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Joaquín Ibáñez Cuevas y Valonga

Biografía

Ibáñez Cuevas y Valonga, Joaquín. Barón de Eroles (III), marqués de la Cañada Ibáñez, en las Dos Sicilias. Talarn (Lérida), 6.I.1785 – Daimiel (Ciudad Real), 25.VIII.1825. Militar, capitán general.

Hijo de Joaquín Ibáñez Cuevas y de Borrell, barón de Eroles y coronel de Infantería, y de Mariana Valonga y Tarín. Contrajo matrimonio en Madrid el 12 de diciembre de 1820 con Luisa Joaquina Escrivá de Romaní y Taberner (nacida en Valencia el 17 de agosto de 1791 y fallecida en Madrid el 18 de marzo de 1848), dama noble de la Orden de María Luisa (1819), que estaba entonces viuda del marqués de Valdecarzana, y era hija de Luis Escrivá de Romaní y Camprodón, XIII barón de Beniparrell, y de Josefa de Taberner y González de la Cámara; con una hija. Quiso seguir la carrera de las armas, y casi adolescente fue cadete en el Real Colegio de Artillería, en Segovia, pero no salió oficial. En mayo de 1808, al tiempo del alzamiento nacional contra la invasión francesa fue vocal de la Junta Superior del Principado de Cataluña, se halló en la retirada de Molíns de Rey, y a fines de aquel mismo año levantó a su costa, armándolo y sosteniéndolo, el 2.º Tercio de Voluntarios de Talarn, en el que se encuadró como simple soldado distinguido, y con el que combatió en las acciones de Igualada (11 de enero de 1809, donde puso en fuga a las fuerzas del general conde de Chabran), y Maizneja (17 de enero de 1809). En ésta se distinguió tanto, asaltando el primero el reducto enemigo al frente de trescientos hombres, que el general Reding le concedió el grado de teniente coronel, y el empleo de comandante del dicho 2.º Tercio de Talarn. Con ese rango luchó durante aquel año en las acciones de Capellades (17 de febrero), Igualada (9 de marzo, donde su batallón fue envuelto por duplicadas fuerzas de Infantería y doscientos caballos, logrando abrirse paso a la bayoneta), Castel Bisbal (19 de marzo), Tarrasa (2 de abril), Coll de Soras (del 13 al 16 de abril), entrada en Vicha, combates de San Hipólito, Serratosa (23 de mayo), llanos de Uxay (24 de junio), toma de un convoy francés sobre La Junquera (10 de julio), y entrada de un convoy en la plaza de Gerona (1 de septiembre), por cuyo servicio se le dio el grado de coronel (confirmado el 14 de enero de 1810). En la sitiada Gerona ganó el ascenso al grado superior, defendiendo la brecha de San Cristóbal en el asalto general del 19 de septiembre, y permaneciendo en la plaza hasta su capitulación, a la que se opuso vivísimamente.

