Medio-Tuya Estrada, Dolores. Oviedo (Asturias), 16.XII.1911 – 1996. Escritora, maestra afín a la Segunda República, sancionada al final de la Guerra Civil.
Dolores Medio nació del segundo matrimonio de Ramón Medio-Tuya y Rivero, que había hecho fortuna en América y había enviudado de su primera esposa, y una joven ovetense de buena familia, María Teresa Estrada. El día en que Dolores Medio-Tuya Estrada nació, sus familiares fueron a verla vestidos de negro, ya que volvían de enterrar a un pariente. La escritora utilizaría esta imagen fantasmal en torno a su cuna para explicar al modo freudiano su aversión al negro. Con todo, el paisaje nublado, las brumas y la melancolía se fundieron con su obra. La escritura la salvaría a menudo de esa tristeza.
Dolores Medio vivió una infancia feliz, junto a sus hermanas, en el caserón familiar de Oviedo. El padre, una figura idealizada en el imaginario de la futura escritora, era el héroe de la familia. En aquella casa del siglo xvii las niñas vivían en una atmósfera de fantasía que Dolores plasmó en un diario. A los cuatro años asistió al Colegio de Recoletas, donde la pequeña sufrió malos tratos, y luego al grupo escolar Fermín Canella, con maestras vocacionales que le insuflaron luz sobre su propio porvenir: sería también maestra.
La economía familiar dio un vuelco al incendiarse el primer negocio paterno, Bodega Española. Dolores y sus padres se trasladaron a una casa más pequeña que contaba con una tienda de ultramarinos aneja. Este descenso en la escala social, vivido con el dramatismo que imprimía la época, aparece como elemento de ficción en Nosotros los Rivero y más tarde como hecho biográfico relatado en primera persona en el primer tomo de sus memorias, En el viejo desván. En 1924 su padre falleció y la situación familiar se agravó. Los mismos avatares de Lena Rivero, idéntico declive familiar.
El paralelismo entre Lena y Dolores es transparente.
A Dolores le faltaban dos años para obtener el título de maestra, y, para sufragarse la carrera, trabajó de institutriz en Lugo y acompañaba a una anciana maestra en Llanes (Asturias). Esta última, de ideas innovadoras, influyó de un modo sustancial en Dolores Medio.
La primera vocación de Dolores Medio fue la enseñanza.
La literatura, no obstante, le acompañó hasta su muerte. La infancia, asociada a la felicidad, y la exploración de la memoria, nutren su narrativa. La fuerza de sus vivencias asturianas, el desastre vital y colectivo de la Guerra Civil, la oscuridad de la posguerra y el hálito existencialista atraviesan su obra, que oscila entre lo autobiográfico y el realismo.
En julio de 1936, Medio, de veinticinco años, ejercía de maestra en Nava. La maestra, identificada con los postulados educativos republicanos, quedó atrapada en el cerco de Oviedo durante el verano y se vio obligada a firmar la adhesión al Movimiento para cobrar su sueldo, pero fue detenida junto a su hermana en agosto, sin cargos aparentes. Aislada de su escuela por los imperativos geográficos impuestos por los frentes, fue destinada a otra provisionalmente, pero en 1937 ya pudo reincorporarse a la de Nava.
Su llegada a la escuela, donde sus métodos pedagógicos eran bien conocidos, generó división entre las autoridades, y el párroco la denunció: en el pliego de cargos se la acusaba de haber atacado en público la religión, la patria y la moral, y de haber hecho propaganda de la Asociación de los Trabajadores de la Enseñanza (ATEA). Como sanción, fue enviada a la escuela de la villa, en Cancienes, cerca de Avilés. Los buenos informes del cura párroco de este pueblo le permitieron regresar a Nava en 1940. Pero se sentía vigilada y decidió abandonar la enseñanza oficial y marchar a Madrid a estudiar periodismo y a sobrevivir como escritora.
En Madrid, Medio alternó su labor en el diario Madrid con su obra narrativa. En 1945 obtuvo el Premio Concha Espina por Nina, punto de arranque de su carrera literaria. Nosotros los Rivero, novela en la que retrata el ocaso de una familia de Oviedo desde 1924 a 1935, es, sin duda, su obra central. Con esta novela se alzó con el Premio Nadal de 1952, dotado aquel año con 50.000 pesetas. Los diálogos entre la madre tradicional y represora y la hija que quiere ser libre impregnan la obra y crean una atmósfera social a punto de quebrar e iniciar su transformación.
Diario de una maestra, otra de sus novelas emblemáticas, recoge desde la ficción su destitución como maestra. La carga autobiográfica es abrumadora, ya que Medio presta a la protagonista su propio fracaso amoroso a través del personaje de Máximo Sáenz, pedagogo comprometido con la República y amante de la maestra, Irene Gal en la ficción. Encarcelado al inicio de la Guerra Civil, Sáenz pierde sus ideales en la prisión, y al salir abandona a Irene Gal por la hermana de un preso de familia acomodada, tal como al parecer le había sucedido a la escritora.
Discreta en su vida pública, Medio apoyó, sin embargo, con su testimonio o su presencia, la huelga de mineros y otros movimientos ciudadanos surgidos a finales de la dictadura. En la transición democrática reingresó en la escuela del madrileño pueblo de Cenicientos. En el tramo final de su vida, regresó a Oviedo.
Obras de ~: Nina, Madrid, Aguilar, 1946 (col. Crisol, Cuentistas españoles contemporáneos, vol. 176); El milagro de la noche de Reyes, Burgos, Hijos de Santiago Rodríguez, 1948; Nosotros los Rivero, Barcelona, Destino, 1953 [Barcelona, Destino, 1998 (col. Destinolibro, vol. 74)]; El pez sigue flotando, Barcelona, Destino, 1959; Diario de una maestra, Barcelona, Destino, 1961 (Madrid, Castalia, 1993); Bibiana, Madrid, Bullón, 1963; El señor García, Madrid, Alfaguara, 1966 (col. Novela Popular); La otra circunstancia, Barcelona, Destino, 1972; Farsa de verano, Madrid, Espasa Calpe, 1974 (col. Austral); El Bachancho, Madrid, Magisterio Español, 1974; Atrapados en la ratonera: memorias de una novelista, Madrid, Alce, 1980; El fabuloso imperio de Juan sin Tierra, Barcelona, Plaza y Janés, 1981; ¿Podrá la ciencia resucitar al hombre?, Oviedo, Fundación Dolores Medio, 1991.
Bibl.: J. L. Alborg, “Dolores Medio”, en Hora actual de la novela española, vol. II, Madrid, Taurus, 1962, págs. 333-348; E. J. Ordóñez, “Diario de una maestra: Female Heroism ad the Contex of War”, en Letras Femeninas, n.º XII, vols. 1-2 (1986), págs. 52-59; I. de la Fuente, “Dolores Medio: La mujer escindida”, en Mujeres de la posguerra, Barcelona, Planeta, 2002, págs. 239-265.
Inmaculada de la Fuente