Pérez Seoane y Cullén, Carlos. Duque de Pinohermoso (III). Roma (Italia), 3.IV.1896 – Madrid, 31.XII.1984. Rejoneador, ganadero, militar.
Hijo de la neoyorquina Carolina Cullen y Montgomery y de Manuel Pérez-Seoane y Roca de Togores, II duque de Pinohermoso, IX conde de Villaleal, III conde de Velle, que era ministro plenipotenciario de 1.ª categoría en la Embajada de España en la Santa Sede cuando nació el futuro rejoneador, razón por la cual vino al mundo en Roma. Realizó sus estudios en Madrid e ingresó en la Escuela de Caballería de Valladolid.
Casó el 18 de noviembre de 1926 con su prima hermana, María del Carmen Fernández Villaverde y Roca de Togores, hija de Raimundo Fernández Villaverde y García Rivero y de Ángela Roca de Togores y Aguirre- Solarte, I marquesa de Pozo Rubio. De este matrimonio nacieron tres hijos, dos mujeres y un varón.
Durante su época castrense participó en concursos hípicos así como en carreras de caballos. Su vocación taurina fue más bien tardía. Fue en un festival en Jerez de la Frontera en octubre de 1942 y a pie junto a Rafael Gómez Ortega El Gallo y Juan Belmonte, mientras que a caballo participaron João Nuncio y Álvaro Domecq. La primera vez que el duque de Pinohermoso se presentó para torear a caballo fue en Barcelona, en 1946. A partir de ese momento, su presencia es ineludible en las sucesivas temporadas, llegando a rebasar las cuarenta actuaciones por temporada. Pero como el duque de Pinohermoso toreaba por afición y contribuía generosamente a cuantas obras de caridad se le requería en forma de corridas de toros o festivales, sus principales corridas tuvieron lugar en festivales benéficos. A beneficio de los leprosos en 1952, cargando además con la responsabilidad de ser empresario, y la celebrada al año siguiente en Sevilla a beneficio de la “vejez del toreo”. En mayo de 1954 lidió un toro en Viena alternando con la Escuela Española de Equitación de esta capital austríaca y fue memorable su actuación en la corrida de rejones celebrada en Madrid en octubre de 1956 con motivo de la visita del presidente Quirino de Filipinas.
A partir de entonces sus actuaciones se fueron limitando, pero su afición y entendimiento del toreo a caballo le permitieron redactar un Decálogo del rejoneador, un compendio que resumía las reglas que debía regir el arte del rejoneo.
En 1971, tras unas declaraciones en las que condenaba las mutilaciones que se estaban llevando a cabo en los toros y el fraude en las corridas de toros, fue multado por el afeitado de sus toros en la Semana Grande de San Sebastián, aunque significativamente fue el único ganadero sometido por la autoridad de los representantes del Sindicato taurino y ganadero.
Parece ser que en el traslado por carretera de sus toros les fueron mutiladas las defensas y aunque probó que en su finca Monasterio pastaban sus reses bravas desafiantes al fraude, a la postre tuvo que deshacerse de su vacada desengañado de las autoridades y corruptelas del Régimen que empañaban la Fiesta.
Obras de ~: “Decálogo del rejoneador”, en ABC (Sevilla), 3 de julio de 1958, pág. 5.
Bibl.: L. García, “El duque de Pinohermoso, rejoneador y ganadero, falleció en Madrid” y V. Zavala, “Adiós a un torero Señor”, en ABC (Madrid), 4 de enero de 1985, pág. 46.
Iván F. Moreno de Cózar y Landahl, conde de los Andes