Prisionero de guerra en diciembre de 1809, logró fugarse cuando era conducido a Francia, poco más adelante de Perpiñán, y regresó al Ejército, encargándose de reclutar las quintas en todo el Principado de Cataluña, logrando alistar quince mil hombres en sólo dos meses. Poco después fue nombrado coronel jefe de la 2.ª Sección Ligera de Cataluña, con base en Montserrat, y al poco tiempo se le declaró brigadier (13 de mayo de 1810). Mandó las fuerzas españolas en la acción de Viladecans (19 de agosto de 1810), y, fortificándose en Castellolid, detuvo el avance del mariscal MacDonald, permitiendo que el general en jefe O’Donnell tomase La Bisbal, San Feliú de Guixols y Palamós. Nombrado comandante general del Ampurdán, dirigió la acción de La Junquera (19 de octubre), donde resultó herido de un bayonetazo, matando por sí mismo y en tal estado a siete enemigos, entre ellos a dos coraceros que le habían rodeado; allí se apoderó de un gran convoy, y de ciento setenta y cuatro prisioneros. Mandó también, a pesar de tener su herida abierta, la acción de Lladó (21 de octubre), donde derrotó a fuerzas cuadruplicadas, mereciendo una medalla de honor; y las de La Plana (5 y 8 de diciembre), donde derrotó a la división Clément y la persiguió desde Olot hasta Bañolas. Entonces pasó destinado a la división del general obispo, para el socorro de Tortosa —que no se llevó a cabo—, y a principios de 1811 se le dio el mando de la línea del Llobregat, hallándose en varios combates parciales en el llano de Barcelona, como el de la noche del 19 de mayo, en que con los flanqueadores del Regimiento de Numancia y ochenta caballos del Regimiento de Alcántara sostuvo la retirada de las fuerzas que habían sido rechazadas en el asalto al Montjuic, acuchillando, batiendo y poniendo en fuga a la columna francesa que las tenía cortadas. Combatió luego en Manresa (31 de mayo), batiendo y persiguiendo a las fuerzas de MacDonald hasta cerca de Sabadell, ocasionándole la pérdida de unos dos mil hombres, contando sólo con un Regimiento y tres batallones sueltos. Concibió entonces un plan para recuperar la gran fortaleza de San Fernando de Figueras, y, distrayendo a la división francesa situada en el Ampurdán —a la que tomó los fuertes de Castellfullit y Olot, con quinientos cincuenta y cuatro prisioneros—, forzó el 16 de junio a las líneas enemigas asaltándolas a la bayoneta el 16 de junio, y logró entrar en el castillo con un gran convoy, médicos y artilleros; por esta importante acción mereció la concesión de una medalla de honor, y pocas semanas después el ascenso a mariscal de campo (mayo de 1811). Permaneció en el castillo durante todo el sitio, participando en cuantas salidas hizo su guarnición, y en especial en la acción general del 3 de mayo, en que asaltó con sus fuerzas la villa de Figueras, atravesó las defensas francesas y se atrincheró en la plaza de la Pescadería, donde resistió muchas horas cuando ya el Ejército español se había visto obligado a retirarse. Durante esta retirada atacó a la caballería francesa con sólo doscientos caballos del castillo, logrando ponerla en fuga y liberar a los mil seiscientos prisioneros españoles que ya había hecho. De nuevo mandó la salida del 5 de mayo, en que, pasando a la bayoneta los puestos y avanzadas francesas, logró aprovisionarse de suficiente leña y de varias cabezas de ganado; y la del 7 de mayo, en la que logró apresar un convoy francés que pasaba de Figueras a La Junquera. En la noche del 16 de mayo sostuvo con sus trescientos infantes la salida de toda la caballería que se hallaba en el castillo, forzando cuatro veces las líneas enemigas a la bayoneta, sin perder un solo hombre pero capturando una veintena de franceses, y logrando escabullirse de la persecución que le hizo por todo el Ampurdán una división francesa de seis mil hombres.

