de México en Berlín, la familia se instaló en el Palacio Stollberg. Posteriormente, entre 1897 y 1900, Manuel ejerció sus funciones diplomáticas en Londres. Aquellos fueron años de gratísimo recuerdo para Piedita Yturbe.

El siguiente destino fue Madrid. La primera residencia de la familia fue el palacete árabe de Xifré, en el paseo del Prado. Después, en los primeros meses de 1900, adquirieron el que sería su asentamiento más notable: el palacio de la calle ancha de San Bernardo del que eran propietarios los marqueses de Guadalcázar. María Trinidad Scholtz hizo una acertada reforma interna del edificio, y lo amuebló y decoró con notables piezas, cuadros y tapices. Piedita Yturbe pasó allí su adolescencia. El palacio fue escenario de una intensa actividad social con notabilísimos bailes, tertulias y celebraciones. A las tertulias allí organizadas por la señora de Yturbe, asistían Menéndez Pelayo, Dato, el marqués de la Torrecilla, Moreno Carbonero, Silvela... Trinidad Scholtz fundó la Benemérita Sociedad Española de Amigos del Arte y fue presidenta de la Junta de Socorros, del Patronato del Museo del Traje Regional e Histórico, del patronato de Sordomudos y creó, siempre con la colaboración de su hija, centros dedicados al trabajo artesanal en la ciudad de Ronda —en la que había adquirido y restaurado la llamada Casa del Rey Moro—, así como Comedores para Madres Lactantes y una Biblioteca Ambulante Popular.

La familia pasaba los veranos en St. Moritz, en Compiègne y en Ischl, y visitaban con frecuencia las más importantes cortes y capitales europeas.

Asimismo, solían pasar el otoño y la primavera en Ronda. También adquirió a los Sáenz de Heredia la finca “El Quexigal”, antigua propiedad de los jerónimos de El Escorial, obra de Juan de Herrera y considerada una de las casas de campo más monumentales de Europa.

Fallecido en París Manuel Yturbe en 1904, María Trinidad se encargó de la educación de la joven Piedita a la que trató de darle la mejor y más completa educación, al tiempo que favoreció su relación con la más alta sociedad española y europea. Piedita estudió equitación en Viena, piano en Madrid y llegó a dominar cuatro idiomas, además del español: inglés, francés, alemán e italiano.

El 27 de mayo de 1914, María de la Trinidad Scholtz, viuda de Yturbe, contrajo matrimonio en segundas nupcias en Madrid con Fernando de la Cerda y Carvajal Gand y Queralt, IX conde de Parcent y I duque de la misma denominación, X conde de Contamina y jefe de la casa de Isabel II, con quien no tuvo sucesión. Por este matrimonio, el palacio de San Bernardo pasó a ser conocido como Palacio de Parcent, sin que el duque interviniera sustancialmente en el edificio, salvo en las obras destinadas al mantenimiento y cuidado del inmueble.

En 1918 Piedita Yturbe sucedió en el título de marqués de Belvís de las Navas, merced concedida el 6 de enero de 1912 por el rey Alfonso XIII a su abuelo (Real Decreto en la Gaceta de Madrid, n.º 13, 13 de enero de 1912). La denominación se debió a la tradición familiar de haber pertenecido a ascendientes suyos, por línea materna, el antiguo señorío de ese nombre. Aunando nobleza y fortuna, María de la Piedad Yturbe contrajo matrimonio en Madrid el 12 de octubre de 1921 con Maximilian Egon, príncipe de Hohenlohe-Langenburg (Rothenhaus, 19.XI.1897 – Marbella, Málaga, 13.VIII.1968). Fueron padres de seis hijos: María Francisca “Pimpinela” Hohenlohe- Langenburg, III marquesa de Belvís de las Navas, casada con Claudio Gamazo y Arnús, marqués de Soto de Aller; Alfonso, príncipe de Hohenlohe- Langenburg, casado con Ira, princesa de Fürstenberg, y posteriormente con Jacqueline Lane y con Marilys Haynes; Christian, príncipe de Hohenlohe-Langenburg, casado con Carmen de la Cuadra y de Medina; Elisabeth, princesa de Hohenlohe-Langenburg, casada con Joaquín Bertrán y Caralt; Max Emanuel, príncipe de Hohenlohe-Langenburg casado con Ana Luisa de Medina y Fernández de Córdoba, marquesa de Navahermosa y, en segundas nupcias, con Magdalena de Fontcuberta y Alonso-Martínez; y Beatriz, princesa de Hohenlohe-Langenburg, que estuvo casada con Gonzalo Alfonso Fernández de Córdoba y Larios, XI duque de Arión.

En 1922, Trinidad Scholtz fue nombrada dama noble de la Real Orden de la Reina María Luisa. En los años de 1920-1930, el patrimonio y rentas de la familia empezaron a disminuir considerablemente por ambas partes al serles incautadas sus posesiones en México a causa de la Revolución Mexicana y de la reforma agraria de 1937. Trinidad Scholtz tuvo que vender su casa de París y, a partir de entonces, se alojaron en el Ritz cuando residían en la capital francesa. Con la muerte de Trinidad en Viena en 1937, el Palacio de Parcent cerró sus puertas para la sociedad madrileña y fue vendido al Estado. Muchos de los bienes españoles de la familia sufrieron daños durante la Guerra Civil. Además, en los primeros días de diciembre de 1956, un incendio en “El Quexigal” causó la pérdida de arte, joyas, libros y muebles valorados en la época en “varios centenares de millones de pesetas”. Piedita Yturbe hizo un gran esfuerzo económico por restaurarlo y decorarlo de nuevo.

Aparte del papel político que desarrolló Piedita Yturbe por su cercanía a Dato, fue autora de un interesante libro de memorias titulado Érase una vez... (1954), en el que da testimonio de la sociedad y las costumbres vigentes en los primeros decenios del siglo xx en toda Europa, tan distintas de las actuales.

Lazlo y Raimundo de Madrazo —que ya había retratado a Trinidad en 1889— pintaron notables retratos de Piedad Yturbe.

 

Obras de ~: Érase una vez... Bocetos de mi juventud, Madrid, 1954.

 

Fuentes y bibl.: ABC, miércoles, 5 de diciembre de 1956, pág. 31; C. Seco Serrano, Estudios sobre el reinado de Alfonso XIII, Madrid, Real Academia de la Historia, 1998; V. Tovar Martín y C. Marín Tovar, El palacio de Parcent, Madrid, Ministerio de Justicia, 2009.

 

Diccionario Biográfico Español