Iribarren Cavanilles, Ramón. Irún (Guipúzcoa), 15.IV.1900 – Madrid, 21.II.1967. Ingeniero, creador y director del Laboratorio de Puertos y consejero de Obras Públicas.
Nació en el seno de una familia acomodada. Era el primogénito de Plácido José Iribarren Aldaz, con propiedades en Cuba, y Teresa Cavanilles. Su madre le inculcó la afición por la música, las bellas artes y el teatro. Estudió en el colegio de San Luis de su localidad natal, donde destacó como alumno aventajado, sobre todo en Matemáticas. Finalizado el bachillerato, partió hacia Madrid para iniciar su formación universitaria. Comenzó Ciencias Exactas, pero en 1921 ingresó en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. En aquella época el centro, ubicado en el parque del Retiro, atravesaba una etapa de modernización y actualización técnica. Iribarren pronto mostró inclinación por la Ingeniería Portuaria, materia que impartía el profesor Eduardo de Castro Pascual. Finalizó la carrera en 1927, siendo primero de su promoción.
Iniciaba su vida profesional en pleno auge de los programas de obras públicas impulsados por el general Miguel Primo de Rivera. Su primer destino le llevó a la sección de Vías y Obras Provinciales en Gerona.
En 1929 fue nombrado ingeniero jefe del Grupo de Puertos de Guipúzcoa, cargo de reciente creación. En él inició la investigación en el área de los trabajos portuarios, en la que desarrollaría su trayectoria profesional y abriría el camino a futuras generaciones de ingenieros. Entre 1929 y 1932 analizó la costa guipuzcoana detenidamente, prestando atención a los fenómenos de las mareas, el oleaje, las curvaturas de sus crestas, los temporales del noroeste, etc. Pronto comenzó a formular novedosas teorías, apoyándose en la experiencia y en sus conocimientos físicos y matemáticos.
Entre sus primeros trabajos cabe destacar la rampa rompeolas del puerto de Motrico (1932).
A raíz de la experiencia adquirida con este proyecto, formuló su “Método de los Planos de Oleaje” y el de “Cálculo de las Oscilaciones de Resaca”, que se aplicarían en toda España desde 1934.
Las anómalas circunstancias impuestas por la Guerra Civil apenas si interrumpieron sus investigaciones.
Iribarren se mantuvo en contacto con sus colegas extranjeros. En 1939 fue designado profesor de la Escuela de Ingenieros de Madrid, para impartir la asignatura de Puertos y Señales Marítimas. Cubría la vacante dejada por Castro Pascual, muerto en la reciente guerra. Su elección obedecía al deseo de hallar “un sucesor de altura”, en palabras del director Vicente Machimbarrena. Iribarren aceptó la plaza “en comisión”, dado que no quiso abandonar la jefatura de la costa guipuzcoana. Este mismo año contrajo matrimonio con María Hiriart, de nacionalidad francesa.
El ingreso en la Escuela venía acompañado de la entrada en la Sección de Puertos del Consejo de Obras Públicas, organismo asesor integrado en parte por profesores del claustro. Permanecería treinta años en el mismo, desde donde pudo divulgar y aplicar sus enseñanzas. En 1944, en el transcurso de los trabajos del puerto de Melilla, conoció a Casto Nogales y Olano, que se convirtió en su principal colaborador.
Desde el comienzo de su docencia tenía las miras puestas en las escuelas técnicas extranjeras, sobre todo en el Politécnico de Zúrich. El ejemplo europeo inspiró uno de sus más ambiciosos proyectos, el Laboratorio de Puertos (1948), que en 1957 quedó integrado en el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX). En 1961 dejó la docencia, aunque conservó la dirección del Laboratorio.
En enero de 1941 publicó sus planos de oleaje. Entre noviembre de 1941 y abril de 1944 publicó siete artículos en la Revista de Obras Públicas (ROP), a lo largo de los cuales desarrolló su “Teoría ondulatoria centrífuga”. Proyectó y realizó las obras de los puertos guipuzcoanos. Las nuevas playas de Hendaya (Francia), Fuenterrabía, Orio, Zumaya y Deva son de su creación. También colaboró en el estudio de las de Bayona, Biarritz y en la canalización del río Untxin.