El 11 de junio batió a la caballería del mariscal Suchet en las inmediaciones de Tarragona, y el 18 se apoderó de un convoy de quinientas acémilas en Falset. Perdida ya la plaza de Tarragona, sostuvo el embarque de la división valenciana, rechazando a la vanguardia de Suchet sobre Mataró y Arenis de Mar. Dispersado el ejército de Cataluña, defendió Montserrat con solos trescientos hombres, contra todas las fuerzas de Suchet (25 de julio). Entonces fue nombrado 2.º comandante general de Cataluña y subinspector de Infantería, encargándose de la reunión y reorganización del ejército de Cataluña: en muy poco tiempo formó los Regimientos y batallones de Aragón, Leales Manresanos, Cazadores de Cataluña y 3.er Escuadrón de Húsares, y a mediados de septiembre de 1811 dimitió para volver al teatro de operaciones. Se halló en la toma del castillo de las Medas (9 de septiembre), en el ataque de la batería de Muntada (24 de septiembre), sorpresa de Igualada (noche del 2 de octubre), y ataque de la tarde del día siguiente, en la que, al frente de un escuadrón de Caballería y de un batallón de Infantería, pasó a cuchillo una columna de cuatrocientos granaderos franceses que bajaba desde Montserrat para atacar el flanco español. El 5 de octubre apresó un convoy de setecientas mulas que venía hacia Igualada, destruyendo su escolta y batiendo a la división de Frère, que salió en su socorro. El 11 de octubre rindió la guarnición de Cervera y su fuerte, capturando seiscientos prisioneros, y el 13 y 14 minó y asaltó el castillo de Bellpuig, forzando a los franceses a abandonar Tárrega y otros siete fuertes: de este modo liberó el general barón de Eroles un tercio del territorio catalán, y destruyó el camino militar francés desde Barcelona a Lérida. Hizo entonces una marcha veloz y encubierta hasta la Cerdaña, sorprendiendo al general Gavean, al que forzó a abandonar Puigcerdá, y el 24 de octubre le rechazó hasta las inmediaciones de Mont-Louis, ya en territorio francés. Al frente de mil quinientos soldados penetró aún más en Francia, entrando en el antiguo condado de Foix hasta más allá de Aix, batiendo a cuantos destacamentos de guardias nacionales se le opusieron, y apoderándose de más de un millón de reales en metálico, tres mil quinientas cabezas de ganado lanar, trescientas vacas, ochenta caballos y mucho trigo. El 5 de diciembre de 1811 se enfrentó en Sant Celoní al general Decaen, que no logró moverle de sus posiciones; y le volvió a rechazar en La Garriga dos días después, frustrando así el intento francés de entrar en Vich. Combatió luego en Villaseca (19 de enero de 1812), donde hizo ochocientos prisioneros a la columna del general Lafosse, de la que sólo se salvo éste con treinta coraceros de su escolta; en los campos de Altafulla (20 de febrero); en la defensa de Roda, en Aragón (5 de marzo), donde rechazó tres veces a triplicadas fuerzas de Suchet, ocasionándole la pérdida de un general, más de cuarenta oficiales y centenares de soldados. Durante un mes y medio paralizó en la frontera de Aragón, con sólo mil quinientos soldados, a la división del general conde de Saverdi, fuerte de seis mil hombres; y de nuevo le rechazó en La Puebla de Segur (18 de abril). Comisionado entonces para pasar a las islas Baleares para coordinar con la escuadra británica la expedición inglesa a Sicilia, la pérdida de la batalla de Castalla le forzó a dirigirse a su vuelta hacia Alicante, logrando reincorporarse al ejército de Cataluña a finales de agosto de 1812. Rechazó a una división francesa sobre Vasellana (20 de septiembre); se apoderó del puente de Tarragona (noche del 2 de octubre); y pasó a cuchillo y tomó prisionera en los campos de Arbeca y Almillons a toda una columna francesa procedente de Lérida. Logró por entonces duplicar sus fuerzas, y las reorganizó en Reus; luego sostuvo la retirada del ejército en San Martín de Pons (13 de noviembre); batió a la división Martin, forzándola a abandonar el campo de Tarragona, y sorprendiéndola en Villafranca del Panadés (noche del 2 de diciembre de 1812), acuchillándola y poniéndola en desordenada fuga hacia Barcelona; rechazó una salida de la guarnición francesa de Tarragona (11 de diciembre); y aquel mismo día se apoderó por sorpresa del castillo del Coll de Balaguer.

A mediados de enero de 1813 fue nombrado general en jefe del 1.er ejército, mando que desempeñó hasta el mes de febrero; a su frente rechazó al enemigo en Vallagona. En la noche del 3 de abril pasó el Ebro por Almedias al frente de mil trescientos infantes y cien caballos, rechazando a la bayoneta a una columna francesa que trató de impedírselo; se apoderó de las barcas de Mora de Ebro, logrando pasar al resto de sus tropas, y se apoderó de un convoy aquel mismo día. Luego sorprendió y tomó la batería de la Ampolla (noche del 4 al 5 de abril); el fuerte de Perelló (6 de abril); rechazó en los desfiladeros a la guarnición francesa de Olot (18 de junio); destruyó una columna francesa entre Besalú y Olot (19 de junio); y por fin sostuvo y ganó la batalla de Bañolas (22 de abril), contra fuerzas enemigas, muy superiores, al mando del general conde de Lamarque; poco más tarde combatió en la enconada y larga acción de La Salud (10 de julio). Al año siguiente tomó las plazas de Lérida, Mequinenza y Monzón (11, 12 y 13 de febrero de 1814), por medio de una hábil estratagema, capturando y desarmando a todas sus guarniciones; y sostuvo combates contra columnas enemigas en Granollers (14 de marzo). Al concluir la guerra recibió del propio Rey el ascenso a teniente general de los Reales Ejércitos (24 de marzo de 1814), al recibirle sobre el río Fluviá, cuando el Monarca regresaba de su cautiverio en Francia. Dos meses más tarde, el 24 de mayo, obtuvo el mando en jefe interino del ejército de Cataluña, que mantuvo hasta el 2 de septiembre; aquel mismo año fue socio de mérito de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. El 6 de marzo de 1815 fue destinado al ejército de la Derecha —eran los Cien Días del amenazador regreso de Napoleón—, mandando la 2.ª brigada de Infantería hasta la disolución de aquella fuerza; además, fue elegido académico de honor de la Real de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza. El 15 de julio de 1816 fue nombrado jefe de la 1.ª división territorial del ejército de Cataluña, que desempeñó hasta el 1 de febrero de 1818; también en 1816 sería elegido académico correspondiente de la Real de Buenas Letras de Barcelona.

