Olivieri, Gian Domenico. Carrara (Italia), 1708 – Madrid, 15.III.1762. Escultor y fundador de la Real Academia de San Fernando.
Tuvo una vida familiar muy complicada, pues después de superar los problemas con su primera esposa, con un juicio por adulterio incluido, llegó a España acompañado de un séquito de doce personas, entre las que, según las crónicas, se encontraba la segunda. Comenzó su formación en su ciudad natal junto a Franzoni y Baratta. Posteriormente se trasladó a Génova para finalizarla junto a Schiaffino. Sus primeras obras, bajo el patrocinio de Carlos Manuel III de Saboya, como la Inmaculada de la capilla del Seminario Arzobispal de Turín, muestran ya un claro dominio de la técnica así como del refinado gusto barroco que le caracterizó a lo largo de toda su obra.
La fama que adquirió por la obra realizada en Turín le abrió las puertas de la Corte madrileña y de la mano del secretario de Estado, el marqués de Villarias, fue contratado en 1739 para ocuparse de la dirección del proyecto escultórico del Palacio Real Nuevo de Madrid, que estaba por entonces en construcción.
El nuevo edificio se decoró con un programa escultórico del padre Sarmiento, discípulo de Feijoo, que entregó su propuesta en 1747, en la que recogía la idea de proporcionar una visión amplia de la Historia de España en torno a sus personajes más relevantes. Llegó a España acompañado de tres oficiales italianos contratados por Olivieri, quien asumió el cargo de escultor principal del obrador real. Entre sus funciones estaba la formación de los artistas españoles bajo su mando, motivo por el cual creó una academia privada a su costa que se convirtió, al ser acogida por el rey Felipe V, en Junta Preparatoria de la futura Real Academia de Bellas Artes. Ésta tuvo su primera reunión en 1741 bajo la presidencia del marqués de Villarias en casa de la princesa de Robec. La sede de la futura academia se ubicó en la Casa de la Panadería, donde Olivieri impartió clases particulares a Tomás López de Vargas Machuca, quien, durante el reinado de Carlos III, fue puesto al frente del Gabinete de Geografía creado por el Monarca. En julio de 1744 fueron aprobadas las bases de los futuros estatutos, cuya concepción se debe en primer lugar al escultor italiano, aunque desde un principio contó con la inestimable colaboración del marqués de Villarias, que se convirtió en el primer protector de la Academia y donde el mecenazgo real quedó reforzado por la presencia en la junta de cinco gentilhombres de cámara del Rey. El 16 de abril de 1752 la Junta se transformó en la Real Academia de San Fernando, siendo nombrado Gian Domenico Olivieri primer “director con ejercicio por la escultura”.
Su obra en Madrid se centró principalmente en el Palacio Real Nuevo, ocupándose de plasmar el proyecto decorativo ideado por Sachetti, consistente en cuatro medallas de las Cuatro Partes del Mundo, hoy desaparecidas, que iban destinadas a inscribirse en los frontones de las ventanas del piso principal. También formaban parte del primitivo proyecto una serie de cabezas de león, cartelas y otros adornos destinados a distintos puntos de los exteriores del Palacio, así como cuatro escudos para sus cuatro fachadas, cuyos modelos y diseños ideó Olivieri y fueron realizados en su taller. Aprobado el programa iconográfico de la fachada, se ocupó de la preparación de la serie de los reyes de España de la balaustrada, reservándose el artista carrarés la de los monarcas patrocinadores, Felipe V y María Luisa Gabriela de Saboya, así como la de Carlos I, basada en la obras de León Leoni, y la de Fernando III. De su mano salieron también las de Sigerico, Teodorico y Teodoredo y, de especial interés, las de los emperadores Teodosio y Honorio destinados a la fachada principal. Realizó también otros adornos para el exterior, como las medallas de la galería e interior de Palacio, y numerosos dibujos decorativos para puertas y arcos muestran, además de la fecundidad del artista, lo ingente de la tarea realizada al frente del obrador real. Su actividad fue diversificada, ocupándose de otros encargos regios, como su participación en el templo de las Salesas Reales de Madrid, donde empleó mármol venido de Carrara. Realizó posteriormente el busto de Fernando VI, donde mostró cómo la evolución de su arte se vio influenciada por el trabajo de Bernini. Practicó también el retrato en relieve, como muestran los de Fernando VI y Bárbara de Braganza, y el de José de Carvajal y Lancaster de la propia Academia. Un retrato de cuerpo entero de Fernando VI con un león a sus pies centraba la Fuente del Rey de Aranjuez, y fue trasladado a la plaza de la Villa de París, en Madrid. Frente a su ingente obra en piedra, la imaginería en madera fue escasamente practicada por el italiano y de ella queda como muestra la Virgen del Rosario de Irurita (Navarra), hecha en 1749 por encargo de los Goyeneche, tesoreros de la obra del Palacio Real.
Obras de ~: El arcángel San Gabriel, Madrid, 1746; Virgen María, Madrid, 1746; Virgen del Rosario, Irurita (Navarra), 1749; Conjunto escultórico del Palacio Real (Felipe V, María Luisa Gabriela de Saboya, Carlos I, Fernando III, Sigerico, Teodorico, Teodoredo, Teodosio, Honorio), Madrid, 1749-1760; Retratos de Fernando VI y Bárbara de Braganza, Madrid, 1750- 1752; Convento de las Salesas Reales, Madrid, 1750-1758.
Bibl.: J. Calvo-Sotelo, Las Reales Academias del Instituto de España, Madrid, Instituto de España, 1992; M. L. Tárraga Baldon, Giovan Domenico Olivieri y el taller de escultura del Palacio Real, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1992; P. Navascués Palacio, “Breve noticia histórica de los Estatutos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”, en Estatutos y Reglamento de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, Real Academia de San Fernando, 2005, págs. 11-29; M. C. García Gaínza, Juan Domingo Olivieri, Escultor Principal, en http: //www.artehistoria.jcyl.es/artesp/contextos/7977.htm; A. Negrete Plano, Olivieri, Giovanni Domenico, en http: //www.museodelprado.
es/enciclopedia/enciclopedia-on-line/voz/olivieri-giovannidomenico/.
Carmen Cuesta Mellado y Carlos Muriel Cegarra