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José López de Roda y Zuleta

Biografía

López de Roda y Zuleta, José. Jerez de la Frontera (Cádiz), 31.V.1893 – Marruecos, 20.VI.1926 sup. Militar.

Hijo de Severo López de Roda García del Tato, teniente de navío, y de Josefa Zuleta Sopranis, de una familia de la aristocracia jerezana, dedicó su vida a la milicia. Ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en 1908, donde obtuvo el empleo de teniente 2.º, siendo destinado al Regimiento Inmemorial del Rey, de guarnición en Madrid. Consiguió los empleos de 1.er teniente y capitán por antigüedad, y el de comandante, por méritos de guerra. Militar africanista, la mayor parte de sus destinos lo llevaron a África, donde combatió en los años 1914, 1915 y 1917, destacando en numerosas acciones, que le valieron dos Cruces rojas del Mérito Militar y la Medalla de la Campaña de Marruecos, con los pasadores de Tetuán y Larache. De regreso en la Península, combinó diferentes destinos, siempre de mando y profesorado, hasta que, como consecuencia del desastre de Annual (21 de julio de 1921) en el que el caudillo rebelde Abd el Krim derrotó al general Fernández Silvestre, ocasionando más de diez mil muertes entre los soldados españoles y la pérdida de Melilla, obligó a reforzar la presencia militar en la zona. López de Roda fue entonces enviado con carácter urgente a Melilla en octubre y, un mes más tarde, se incorporó al recién creado Tercio de Extranjeros, la conocida Legión, donde combatió a las órdenes de su fundador, el teniente coronel Millán Astray, y del entonces teniente coronel Francisco Franco, quien llegó a decir de él: “Es un excelente y valeroso Capitán que une a su espíritu militar gran decisión en la campaña”. Entre las muchas batallas y acciones en las que participó, merece la pena destacar la acción de las Peñas de Kaiat, de 19 de agosto de 1923, durante la cual, al frente de su Compañía, recibió la orden de “apoyar al 1.er Tabor de Regulares que se encontraba en situación algo crítica marchó hacia el otro flanco llegando en el preciso momento que a la 3.ª Compañía de dicho Tabor le era imposible sostenerse por tener gran número de enemigos delante y por haber desaparecido dos de los oficiales de ella y tener la mayoría de las clases muertas; desde el primer momento tuvo que sostener un violento choque con el enemigo, perdiendo en él las más escogidas clases que llevaba consiguiendo no obstante desalojar al enemigo de sus posiciones y sostenerse en ellas más de diez horas, teniendo al enemigo a unos seis metros durante todo el día, hasta que recibida la orden de retirarse la ejecutó, resultando en esta acción seis muertos y once heridos de su compañía cifra muy reducida para lo duro de la operación y la inmediación del enemigo que medio acorralado se defendió a la desesperada en las inferiores estribaciones de las Peñas de Kaiat”. Por esta acción se le concedió la Medalla Militar individual. Continuó en campaña hasta que, el 2 de septiembre de 1925, protegiendo la conducción de un convoy en la zona de Ceuta, fue dado por desaparecido. Meses más tarde, una carta del propio capitán a su familia descubrió que había sido hecho prisionero por los hombres de Abd el Krim, que exigían una fuerte suma para liberar a los soldados españoles. Un altruista empresario español pagó los 4.000.000 de pesetas exigidos, pero López de Roda no se encontraba entre los liberados. La burocracia hizo que se publicara su ascenso por méritos de guerra a comandante en julio de 1926, cuando llevaba más de un mes muerto. Según el lacónico lenguaje de la circular del Ministerio de la Guerra, incapaz de confirmar el lugar ni la fecha, murió en África, dando por buena la fecha del 20 de junio. Todas las gestiones de su familia para repatriar el cadáver fueron infructuosas, a los que se les dio una versión piadosa de su muerte, por una enfermedad infecciosa, sin embargo algunos testigos sostienen que murió lapidado por defender a sus hombres de las humillaciones y el maltrato de que eran objeto por los rebeldes de la cábila de Ait Kámara. Un compañero escribió después a su familia que fue merecedor de la Cruz laureada de San Fernando, que no recibió para evitar que, en el juicio contradictorio, apareciesen algunas decisiones políticas y militares que perjudicarían a los dirigentes del Protectorado.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Duque de Abrantes (Jerez de la Frontera); Archivo General Militar (Segovia), Hoja-Matriz de Servicios de Don Francisco López de Roda, exp. 22396; Archivo del Servicio Histórico Militar (Madrid), Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, n.º 84, 16 de abril de 1925; n.º 98, 5 de mayo de 1925; n.º 166, 29 de julio de 1926.

VV. AA., Historia de las campañas de Marruecos, vol. IV, Madrid, Servicio Histórico Militar-Servicio Geográfico del Ejército, 1947-1981; VV. AA., Galería militar contemporánea, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1953-1980.

 

Antonio Sevilla Gómez

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