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José Hierro Real

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Biografía

Hierro Real, José. Madrid, 3.IV.1922 – 21.XII.2002. Poeta.

El poeta José Hierro nació en Madrid, en la calle Andrés Borrego, n.os 18-20, hoy 16, situada entre las calles Luna y Pez. A los dos años, su familia se trasladó a Santander, ciudad en la que transcurrió su niñez, adolescencia y gran parte de su juventud. Los estudios primarios los realizó en el colegio de los salesianos de la ciudad cántabra. Terminada la educación primaria, se matriculó en la Escuela de Peritos Industriales con el propósito de obtener una diplomatura de perito electro-mecánico, a pesar de que desde muy niño había mostrado una gran inclinación hacia las letras.

Tras estallar la Guerra Civil en julio de 1936 y ser tomada Santander en agosto de 1937, fue detenido su padre, Joaquín Hierro, que “era republicano de Azaña”. Meses después de terminada la contienda, él mismo fue detenido el 13 de septiembre de 1939, acusado de pertenecer a una organización clandestina de ayuda a los presos y de ser miembro de la Unión de Escritores y Artistas Revolucionarios. Ingresó en la prisión provincial de Santander y, unos meses después (11 de marzo de 1940), fue trasladado a Madrid e internado en el convento de las Comendadoras de Santiago, habilitado como cárcel. Tras unos meses de libertad condicional, en octubre del mismo año, se le juzgó y condenó a la pena de doce años y un día. Por entonces el poeta contaba dieciocho años. Volvió a prisión, esta vez a la de Porlier (Madrid), y después fue trasladado a la de Santander. En ella permaneció hasta que de nuevo fue conducido a Madrid, esta vez encarcelado en la prisión de Torrijos. Más tarde pasó a la de Alcalá de Henares, de la que, finalmente, salió en libertad definitiva en enero de 1944. Ese mismo año murió su padre, que había sido excarcelado en 1941.

Vuelto a Santander, recibió un telegrama de su íntimo amigo, el poeta José Luis Hidalgo, en el que le decía que le había encontrado un trabajo en Valencia. No era cierto, pero Hidalgo quería librarle del riesgo que suponía seguir viviendo en la capital cántabra, ya que había sido detenido una vez tras su puesta en libertad. En Valencia desempeñó diferentes trabajos, como confiesa en el extenso poema “Historia para muchachos”: “Apuntad: palero, / moldeador, listero de unas obras, / transportista de leña a domicilio, / comisionista para venta a plazos / de libros, negro de escritor” (Libro de las alucinaciones, 85-90). No obstante, en ese tiempo, que compartió con el mencionado Hidalgo, el escritor Jorge Campos y el pintor Ricardo Zamorano, colaboró en diversas revistas y comenzó a escribir los primeros poemas del que sería su primer libro.

Trascurridos los años de estancia en Valencia (1944-1946), regresó a Santander. Comenzó de nuevo a buscar trabajo y consiguió uno como listero en una empresa constructora y, algo más tarde, entró a formar parte de la plantilla de un taller de fundición. Esa actividad laboral no le impidió participar en la vida cultural santanderina. Por entonces, desempeñó el cargo de redactor jefe de la revista Tierras del Norte y, algo después, trabajó en la revista Economía Montañesa, escribiendo biografías de hombres de la provincia que triunfaron gracias a su esfuerzo personal. Conoció a Gerardo Diego, continuó sus colaboraciones en la revista Proel que había iniciado desde Valencia y asistió a recitales y conferencias. En 1947 murió en Madrid José Luis Hidalgo. Ese mismo año José Hierro publicó su primer libro, Tierra sin nosotros, y obtuvo el Premio Adonais con su segunda obra, titulada Alegría. En marzo de 1949 contrajo matrimonio con la joven santanderina María Ángeles Torres San Jorge, con la que tuvo cuatro hijos.

En septiembre de 1952 se trasladó a vivir a Madrid. Su familia se reunió con él unos meses después. Comenzó a trabajar en la Editora Nacional por las mañanas y por las tarde lo hacía en la sección del Instituto Cervantes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Colaboraba en numerosos periódicos y revistas de literatura y arte. En 1953 obtuvo el Premio Nacional de Literatura. A finales de la década de 1950 dirigió la Tertulia Poética del Ateneo de Madrid.

Más tarde, en 1965, dejó su trabajo en la Editora Nacional y pasó a formar parte de la plantilla de la revista Reader’s Digest. En 1966 ingresó en Radio Nacional de España, hasta su jubilación en 1987.

