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Ramón I de Ribagorza y Pallars

Biografía

Ribagorza y Pallars, Ramón I de. Conde de Pallars y Ribagorza. ?, 872 – 920. Noble.

Hijo de Lope, del que conocemos su existencia entre los años 884 y 920. Posiblemente se trate de Lope Donato, conde de Bigorra, y nieto de Lope Céntulo, duque de los vascones hacia 818. La madre del conde Ramón I, debió de pertenecer a la casa de Tolosa, según Ramón d’Abadal (seguramente se trataba de Franquilena, hija de Ramón I de Tolosa), hecho que explicaría el fácil ascenso de Ramón I a la dignidad condal en ambos estados pirenaicos. Casado en primeras nupcias con Ginigenta, hija de Aznar Datón. Posiblemente recibió el gobierno del condado tras el hundimiento de la estirpe de san Guillermo de Tolosa, a causa del asesinato de Bernardo de Tolosa (872), a manos de unos sicarios de Bernardo Plantapilosa.

La política del nuevo conde tuvo como principal objetivo la desvinculación e independencia de los condados, separados ya de la casa de Tolosa. Para conseguir sus fines, no dudó en buscar la alianza de los Banñ-QasÌ, y concretamente de MuÊammad b. Lope de Zaragoza. De esta forma tenía la seguridad de contar con un contrapoder si los condes tolosanos hubiesen intentado controlar de nuevo los condados subpirenaicos. MuÊammad b. Lope llegó incluso a ofrecerle la compra de la ciudad de Zaragoza (884), proyecto truncado como consecuencia de la expedición cordobesa dirigida por el general Haxim b. ‘Abd al-‘AzÌz (894). Aunque la operación de compra quedara frustrada tras la intervención militar de Córdoba, no hay duda del prestigio que el conde Ramón I de Pallars-Ribagorza tenía entre los poderosos de la marca superior andalusí, así como entre los también poderosos del ámbito cristiano peninsular. No en vano la cancillería de Navarra (892) le equiparó con los grandes de la Península, en estos términos: “[en aquel tiempo] era rey Fortún Garcés en Pamplona, el conde Galindo Aznárez en Aragón; Alfonso [III] en Galicia; García Sánchez en las Galias; Ramón en Pallars; los paganos MuÊammad b. Lope en Valtierra; MuÊammad al-Tawil en Huesca; el abad Banzo en el monasterio de San Julián y Santa Basilisa de Navasal” (“Cartulario de San Juan de la Peña”, doc. 7). Por otra parte, inició una labor de reconquista de los territorios situados al sur de Ribagorza y Pallars mediante la construcción de fortificaciones en puntos estratégicos como Leovalles, Castellosu y Lemiñano. Junto a esa política de expansión territorial, Ramón I consiguió crear una diócesis privativa, segregada de la de Urgel (888). Con obispo propio en la persona de Adulfo. De esa forma se conseguía la independencia política y también la autonomía eclesiástica. Ramón I tuvo una intervención activa en el golpe de estado en Navarra (905) contra Fortún Garcés, que acabó con los Arista-Iñíguez y facilitó la entronización de la dinastía Jimena en Pamplona, en la persona de su sobrino Sancho Garcés I, hijo de su hermana Dadildis.

Los últimos años del gobierno de Ramón I fueron enormemente problemáticos. El verano de 904, el reyezuelo de Lérida, Lope b. MuÊammad, saqueó los territorios meridionales de Pallars, y conquistó los castillos fronterizos de Sarroca de Bellera, Castissent y Mola de Baró. Según la crónica de Ibn ‘IdªrÌ, a resultas de la expedición “[Lope], en diversos lugares mató alrededor de setecientos renegados e hizo un millar de cautivos”. Como consecuencia de la violenta incursión por territorio pallarense, fue capturado el hijo del conde, Isarn, que permaneció como rehén en Tudela durante 14 años, hasta que fue liberado por el rey Sancho I Garcés. Posiblemente a raíz de esta liberación —según Ubieto— se acordó la boda de una hija innominada de Lope b. MuÊammad con el conde Ramón I, ya viudo de su primera esposa.

Por otra parte, el verano de 908, MuÊammad al-Tawil, de Huesca, dirigió otra razzia devastadora contra los territorios ribagorzanos, a través del valle del Isábena; a consecuencia de aquella campaña cayeron bajo dominio musulmán Roda y Montpedrós, que no serían recuperados hasta 915, gracias a la acción de su hijo, el conde Bernardo Unifredo de Ribagorza. Aprovechando esta situación de crisis y de inestabilidad en ambos condados, los obispos de Urgel, Nantigiso y su sucesor Radulfo, intentaron recuperar y resarcirse de la fragmentación del antiguo obispado, reincorporando parte de los territorios de Pallars a la diócesis urgelitana, e instando al conde Ramón a reconocer al obispo de Urgel como a “su obispo”, como consta en un documento del año 920.

Según R. d’Abadal, esta decadencia de la última etapa del gobierno de Ramón I, explicaría que, quien fuera un gran estratega y gran político, cayera en un largo olvido y perdiera la merecida aureola de haber sido el auténtico fundador de los condados de Pallars y Ribagorza.

Tras la muerte de Ramón I, se produjo la separación definitiva de los dos condados. Sus dos hijos Mirón y Bernardo Unifredo, rigieron conjuntamente el condado de Ribagorza, y los otros dos, Isarn y Lope, le sucedieron en el condado de Pallars. A raíz de esta división, Ribagorza basculó del lado de Aragón, mientras que Pallars lo hizo del lado de los condados catalanes.

 

Bibl.: R. d’Abadal, “Origen y proceso de consolidación de la sede ribagorzana de Roda”, en Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón (Zaragoza), V (1952), págs. 7-82; Els primers comtes catalans, Barcelona, Vicens Vives, 1965; Els comtats de Pallars i Ribagorça, “Catalunya carolíngia”, vol. III, Barcelona, Instituto de Estudios Catalanes (IEC), 1955 (ed. facs, Barcelona, IEC, 2007); A. Ubieto Arteta, Historia de Aragón, Orígenes de Aragón, vol. II, Zaragoza, Anúbar, 1989; S. Sobrequés Vidal, Els barons de Catalunya, Barcelona, Vicens Vives, 1957; F. Galtier Martí, Ribargoza, condado independiente. Desde los orígenes hasta 1025, Zaragoza, Ed. Pórtico, 1981.

 

Prim Bertrán Roige