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García de Lerma

Biografía

Lerma, García de. Burgos, 1470 sup. – Santa Marta (Colombia), 7.II.1535. Comerciante, conquistador y gobernador.

Nació en una familia de mercaderes con una actividad de comercio internacional, de Burgos, Medina y Flandes, para posteriormente pasar a Sevilla y de aquí a las Indias. Asimismo, esta elite económica también ocuparía los altos cargos públicos de la ciudad, como regidores y procuradores. En 1489 García de Lerma ya figura como mercader y vecino de Burgos con el consiguiente prestigio personal que le daba su apellido y fortuna. Unos años más tarde, el 16 de diciembre de 1494 los Reyes Católicos le concedieron la merced de una escribanía pública de número en la ciudad de Burgos.

Va a ser en esta ciudad castellana donde García de Lerma conocerá a Diego Colón, el hijo del descubridor Cristóbal Colón, y esa relación le llevará a abandonar las tierras castellanas en busca de las riquezas y poder que le profetizaban en el ámbito indiano. En 1509 Diego Colón partía de Sevilla rumbo a América, con una gran flota de nueve naves para hacerse cargo de la herencia política y económica de su padre.

Entre la gente que le acompañaba figuraba este burgalés ilustre.

García de Lerma representaba el prototipo de hombre de negocios castellano que emigró a América y no sólo triunfó en el mundo de las finanzas, sino que posteriormente participó activamente en política, desempeñando un importante cargo como gobernador.

Tras conocer a Diego Colón en Burgos, aprovechó la oportunidad que le brindó para abandonar las tierras castellanas, ante un futuro que le pareció prometedor por las riquezas y el poder que se derivaban de los negocios indianos.

Pronto comenzó sus actividades en la explotación minera de la isla de San Juan y obtuvo una importante encomienda de indios en La Española. Su gran prestigio le llevó en 1516 a viajar a Bruselas para gestionar ante el príncipe Carlos las demandas de Diego Colón y por supuesto las suyas propias, dentro de ese grupo de emigrantes castellanos en busca de mercedes ante el futuro Rey.

García de Lerma vio jalonada su carrera con la obtención de una licencia de introducción de esclavos en La Española y en Cuba y con el nombramiento de veedor de los rescates y contratación de la costa de las perlas. E incluso, el rey Carlos le nombró contino de “nuestra casa”, concediéndole además de “quitación”, cada año, 40.000 maravedís.

Carlos V otorgó también a García de Lerma, por una Real Cédula fechada en noviembre de 1525, licencia para cortar “en las islas Española y la Saona y en otra cualquier parte de las Indias” seis mil quintales de palo brasil, durante dos años, con sólo pagar de almojarifazgo dos reales de plata por quintal. A mediados de febrero del año siguiente, Lerma cedió a otro mercader burgalés, Diego de Aranda, una parte de su licencia —quinientos quintales— por un valor de 200 ducados y en el mes de marzo vendió otra parte mayor de su derecho a cortar palo brasil —cuatro mil cien quintales— por la cantidad de 500 ducados, a una sociedad formada por Diego de Aranda, Melchor de Castro y Diego Díaz, factor de Cristóbal de Haro. Con este negocio García de Lerma obtuvo una ganancia de 700 ducados sin arriesgar nada y aún le quedaba otra parte de su licencia para seguir negociando.

Sin embargo, a García de Lerma le seguía interesando más su promoción política y así consiguió una nueva merced con el nombramiento, por Real Cédula del 28 de abril de 1526, de escribano del juzgado y tribunal de la Casa de la Contratación de Sevilla. Y un año más tarde logró al fin su propósito, con la gobernación de la provincia de Santa Marta.

La capitulación de García de Lerma se firmó en Burgos el 20 de diciembre de 1527 y por ella el monarca español le nombraba gobernador y capitán general de Santa Marta, con el ejercicio de justicia, en su jurisdicción civil y criminal, tanto en mar como por tierra. Y además se le concedía un salario y ayuda de costa, cada año, por los oficios de capitán general y gobernador, de 562.500 maravedís. Con su nombramiento de gobernador de Santa Marta irrumpían los grandes grupos financieros en los asuntos indianos.

Los Lerma para Santa Marta y los Welser para Venezuela, reorganizarían los territorios de Tierra Firme, al mismo tiempo que intentarían encontrar el camino más corto para la Especiería.

El gobernador García de Lerma llegó a Santa Marta el 28 de febrero de 1529. Enseguida los caciques de los pueblos cercanos fueron a visitarle, ofreciéndole presentes de oro y mantenimientos, jurando fidelidad al Rey, y ello no fue obstáculo para que fueran repartidos en encomienda. En su deseo de enriquecerse rápidamente envió expediciones hacia el Zenú, el valle Dupar y Tamaleque, en busca de oro y víveres. Aunque también hay que ver como positiva la labor evangelizadora, que llevaron a cabo los dominicos que le acompañaban de tal forma que en 1531 se erigió la catedral de Santa Marta.

Según el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, García de Lerma procuró adquirir oro por todas las vías que pudo, dañando aquella tierra y ofendiendo a cuantos pobladores cristianos e indios había. Expulsó de su gobernación al tesorero Antonio Téllez de Guzmán y al contador Lope de Idiáquez, porque se oponían a su política económica. Todos estos sucesos determinaron a la Corona a proveer al doctor Rodrigo Infante, oidor de la Real Audiencia de Santo Domingo, para que le tomara residencia. Un juicio inacabado porque el gobernador estaba enfermo y al poco tiempo murió.

 

Bibl.: L. Serrano, Los Reyes Católicos y la ciudad de Burgos desde 1451 a 1492, Madrid, Instituto Jerónimo Zurita, 1943; J. Friede, Documentos inéditos para la Historia de Colombia, ts. II y III, Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 1955; G. Fernández de Oviedo, Historia General y Natural de las Indias, ed. de J. Pérez de Tudela, t. III, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1959; J. Friede, