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Rodolfo Llopis Ferrándiz

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Biografía

Llopis Ferrándiz, Rodolfo. Callosa d’en Sarriá (Alicante), 27.II.1895 – Albi, Tarn (Francia), 22.VII.1983. Pedagogo, político, diputado, presidente del Consejo de Ministros de la República en el exilio y secretario general del Partido Socialista Obrero Español en el exilio.

Rodolfo Llopis era hijo de Manuel Llopis Sala, sargento de la Guardia Civil, y de Filomena Ferrándiz Barceló. Se trasladó muy pronto a Alicante, donde en la escuela nacional del paseo de Ramiro fue alumno del maestro Ricardo Vilar Negre, que supo orientar positivamente su temprana vocación por la pedagogía. Estudió en la Escuela Normal de Alicante a partir de 1908 y al cumplir los diecisiete años se le nombró maestro repetidor en la Escuela Normal de Auch (Francia), donde se familiarizó con los grandes temas de la pedagogía francesa y europea.

Regresó a Madrid e ingresó en la Escuela Superior del Magisterio en 1917 para cursar los dos años de carrera, que terminó como segundo de su promoción. La plantilla docente estaba integrada por profesores formados en los principios de la Institución Libre de Enseñanza, entre ellos Luis de Zulueta. Éste, con Manuel Bartolomé Cossío, director de la Institución, fueron sus mentores más directos en los inicios de su vocación de enseñante. Destinado en 1919 a Cuenca, cumplidos los veinticuatro años, como profesor numerario de Geografía de la Escuela Normal del Magisterio, ocupó este destino durante once años. En 1923 ingresó en la masonería con el seudónimo de Antenor, alcanzando en 1931 el grado de vicepresidente del Grande Oriente Español.

En Cuenca dedicó parte de su tiempo a escribir, traducir y publicar algunas obras de interés: el libro sobre el educador italiano Patri, la Guía Artística de Cuenca, los libros de Biervliet, Jules, Robert Dottrens o Albert Thomas, así como la publicación que recoge sus conferencias en las Escuelas Aguirre de Madrid, sobre la obra educativa y social sobre la escuela y la libertad de Lucas Aguirre, filántropo liberal y masón.

En 1925 estuvo becado por la Junta para la Ampliación de Estudios y viajó durante un año por Francia, Bélgica y Suiza para conocer “los sistemas de organización de las escuelas normales y la moderna concepción geográfica, desde los problemas de contenidos hasta los puramente metodológicos”. A lo largo de ese año, conoció a los geógrafos más ilustres de esos países, asistió a los cursos de Brunhes en el Collège de France, de De Martonne, Gallois y Demangeon en el Instituto de Geografía de París, de Blanchard en el Instituto Alpino de Grenoble, de Burky y Chaix en la Universidad de Ginebra, de Hegencheid en Bruselas y de Michotte en el seminario de Geografía de Lovaina.

Siguiendo los principios educativos de los institucionistas, estudió los métodos y corrientes modernos de enseñanza, inclinándose por la Escuela Única, que posteriormente conceptuaría como “Escuela Humana”, siguiendo las pautas marcadas por las tendencias más progresistas: Decroly, Dottrens, Ferrière, Claparede y Kerchensteiner. También conoció profundamente el pensamiento de Angelo Patri, al que dedicó su primer libro titulado La escuela del porvenir, según Angelo Patri.

Años antes había seguido con gran interés la experiencia educativa austríaca, iniciada en 1919 por el socialista Glöckel, que llegó a implantar reformas importantes en los sistemas de enseñanza de aquel país, pionero de las reformas educativas de entreguerras.

En 1917, en la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio de Madrid León Escobar (según Moral) creó con otros compañeros de estudios un embrión de sindicato de enseñantes, que se tituló Asociación General de Maestros (AGM), al que se adhirió Llopis, pronto afiliada a la Unión General de Trabajadores (UGT), en cuyo congreso de 1918 el propio Llopis inspiró la ponencia sobre educación. Su afiliación al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) data de 1919. La AGM asistió en París el año 1922 al congreso que creó la Internacional de los Trabajadores de la Enseñanza.

