En su familia había una larga tradición militar, pero su padre, Manuel Merino García Pierrat, causó baja en el arma de Caballería para dedicarse al teatro como autor y esporádico actor. También él compaginó ambas actividades, en el plano castrense como oficial de Transmisiones y en el artístico como cineasta, después de haber estudiado en el Colegio de Nuestra Señora del Pilar de Madrid y habiéndose además licenciado en Ciencias Sociales. Inició en 1949 una intensa carrera como ayudante de dirección con Neutralidad, película de Eusebio Fernández Ardavín. Casi una década más tarde, en 1958 se asoció con Mateo Cano para debutar como realizador titular en dos films musicales para lucimiento de Lilián de Celis (Aquellos tiempos del cuplé) y Alfredo Kraus (El vagabundo y la estrella).

Tras ser destinado como militar a unas operaciones en el Sáhara, firmó su primera realización en solitario, Un puente sobre el tiempo, un homenaje a los alféreces provisionales vinculado a la celebración de lo que el franquismo definía como los “25 años de paz”, igual que otra cinta, Diálogos de la paz, dirigida en 1964 por dos debutantes, José M. Font Espina y Jorge Feliu, y producida por Merino con su recién fundada empresa Petruka Films. Sin embargo, en su filmografía posterior renunció por completo a la ideología y se centró en las coproducciones hispano-italianas “de género” tan en boga en aquellas fechas: western, espías, terror...; pese a bregar con unos presupuestos ínfimos, todas muestran una cierta dignidad técnica y algunas se han ganado a posteriori la estima de los críticos, en especial Réquiem para el gringo, Ivanna y La orgía de los muertos. La mayoría estaban producidas por la Hispamer Films de Sergio Newman; en la primera, Frontera al Sur, apareció acreditado por única vez con el seudónimo Joseph Marvin. Una de ellas, cuyo título previsto era SID contra Kocesky, nunca se pudo comercializar en España porque el Ministerio consideró que la cuota de personal nacional estaba muy por debajo del mínimo exigido; en Italia se presentó como Colpo sensazionale al servicio del SIFAR (1968). [...]