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José María Mathé y Aragua

Biografía

Mathe y Aragua, José María. San Sebastián (Guipúzcoa), 26.XI.1800 – Madrid, 28.I.1875. Ingeniero militar, proyectista y director de la red telegráfica nacional.

A los dieciocho años ingresó en el colegio militar de Lugo donde obtuvo el empleo de subteniente de milicias; seguidamente realizó los preceptivos exámenes para cursar estudios de Ingeniero de Marina iniciando su formación técnica en el departamento de Ferrol.

Terminada la carrera en 1824, se integró en el escalafón de la Armada con el empleo de alférez de fragata y categoría técnica de ayudante de ingeniero. El ascenso siguiente le vino cuando las reformas impuestas en la Marina de guerra dividieron el cuerpo de ingenieros en dos ramas: Hidrografía y Construcción; el nuevo alférez de navío optó por la última de estas especialidades.

Dos años más tarde pasó al Cuerpo General de la Armada comenzando por prestar servicios de persecución de piratas y contrabandistas por las costas atlánticas españolas.

La primera travesía oceánica del alférez Mathé tuvo lugar a finales de agosto de 1827, cuando se dio a la vela en la fragata Casilda rumbo a La Habana. En las Antillas prestó importantes servicios cartográficos y de fortificación, colaborando con su compañero Juan José Lerena en los primeros ensayos sobre telegrafía óptica. Lerena dio a conocer en La Habana el telégrafo “de día y de noche” cuyo proyecto fue aprobado por una comisión de brigadieres de la Armada reunidos a bordo del navío Soberano. En febrero de 1831, el Gobierno encargó a Lerena la instalación de una red de telegrafía óptica entre Madrid y los Reales Sitios en cuyos trabajos participó activamente Mathé.

Paralizada la instalación telegráfica por cuestiones presupuestarias, el ingeniero pasó a prestar servicios al puerto de Castro Urdiales como director de obras, para lo cual levantó los planos de la costa inmediata y de toda la península del Guarnizo. Cuando en 1833 estallaron los movimientos carlistas, aceleró la fortificación del puerto organizando a la vez un eficaz sistema defensivo. Por su comportamiento frente a los batallones vizcaínos que sitiaron la plaza durante el verano, fue ascendido a teniente de navío; pero en noviembre nuevas partidas pusieron en riesgo la población. Como máxima jerarquía militar, Mathé dirigió el ataque contra los carlistas en el sitio denominado San Julián donde resultó herido de metralla en un muslo. Por su heroica actuación fue condecorado con la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase. Durante 1834 intervino en varios combates por las inmediaciones de Castro Urdiales sin que en ningún momento el enemigo lograse entrar en la población.

El desarrollo de la guerra exigía de una urgente mejora en las comunicaciones; así en 1835 Mathé fue reclamado por el cuartel general del Ejército del Norte para instalar una línea telegráfica entre las ciudades de Pamplona y Vitoria a través de Logroño. Concluida la misión, se le envió a Madrid para realizar importantes trabajos cartográficos al servicio del almirantazgo.

Ascendió a capitán de fragata en 1838, año en que pasó al cuerpo de Estado Mayor con el empleo de teniente coronel, quedando a cargo del Depósito General de la Guerra, organismo responsable de la cartografía militar.

El prestigio profesional de Mathé propició su nombramiento como miembro de la comisión encargada de la formación del mapa de España en octubre de 1843. El nuevo destino duró poco; el 1 de marzo de 1844, un Real Decreto dispuso la instalación del telégrafo a nivel nacional, así como las condiciones que debía reunir el trazado. De los cuatro proyectos presentados en el ministerio de Fomento sobre las características técnicas relativas a la red telegráfica, fue aceptado el firmado por Mathé. El novedoso sistema consistía en la instalación de torres dotadas de un aparato compuesto por una pieza móvil entre dos puntos de referencia, para obtener diez posiciones diferentes, asignando a cada una de ellas un número que debía ser cifrado en origen y descifrado en destino.