A partir de la década de 1960 y hasta su fallecimiento, viajó por toda España formando parte de jurados literarios, ofreciendo lecturas de su obra y dando conferencias. También se desplazó a numerosos países extranjeros como conferenciante y asistió a congresos literarios. Su primer viaje a Europa lo realizó en 1961 invitado por el Instituto de España en Londres; el segundo, en 1965, a Berlín invitado por la Universidad Libre de esa ciudad. En los años siguientes viajó, además de por toda España, a ciudades de Europa, Estados Unidos, Hispanoamérica, Asía y África, divulgando la poesía española y su propia obra. A partir de la obtención del Premio Adonais consiguió numerosos reconocimientos por su obra. Entre los más importantes se pueden señalar el Premio de la Crítica (1958) y el Premio Juan March (1959) por su libro Cuanto sé de mí (1957); de nuevo el Premio de la Crítica (1965) por su Libro de las alucinaciones (1964); algo más tarde el Premio Príncipe de Asturias (1981), el Premio de las Letras Españolas (1990), el Premio Reina Sofía de la Poesía Hispanoamericana (1995) y el Premio Cervantes (1998). Antes, había sido nombrado doctor honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (1995) y, algo después (2001), doctor honoris causa por la Universidad de Turín. En el año 1999 fue elegido académico de la Real Academia Española. Falleció el 21 de diciembre de 2002, a las 14:30, en el Hospital Carlos III de Madrid.

La obra poética de José Hierro comprende, fundamentalmente, nueve libros de poemas, sin tener en cuenta su Prehistoria literaria. 1937-1938 (Santander, 1991), las numerosas antologías y las dos ediciones de sus obras completas. A lo largo de ella, su poesía ha ido evolucionando desde Tierra sin nosotros hasta Cuaderno de Nueva York, siguiendo un camino de amplificación, profundización, perfección y enriquecimiento. “La poesía es un testimonio de vida”, dijo él mismo. Desde ese punto de vista su obra se podría dividir en tres períodos distintos. El primero, entre 1947 y 1953, que está formado por cuatro libros: Tierra sin nosotros (1947), Alegría (1947), Con las piedras, con el viento (1950) y Quinta del 42 (1953), y corresponde, por temas y motivos, a la época santanderina del autor. El segundo, entre 1955 y 1957, incluye sólo dos libros: Estatuas yacentes (1955) y Cuanto sé de mí (1957), y pertenece a sus primeros años en Madrid. El tercero lo constituyen sus tres últimas obras: Libro de las alucinaciones (1964), Agenda (1991) y Cuaderno de Nueva York (1998), que comprende, con grandes períodos de silencio, de 1964 a 1998. Este período contiene la última y novedosa aportación de su poesía.

Sin embargo, visto el contenido de la obra en su conjunto, ésta se puede dividir en sólo dos épocas. La primera, desde Tierra sin nosotros hasta Cuanto sé de mí, encierra seis libros, en los que las experiencias poéticas son expresadas dentro de una visión de la realidad semejante y en un lenguaje prácticamente común en todos ellos: paisajes santanderinos, pérdida de la infancia, dolor de la guerra, sufrimiento de la cárcel, purificación del amor, etc. En la segunda época, que corresponde al tercer período antes mencionado, aparecen nuevos procedimientos expresivos que, aunque ocasionalmente se puedan encontrar en la época anterior, ofrecen una nueva manera de enfrentarse a la realidad y dar nueva forma al poema. Por lo general, se abandona el uso de la rima, las estrofas pierden la rigidez clásica y se tiende al verso libre con aproximaciones al versículo. Además, los motivos, con un fuerte y oculto contenido autobiográfico, son expresados con un lenguaje de mayor complejidad sintáctica, creando un clímax de sugestiva irracionalidad. Todo ello en un discurso lírico cuyo significado queda, como dijo el propio poeta, “envuelto en niebla”.

 

Obras de ~: Tierra sin nosotros, Madrid, Proel, 1947; Alegría, Madrid, Rialp, 1947; Con las piedras, con el viento, Santander, Proel, 1950; Quinta del 42, Madrid, Editora Nacional, 1953; Estatuas yacentes, Santander, Artes Gráficas de los Hermanos Bedia, 1955 (ed. no venal); Cuanto sé de mí, Madrid, Ágora 1957; Libro de las alucinaciones, Madrid, Editora Nacional, 1964 (introd. de D. Cañas, Madrid, Cátedra, 1986); Antología, introd. de A. de Albornoz, Madrid, Visor, 1980; Agenda, Madrid, Prensa de la Ciudad, 1991; José Hierro. Antología poética, ed. e introd. de G. Corona Marzol, Madrid, Espasa Calpe, 1993; Nombres propios, ed. de A. Sánchez Zamarreño, Salamanca, Universidad, 1995; Cuaderno de Nueva York, Madrid, Hiperión, 1998; Poesías completas (1947-2002), ed. de M. García-Posada y J. Uceda, Madrid, Visor, 2009.