En los años siguientes, desplegó una intensa tarea de formación e intercambio sindical en el mundo de la enseñanza, ampliando la organización sindical de maestros, que en 1927 se transformó en la llamada Federación Española de los Trabajadores de la Enseñanza (FETE), cuya presidencia ostentó sin discontinuidad hasta 1939. En 1923 había fundado con Modesto Bargalló la Revista de Escuelas Normales, de la que fue director durante algunos años. Durante la dictadura de Primo de Rivera, sin embargo, las asociaciones sindicales de clase sufrieron una fuerte desaceleración organizativa.

A lo largo de esta década, desplegó una intensa actividad internacional, asistiendo como delegado español a numerosas reuniones y congresos sobre problemas de la educación. A finales de este período, participó en el Congreso Panruso de la Enseñanza, que tuvo lugar en Moscú en 1928. Como consecuencia de este viaje y del conocimiento del sistema educativo y de la enseñanza de la geografía en Rusia, escribió el libro ¿Cómo se forja un pueblo? (La Rusia que yo he visto). Por otra parte, en los últimos años Llopis intensificó su actividad política e intelectual, publicando artículos, folletos, traducciones y libros.

En 1930 fue el único delegado europeo al Congreso del Magisterio Americano que se celebró en Montevideo, y aprovechó este desplazamiento para visitar Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay y para impartir seminarios y pronunciar conferencias en las Escuelas Normales y Universidades de aquellos países. Precisamente en 1930, en el curso de su viaje por América del Sur, le llegó la orden del partido de regresar a España, dada la evolución de los acontecimientos políticos y la necesidad de plantear opciones programáticas relacionadas con el posible cambio de régimen. Al frente de la FETE organizó el congreso de principios de abril de 1931 en el que la Federación aprobó el programa educativo socialista inspirado por Llopis.

En las elecciones de junio de 1931 fue elegido diputado al Parlamento español por la provincia de Alicante, representación que se repitió en las elecciones de 1933 y en febrero de 1936. En esta fecha asumió el puesto de primer secretario de las Cortes Republicanas y de secretario de la minoría socialista. Nombrado director general de Primera Enseñanza por el Gobierno provisional de la República, tomó posesión de su cargo el 16 de septiembre de 1931, responsabilidad que mantuvo hasta el 16 de abril de 1933, fecha en la que dimitió como consecuencia de la ley de incompatibilidades. En el proceso de elaboración de la Constitución de la República, Llopis inspiró y redactó el artículo 48, referido a la instrucción pública. Impulsor de la totalidad de las reformas que se emprendieron durante el primer bienio republicano, no se limitó a los aspectos estrictamente ideológicos y a los principios teóricos en los que se basaban, sino que promovió de forma personal, entre otras, la reforma de las escuelas normales, los planes de estudio, la función de la inspección, la creación de los consejos escolares y universitarios, las Semanas Pedagógicas y las Misiones Pedagógicas. En el aspecto material de esta obra de transformación de la realidad se inscriben, además, la creación de 9.620 escuelas y el aumento inmediato del sueldo de los maestros.

En el campo de la educación, previo concurso por oposición celebrado en agosto de 1933, fue nombrado catedrático de Paidología en la Escuela Normal del Magisterio de Madrid y este mismo año se le designó como delegado español en el Consejo de Administración del Instituto Internacional de Cine Educativo de la Sociedad de Naciones. El 9 de julio de 1936 fue nombrado para representar a España en la V Conferencia Internacional de Instrucción Pública que tuvo lugar en Ginebra.

Tras el cese de la Dirección General, reanudó su actividad política de partido, en el ámbito de la corriente de izquierda socialista y marxista, que compartía, entre otros, con Luis Araquistáin, con el que colaboró en la revista Leviatán y en el periódico Claridad, alineados ambos con las posiciones políticas que propugnaba Largo Caballero. Unos meses después de la sublevación contra el Gobierno de la República, iniciada el 17 de julio de 1936, el presidente Largo Caballero le nombró subsecretario de la Presidencia, cargo en el que permaneció durante nueve meses, con dedicación especial a la reorganización de la Administración del Estado. Posteriormente, en el curso de la guerra, desempeñó diversas misiones especiales y de representación internacional.