El ingeniero Manuel Varela de Limia, director general de Caminos, Canales y Puertos, nombró a Mathé director de las líneas telegráficas de España, por lo que pasó a la situación militar de supernumerario. Las obras comenzaron por la línea Madrid-Irún donde cientos de trabajadores levantaron durante dos años cincuenta y dos torres, de las cuales, cuarenta y cinco eran puntos de repetición y siete estaciones terminales desde las que se podían emitir y recibir mensajes.

Estas cabeceras de línea se hallaban en Burgos, Irún, Madrid, San Sebastián, Tolosa, Valladolid, Vitoria, y la segunda línea unía Madrid con Barcelona.

En 1852 Mathé realizó un viaje de cinco meses por Alemania, Bélgica, Francia y Reino Unido para estudiar el funcionamiento del telégrafo eléctrico. En Bélgica y Francia conoció el sistema Breguet, utilizado desde 1845; en Alemania pudo observar los trabajos de Gauss y Weber, pioneros de la telegrafía eléctrica en su país, y en Reino Unido siguió los avances de William Fothergill y Charles Wheatstone. A su regreso a España, redactó una memoria en la que expuso las ventajas de la telegrafía eléctrica y en especial el sistema Wheatstone. El telégrafo óptico había quedado obsoleto a los nueve años de funcionamiento y se imponía el sistema eléctrico.

Por Real Orden de 27 de noviembre de 1852 se encargó al Ministerio de Fomento la construcción de la línea de telegráfica eléctrica Madrid-Irún por el sistema de cables suspendidos. La ejecución de las obras corrió a cargo del cuerpo de ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, bajo la dirección de Mathé, que ascendió a brigadier en septiembre de 1853. La línea se construyó entre los años 1853 y 1855; después vendrían las de Extremadura y Cataluña hasta acabar con una red tupida que enlazase con Madrid los países fronterizos y las provincias entre sí.

El desarrollo creciente de la red telegráfica y su adecuada explotación exigían de unas normas y un personal especializado que era preciso formar adecuadamente; así, el 2 de abril de 1856, al crearse el Cuerpo de Telégrafos, Mathé fue nombrado director general.

Durante su mandato, redactó el reglamento del cuerpo y dio forma a un completo sistema de formación de los operarios, que previamente había clasificado en categorías técnicas.

Un estado de salud progresivamente deteriorado iba mermando las fuerzas del eminente ingeniero que con fecha 13 de agosto de 1864 solicitó su jubilación. No obstante, durante once años más siguió ejerciendo de asesor en la organización de las tropas de Ingenieros encargadas del tendido y explotación del telégrafo de campaña. Falleció en Madrid el 28 de enero de 1875.

Se hallaba en posesión de la Cruz se San Fernando por acción de guerra, la Encomienda de Carlos III por la invención del sistema telegráfico que llevó su nombre, y la Gran Cruz de la Orden Americana de Isabel la Católica como premio a su labor al frente de la Dirección General de Telégrafos. Su hoja de servicios se cerró con el empleo de brigadier del cuerpo de Estado Mayor.

 

Obras de ~: Diccionario y tablas de transmisión para el telégrafo militar de noche y día, Barcelona, Imprenta de Antonio Bursi, 1849; Diccionario telegráfico, Madrid, 1858; Jominy, Estrategia, trad. de ~; Okunneff, Táctica, trad. de ~.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exps. personales, leg. M-2316.

S. Olive, Historia de la telegrafía óptica en España, Madrid, Secretaría General de Comunicaciones, 1990; A. Bahamonde, G. Martínez y L. Otero, Las comunicaciones en el Estado contemporáneo en España: 1700-1936, Madrid, Ministerio de Obras Públicas y Medio Ambiente, 1993.

 

Miguel Parrilla Nieto

 

 

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