En 1817, tras el preceptivo juicio contradictorio, recibió la Cruz laureada de 4.ª Clase de la Real y Militar Orden de San Fernando, concedida por su valor en las acciones de Igualada, Cervera, Bellpuig y Cerdaña, ocurridas entre el 5 y el 10 de octubre de 1811. A primeros de marzo de 1818 fue gobernador militar interino de Barcelona, quedando allí de cuartel un mes más tarde, para pasar a tenerlo en Castilla la Nueva el 2 de noviembre del mismo año. Durante el Trienio se declaró absolutista, trasladó su cuartel a Barcelona el 11 de noviembre de 1820, y fue expulsado tras los sucesos ocurridos en la Ciudad Condal los días 3 y 4 de abril de 1821, trasladándose a Mallorca; curiosamente, en junio del mismo año el Gobierno le autorizó a usar en España el título siciliano de marqués de la Cañada Ibáñez. Se le fijó su cuartel en Talavera de la Reina (Toledo) el 14 de mayo de 1822; y en Cádiz el 16 de agosto del mismo año, pero no llegó a incorporarse, ya que se fugó en septiembre para unirse a las filas realistas —por lo que fue declarado enemigo de la nación y de la Constitución, dado de baja en el Ejército y exonerado de todos sus empleos, honores y distinciones—. De hecho, era un notorio conspirador absolutista, fundador, con el marqués de Mataflorida y el obispo de Osma, de la luego célebre Regencia de Urgel, de la que fue miembro destacado desde aquel verano de 1822. Levantó algunas fuerzas en Cataluña, pero fue derrotado por Espoz y Mina, capitán general de Cataluña, y hubo de refugiarse en Francia, regresando el 7 de abril de 1823 junto con los Cien Mil Hijos de San Luis. La Junta Provisional de Gobierno le nombró capitán general de Cataluña y presidente de la Real Audiencia del Principado desde el 21 de abril de 1823 (nombramiento confirmado por el Rey el 15 de octubre del mismo año), y en tal mando combatió a las fuerzas constitucionales hasta el fin de la campaña. En 17 de febrero de 1824 fue nombrado vocal de la Junta Militar de Organización, conservando el supremo mando en Cataluña; y por fin el 28 de diciembre de 1824, el Rey lo nombró capitán general de los Reales Ejércitos en atención a sus servicios y a su fidelidad; pero a los pocos meses murió en Daimiel, sumido en la demencia. Sus restos yacen sepultados en la iglesia daimieleña de Santa María.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), San Fernando, leg. 1727/132; Célebres, caja 77/2; Archivo Histórico Nacional (Madrid), Consejos Suprimidos, leg. 8980 (año 1821, n.º 1); Archivo General del Ministerio de Justicia, Grandezas y Títulos, exp. del Marqués de Cañada Ibáñez.

A. Gil Novales (dir.), Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991, pág. 329; A. de Ceballos-Escalera y Gila, La Real Orden de Damas Nobles de la Reina María Luisa, Madrid, Palafox y Pezuela, 1998, pág. 140; A. y L. de Ceballos-Escalera Gila y J. L. Isabel Sánchez, La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox y Pezuela, 2003, pág. 254; J. Pasqual de Quinto y de los Ríos, Relación General de Señores Académicos de la Real de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza (1792-2004), Zaragoza, Real de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, 2004, págs. 227-228; M. Á. Castán Alegre, “Linaje Ibáñez-Cuevas. Baronía de Eroles”, en Hidalguía, 312 (2005), págs. 699-712; A. Gil Novales, Diccionario biográfico de España (1808-1833). De los orígenes del liberalismo a la reacción absolutista, vol. II, Madrid, Fundación Mapfre- Instituto de Cultura, 2010, págs. 1518-1520.

 

Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta