Ferrer Costa, Pedro. Perpiñán (Francia), 1756 – II.1821. Guardia real, brigadier y afrancesado.
En 1775 ingresó en el Ejército en la compañía flamenca de la Guardia Real. El 9 de mayo de 1791 fue promocionado a portaestandarte. En 1794 ascendió a cadete garzón. En 1798 llegó a subrigadier de la Guardia. Obtuvo el grado de brigadier en 1801.
Llegó al grado de exento de la Guardia en 1804. Entre 1804 y 1808 fue gobernador militar y político de Denia. Iniciada la Guerra de la Independencia fue depuesto de su cargo y encarcelado brevemente. Solicitó a la Junta Suprema su vuelta al servicio de armas.
Se incorporó a la vanguardia del Ejército de Aragón, primero. Fue ascendido al empleo de brigadier por la Junta Suprema de Extremadura, el 17 de agosto de 1808. Formó parte de las tropas que levantaron el primer sitio de Zaragoza. Fue llamado por su suegro, teniente general José Galluzo, a Madrid. Participó en la defensa de la capital, el 2 de diciembre de 1808, al lado de dicho general. Al día siguiente, tras la derrota, se escapó disfrazado. Descubierto y capturado por los Dragones franceses, inició una etapa de colaboración con el gobierno de José Bonaparte durante cinco años y un mes. Fue nombrado ayudante de la milicia cívica y, posteriormente, comandante del batallón de la misma. Más tarde se le destinó a Valencia, para tomar el mando del puerto de Buñol. Alegando problemas de salud, consiguió que el mariscal Schuchet le nombrase corregidor de Denia durante once meses. Posteriormente, cuando las tropas francesas se retiraban, se fugó en Tortosa. Se presentó al general Elio en Vinaroz, 6 de enero de 1814. Fue arrestado y se le abrió causa por colaboración con el enemigo.
Como mérito a su favor se alegó su mediación para salvar del fusilamiento a Antonio Valles, durante la ocupación francesa. El 2 de octubre de 1815 fue suspendida la causa por colaboración con los franceses y se recomendó que le fuera tomada en cuenta su fuga de Tortosa. En 1816 se le exculpó definitivamente de las acusaciones, con la calificación de “buen español”.
Solicitó que se publicara su sentencia de estar purificado, además de su plena rehabilitación en el Ejército. El 22 de febrero de 1819, el Supremo Consejo de Guerra le rehabilitó definitivamente en el Ejército con su empleo de brigadier y el sueldo correspondiente. Se casó con Josefa Galluzo Bosque, hija del teniente general José Galluzo (1758-1817) y de María Bosque.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), Sección 1.ª, leg. F-1364.
José María Verdejo Lucas