 

Bibl.: J. O. Jiménez, “La poesía de José Hierro”, en Cinco poetas del tiempo, Madrid, Ínsula, 1972 (2.ª ed.); V. García de la Concha, “El realismo existencial de José Hierro”, en La poesía española de posguerra. Teoría e historia de sus movimientos, Madrid, Prensa Española, 1973; J. L. Cano, “La poesía de José Hierro: de Tierra sin nosotros a Libro de las alucinaciones”, en Poesía española contemporánea. Las generaciones de posguerra, Madrid, Guadarrama, 1974; C. Zardoya, “José Hierro con las piedras y el viento”, en Poesía española del siglo xx. Estudios temáticos y estilísticos, Madrid, Gredos, 1974; J. G. Manrique de Lara, “La circunstancia histórica de José Hierro”, en Poetas sociales españoles, Madrid, Epesa, 1974; I. Paraíso Leal, “Análisis rítmico de José Hierro”, en Teoría del ritmo de la prosa, Barcelona, Planeta, 1976; P. J. de la Peña, Individuo y colectividad. El caso José Hierro, Valencia, Universidad, 1978; A. de Albornoz, “Introducción”, en J. Hierro, Antología, op. cit.; J. Benito de Lucas, “José Hierro y su testimonio lírico”, en Literatura de la posguerra: La poesía, Madrid, Cincel, 1981; A. de Albornoz, “Introducción o breve noticia biobibliográfica”, en José Hierro, Madrid, Júcar, 1982; VV. AA., En torno al poeta José Hierro (Palabras desde Cantabria), Santander, Servicio de Publicaciones del Gobierno de Cantabria, 1982; J. M. González, “José Hierro y el lector común”, en Poesía española de posguerra (Celaya, Otero, Hierro: 1950- 1960), Madrid, Edi-6, 1982; E. de la Torre, José Hierro: Poeta de testimonio, Madrid, Porrúa, 1983; D. Cañas, “José Hierro en busca de su imagen perdida”, introd. a J. Hierro, Libro de las alucinaciones, op. cit.; M. Mantero, “José Hierro”, en Poetas españoles de posguerra, Madrid, Espasa Calpe, 1986; S. Caballo, La poesía de José Hierro, Madrid, Taurus, 1987; A. Moreiras, La escritura política de José Hierro: Antología, Ferrol, Sociedad Cultural Valle-Inclán, 1987; G. Corona Marzol, Bibliografía de José Hierro Real, Zaragoza, Facsímil, 1988; M.ª del P. Palomo, “Requiem, de José Hierro”, en La poesía del siglo xx (desde 1939), Madrid, Taurus, 1988; G. Corona Marzol, Realidad vital y realidad poética (Poesía y poética de José Hierro), Zaragoza, Prensas Universitarias, 1991; VV. AA., Encuentros con José Hierro, Madrid, Centro de las Letras Españolas, 1992; G. Corona Marzol, “Introducción”, en J. Hierro, José Hierro. Antología poética, op. cit.; J. Benito de Lucas, Vida y poesía en José Hierro, Madrid, Universidad Autónoma, 1999 (2.ª ed.); J. A. González Fuentes y L. Oliván (eds.), Espacio Hierro. Medio siglo de creación poética de José Hierro, Santander, Fundación Marcelino Botín, Universidad de Cantabria, 2001, 2 vols.; P. L. Ávila y G. Depretis (eds.), José Hierro. Divertimento, Torino, Edizioni dell’Orso, Facoltà di Lingue e Letterature Straniere, Università degli Studi di Torino, 2002; VV. AA., Encuentro con José Hierro. Premio Nacional de las Letras Españolas, Madrid, Ministerio de Cultura, 2002; J. Benito de Lucas, “El escritor y su obra”, en José Hierro, Madrid, Eneida, 2002; S. Gutiérrez (coord.), Después de todo, Homenaje de Bilaketa a José Hierro, Aoiz (Navarra), Bilaketa, 2004; http://cvc.cervantes.es/actcult/hierro.

 

Joaquín Benito de Lucas

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