Pese a las difíciles relaciones exteriores de España en la década de 1940, Iribarren disfrutó de una importante proyección más allá de sus fronteras, donde se labró una sólida reputación. Obtuvo el reconocimiento de los Congresos Internacionales de Navegación celebrados en Lisboa, Roma y Londres (XVII a XIX). Presidió la delegación española de la Asociación Internacional Permanente de los Congresos de Navegación (Pianc-AIPCN). Ocupó una vocalía en el Comité internacional para el estudio de la fuerza del oleaje. En la década de 1950 fue invitado a Estados Unidos por las escuelas de ingeniería de Nueva York, Berckeley (California), el Instituto de Tecnología de Massachusetts (Cambridge), y el Beach Erosion Board, para dar conferencias acerca de sus teorías, proyectos y realizaciones.
Fue miembro correspondiente de la Academia de Marina de Francia.
En reconocimiento a su carrera recibió numerosas distinciones: la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, la Encomienda y Gran Cruz del Mérito Civil y la Cruz de Caballero de la Legión de Honor, entre otras condecoraciones.
El Ayuntamiento de su ciudad natal lo nombró Hijo Predilecto en 1958. También le rindieron homenajes los Ayuntamientos de Fuenterrabía, Hendaya, Urrugne y San Juan de Luz. En 1959 fue elegido académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales para la medalla n.º 5, en sustitución de Manuel Velasco de Pando, aunque murió en accidente de tráfico, al volante de su automóvil, sin llegar a tomar posesión.
La inteligencia y renombre de los que gozaba Iribarren no restaron amabilidad ni sencillez a su carácter.
Lo dejó de manifiesto en el trato con que frecuentaba a los pescadores del litoral guipuzcoano.
Obras de ~: Una fórmula para el cálculo de los diques de escollera, Pasajes, M. Bermejillo Usabiaga y H.ª, 1938; Cálculo de diques verticales, Pasajes, M. Bermejillo Usabiaga y Hª, 1938; Obras de abrigo en los puertos, Madrid, Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (EICCP), 1941; Corrientes y transportes de arenas originados por el oleaje, Madrid, EICCP, 1947; Corrientes y oscilaciones de resacas en el interior de los puertos, Madrid, EICCP, 1948; Planos de oleaje en segunda aproximación, Madrid, EICCP, 1949; con C. Nogales y Olano, Talud límite entre la rotura y la reflexión de las olas, Madrid, EICCP, 1950; Generalización de la fórmula para el cálculo de los diques de escollera y comprobación de sus coeficientes, Madrid, EICCP, 1950; Medición directa e indirecta de la altura de la ola, Madrid, EICCP, 1950; Onda de resaca en los puertos. Ensayos de resonancia en modelos reducidos, Madrid, EICCP, 1958.
Bibl.: Redacción, “Ha muerto el ingeniero Iribarren”, en La Voz de España (San Sebastián), 22 de febrero de 1967, págs. 1-5; J. J. Alzugaray Aguirre, Ingenieros y arquitectos vascos del siglo xx en Madrid, Madrid, Dossat, 1986, págs. 81-83; Ingenieros egregios, Madrid, Ediciones Encuentro, 1989, págs. 111-113; J. L. Marín Balda, La costa guipuzcoana, punto de partida de la personalidad ingenieril de D. Ramón Iribarren Cavanilles (lección de ingreso como amigo de número leída el día 13 de diciembre de 1999), Madrid, Delegación en Corte de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, 1999; D. Romero Muñoz (dir.), Iribarren. Ingeniería y mar, catálogo de exposición, Madrid, Ministerio de Fomento, 2000; J. J. Alzugaray Aguirre, Personajes de mi vida, Madrid, Encuentro, 2003, págs. 128-129.
Elena Legorburu Faus
