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Beato Luis de San Miguel de los Santos

Biografía

Erdoiza y Zamalloa, Luis de. Beato Luis de San Miguel de los Santos. Amorebieta (Vizcaya), 25.VIII.1891 – Cuenca, 24.IX.1936. Religioso Trinitario (OSST), sacerdote, mártir, beato.

Hijo de padres muy piadosos, fue bautizado al día siguiente de nacer. Hacia 1905 ingresó en el aspirantado Trinitario de Algorta (Vizcaya) y profesó en 1907. Estudió Filosofía en La Rambla (Córdoba) (1907-1908) y en la Universidad Gregoriana de Roma (1910-1913); cursó Teología en esta universidad romana (1913-1917), y dos años de Derecho Canónico en el Instituto Pontificio Angelicum (1917-1919). Hizo su profesión solemne, en 1913, en el convento de San Carlos de las Cuatro Fuentes, y se ordenó de sacerdote en 1916. Durante los años 1920-1925 residió en el convento de Viena (Austria). A su regreso a España, después de permanecer un año en Algorta, fue nombrado maestro de coristas de Córdoba (1926). Ejerció después con prudencia y acierto el cargo de ministro de Belmonte, y al mismo tiempo daba clases de Filosofia (1929-1933). En el Capítulo de 1936 fue nombrado consejero provincial.

El padre Luis fue religioso ejemplar durante toda su vida. Muy piadoso y austero, fue admirado como un religioso modelo. A pesar del reuma y las varices, no se dispensó del uso de las sandalias y túnica de estameña, ni de acudir por la mañana a la oración y al rezo coral del oficio divino en comunidad.

El 28 de julio de 1936, la villa de Belmonte fue ocupada por milicianos. Algunos religiosos se escondieron en domicilios particulares, pero el padre Luis, el padre Melchor y fray Juan quedaron en el convento. Allí fueron detenidos el día 29 y llevados al ayuntamiento. En el trayecto, les humillaron hasta lo indecible y ensañándose de modo particular con el padre Luis, que, por su enfermedad de la pierna, no podía andar deprisa. Desde aquí, fueron trasladados, con muy malos tratos, a la cárcel de Cuenca, donde se les unió el padre Santiago. Los prisioneros trinitarios llamaron pronto la atención por su piedad, sobre todo el padre Luis. El 24 de septiembre los fusilaron a las puertas del cementerio de la ciudad. El padre Luis contaba cuarenta y cinco años.

Melchor Rodríguez Villastrigo, beato Melchor del Espíritu Santo —Laguna de Negrillos (León), 28.I.1899 – Cuenca, 24.IX.1936—, de treinta y siete años. Tomó el hábito en el santuario de la Bien Aparecida (Cantabria) en 1917, y allí profesó en 1918. Estudió Filosofía y Teología en Córdoba entre 1918 y 1924; en 1922 emitió su profesión solemne y fue ordenado sacerdote, en Valladolid, en 1924. De buenas dotes intelectuales y trabajador nato, fue muy buen profesor en el colegio trinitario de Alcázar de San Juan. En 1933 fue nombrado superior del convento, y en 1936 del de Belmonte. Cuando Belmonte fue ocupado, él no quiso abandonar el convento, pues consideraba que su deber como superior era quedar allí. Una vez encarcelado, animó a sus religiosos ante la proximidad del posible asesinato: “Si nos matan, que nos maten por ser religiosos”.

Juan Francisco Joya y Corralero, beato Juan de la Virgen del Castellar —Villarrubia de Santiago (Toledo), 16.V.1898 – Cuenca, 24.IX.1936—, de treinta y ocho años, recibió el hábito trinitario, como hermano cooperador, en Algorta en 1918. Hizo su profesión simple en 1920. Se trasladó luego a Santiago de Chile, donde hizo su profesión solemne en 1923. Fue destinado a Buenos Aires y al convento romano de San Carlino, donde residió entre 1930 y 1932. Fue después conventual de Belmonte entre 1932 y 1936. Tenía carácter muy alegre y fue hábil en el oficio de sastre y florista. Muy apóstol con los niños, para los que creó la Asociación del Niño Jesús. Cuando fue llevado a la cárcel de Cuenca, junto con los otros religiosos referidos, exclamó: “Lo que más siento es dejar a estos niños, ahora que les hace tanta falta la educación cristiana”. En las cartas que el padre Santiago escribía desde la cárcel de Cuenca, consignaba mensajes de fray Juan para los niños de Belmonte.

Santiago Arriaga y Arríen, beato Santiago de Jesús —Líbano de Arrieta (Vizcaya), 22.XI.1903 – Cuenca, 24.IX.1936—, de treinta y tres años, había tomado el hábito trinitario en el santuario de la Bien Aparecida (Cantabria) en 1919 y pronunciado sus votos simples en 1920. Estudió Filosofía en Villanueva del Arzobispo (1920-1922) y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1922-1924), y Teología en la misma universidad (1924-1928). En Roma emitió su profesión solemne en 1924 y recibió la ordenación sacerdotal en 1927. En 1928 fue destinado a Algorta como profesor, donde estuvo hasta 1930. En este año fue enviado al convento de Belmonte (Cuenca), trabajando como profesor de Filosofía (1930-1932), de Teología (1932-1936) y maestro de coristas (1932- 1936). Fue muy apreciado por sus hermanos y por las gentes de Belmonte por su carácter agradable y cercano a todos. Fue magnífico tenor y muy versado en conocimientos musicales.

Al ser Belmonte ocupado por los milicianos, el padre Santiago fue el que más se percató de la gravedad de la situación, por lo que, sin demora, fue escondiendo a sus estudiantes; a éstos les dijo, enseñándoles el crucifijo: “Si a mí me prenden y me fusilan, moriré con el crucifijo en las manos”. Fue sorprendido en la calle cuando acompañaba a dos estudiantes, detenido y llevado a la cárcel de Belmonte, y después a la de Cuenca, junto con los otros tres religiosos de su comunidad. Cuando les sacaron para llevarles a fusilar en el cementerio de Cuenca, iba por el trayecto dando vivas a Cristo Rey. Estos cuatro religiosos trinitarios fueron beatificados en Roma el 28 de octubre de 2007.

 

Bibl.: A. Sáez de Albéniz, Postulación General, págs. 9 y 10.; S. Cirac Estopañán, Martirologio de Cuenca, Barcelona, Casa de la Caridad, 1947; P. Aliaga Asensio, Entre palmas y olivos, Mártires Trinitarios del siglo xx en Jaén y Cuenca, Córdoba- Madrid, Provincias Trinitarias de España, 2007; M.ª E. González Rodríguez (ed.), Quiénes son y de dónde vienen. 498 mártires del siglo xx en España, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 154-156; Hablar hoy de martirio y de santidad, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 145-206; Confer, 28 de octubre de 2007. Beatificación de 462 Religiosos y Religiosas Mártires de España, “Vosotros sois la luz del mundo”, en Folletos Con Él. Testimonio y Testigos, n.º 282 (octubre, 2007).

 

María Encarnación González Rodríguez

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