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José Álvarez de Sotomayor y Notario

Biografía

Álvarez de Sotomayor y Notario, José. Cabra (Córdoba), VI.1786 – Cádiz, 2.VI.1811. Teniente de fragata, héroe de Punta Cantera.

Nació en Cabra en la provincia de Córdoba en junio de 1786. Fueron sus padres Juan Álvarez de Sotomayor y Ángela Notario. Hizo sus estudios primarios en el colegio de Cabra, fundado en 1796 por el presbítero Luis Aguilar, comisario del Santo Oficio, y después pasó con sus padres a residir en Lucena.

Concedida que le fue la plaza de guardiamarina, una vez aprobados los expedientes de hidalguía y nobleza exigidos y obtenida la carta-orden, se presentó en el departamento de Cádiz, ingresando en la compañía de la Isla de León el 16 de marzo de 1804, siendo promovido a alférez de fragata el 9 de noviembre de 1805 en la promoción general de los que se batieron en la batalla de Trafalgar. Ascendió a alférez de navío por méritos de guerra el 25 de febrero de 1809, y por los que contrajo en diversos combates en las fuerzas sutiles de la Isla de León a teniente de fragata el 24 de mayo de 1811, de cuyo empleo disfrutaría pocos días.

Concluidos sus estudios en la Academia con excelentes notas, embarcó el 15 de junio de 1805 en el navío Bahama de la escuadra surta en Cádiz, trasbordando más tarde al San Leandro, pero el 5 de agosto del mismo año pasó nuevamente al Bahama reclamado por su comandante el brigadier Dionisio Alcalá Galiano, su paisano y amigo de la familia. Se halló, por tanto, en el combate de Trafalgar donde se batió con gran entereza, siendo herido dos veces y hecho prisionero, aunque solamente durante cuatro días, al término de los cuales fue desembarcado en Huelva.

Se presentó en Cádiz al general Antonio de Escaño, que lo destinó al apostadero de lanchas cañoneras que estaba al mando del capitán de navío Cosme de Carranza.

Embarcó más tarde en el navío Montañés, en el que continuó con el empleo de alférez de fragata por su brillante comportamiento en el combate de Cabo Trafalgar.

Pasó el 1 de diciembre al navío Terrible, donde permaneció hasta el 30 de agosto de 1808 en que fue desarmado, pasando entonces a prestar servicio en el apostadero de las fuerzas sutiles de la puerta de Sevilla en Cádiz a las órdenes del comandante del mismo, José Mariano Ortega, en los faluchos números 105 y 113 del servicio de protección de las embarcaciones de comercio, hasta el 18 de mayo de 1809, que volvió nuevamente al navío Terrible. En dicho apostadero participó en todas las acciones de guerra que tuvieron las lanchas con las fuerzas bloqueadoras inglesas hasta el fin de la contienda.

Comenzada la guerra de la independencia contra el invasor francés, asistió al combate y rendición de la escuadra del almirante Rosily desde un bote de auxilio, con el que proveía de pólvora y municiones a las lanchas cañoneras. Promovido a alférez de navío por la Junta Superior de Sevilla por los méritos contraídos en esta última acción, fue destinado como teniente de una compañía de los batallones de Infantería de Marina, tomando parte en operaciones de guerra en La Mancha y Ciudad Real, donde fue herido y hecho nuevamente prisionero por los franceses. Conducido a Madrid, fue conminado a reconocer como rey de España a José Bonaparte, a lo que se negó rotundamente, por lo que fue incluido en las listas de prisioneros que iban a ser enviados a Francia. Logró fugarse en Segovia, y desde las sierras de Castilla pasó a las de Extremadura, dirigiéndose en busca de su regimiento, al que encontró en Campillo, y en él continuó las operaciones de guerra, tomando parte en la batalla de Talavera los días 26 y 27 de julio.

Tras la concesión de una licencia por enfermedad, se presentó en la Isla de León el 22 de febrero de 1810, cuando ya la ciudad estaba sitiada por los franceses, y fue destinado al apostadero de las fuerzas sutiles de la Carraca, pero deseando participar en la defensa de la isla gaditana, solicitó su destino a la fuerza militar de la bahía y el 14 de mayo le fue conferido el mando de la cañonera número 9, y desde el día de su embarque hasta el 9 de agosto, participó en todas las acciones de guerra que sostuvieron las lanchas cañoneras del apostadero de la Carraca, con las baterías enemigas de los molinos de Ocio y Guerra. Destinado más tarde a las órdenes del teniente general Cayetano Valdés, se batió a diario con las baterías de Matagorda y Fort Luis que, ocupadas por el enemigo, hostilizaban de continuo el castillo de Puntales, sufriendo estos ataques —más de treinta— en los dos meses y medio que permaneció en el referido apostadero, pasando el 10 de diciembre al establecido en Punta Cantera, uno de los más comprometidos y de mayor riesgo, en continua actividad con las baterías enemigas.

Por los méritos contraídos en tal servicio fue promovido al empleo de teniente de fragata el 24 de mayo de 1811, pero poco pudo disfrutar del nuevo empleo, ya que el 2 de junio halló gloriosa muerte en la cañonera que mandaba, en la acción de guerra que sostuvieron las fuerzas sutiles de Punta Cantera con las baterías francesas del Trocadero.

Su cadáver fue enterrado con honores militares en el primitivo cementerio de la Isla de León, siendo testigos del acto el brigadier de la Armada Miguel de Irigoyen y el capitán de navío José María Autrán.

 

Bibl.: F. Moya y C. Rey Joly, El Ejército y la Marina en las Cortes de Cádiz, Cádiz, Tipografía Comercial, 1912; S. Clavijo y Clavijo, La ciudad de San Fernando. Historia y espíritu, t. I, San Fernando, Ayuntamiento, 1961.

 

José Cervera Pery