En marzo de 1939, ante el derrumbamiento del frente republicano, ayudó desde el exterior a la difícil evacuación de ciudadanos y militares que, en el puerto de Alicante, trataban de alcanzar las costas del norte de África.

En 1939, en Francia, el Sindicato Francés de Maestros y la Federación Internacional de las Asociaciones de Maestros, organizaron un comité de ayuda a los profesionales de la enseñanza refugiados en el país galo, del que se le confirió la presidencia. Al iniciarse la Guerra Mundial y caída Francia en poder del ejército alemán, estuvo confinado en diversas localidades de residencia forzosa. Tras la liberación de Francia, en septiembre de 1944, se convocó en Toulouse un congreso de los socialistas españoles en el exilio, en el que Rodolfo Llopis fue elegido secretario general por unanimidad. Un año más tarde, los miembros de la UGT reunidos en asamblea lo eligieron vicepresidente del sindicato. Se iniciaba la recomposición del Partido Socialista Obrero Español, por lo que al celebrarse el II Congreso del exilio, con representación de las federaciones establecidas en diversos países de Europa, América y África, se le ratificó como secretario general, cargo que siguió ostentando hasta el año 1974.

En 1947 fue nombrado, y ejerció el cargo durante unos meses, presidente del Gobierno de la República en el exilio, que se había reconstituido en México en 1945, y más tarde ejerció de ministro de Asuntos Exteriores en un gobierno republicano posterior. El 3 de junio de 1951 fue uno de los firmantes del acta que reorganizó la Internacional Socialista reunida en Frankfurt (Alemania) y durante muchos años ejerció el puesto de presidente de la Liga Internacional de la Enseñanza, de la que fue presidente de honor en la etapa final de su vida.

Entre 1972 y 1974, por diferencias suscitadas en el seno de las organizaciones del interior y del exterior del PSOE, se produjo un grave enfrentamiento y una profunda crisis, que dividió al partido en dos corrientes: los históricos, cuya secretaría general siguió en manos de Llopis, y los renovados, bajo la dirección de Felipe González, Alfonso Guerra y otros líderes regionales, tanto del interior como del exterior.

En el curso del período inmediatamente posterior a la muerte del general Franco, regresó dos veces a España, el 16 de enero de 1976 y el 6 de enero de 1977, fecha en la que los socialistas históricos de Alicante le instaron a que presentara su candidatura a las elecciones para el primer Senado de la nueva democracia, en representación de su provincia natal. Derrotado en estas elecciones, se retiró a su residencia de Albi, en Francia, consagrándose a preparar y redactar algunos libros, que dejó sin publicar.

 

Obras de ~: La Escuela del porvenir, según A. Patri, Madrid, La Lectura, 1924; Las ideas de Don Lucas Aguirre, Cuenca, Ruiz de Lara, 1924; Guía Artística de Cuenca, Cuenca, Museo Municipal de Artes, 1925; La pedagogía del Dr. Decroly, Madrid, La Lectura, 1927; ¿Cómo se forja un pueblo? (La Rusia que yo he visto), Madrid, Editorial España, 1929; con V. Álvarez Villamil, La revolución de Septiembre. Cartas de conspiradores, Madrid, Espasa Calpe, 1929; La revolución en la escuela. Dos años en la dirección general de Primera Enseñanza, Madrid, Aguilar, 1933; Hacia una escuela más humana, Madrid, Editorial España, 1934; Largo Caballero (inéd.); Para comprender el drama español (inéd.).

 

Bibl.: B. Vargas, Elementos para una biografía de Rodolfo Llopis, Toulouse, Université de Toulouse Le Mirail, 1988 (memoria inéd.); Rodolfo Llopis (1895-1983), catálogo de exposición, Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1994; E. Moral Sandoval, Rodolfo Llopis Ferrándiz (datos biográficos y bibliografía. 1895-1930), Madrid, Fundación Pablo Iglesias, 1995 (inéd. mecanografiado); B. Vargas, Rodolfo Llopis (1895-1983): una biografía política, pról. de E. La Parra López, Barcelona, Planeta, 1999; M. Aznar Soler y J. R. López García (eds.), Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, vol. 3, Sevilla, Renacimiento, 2016, pág. 180-181.

 

Manuel Ortuño Martínez

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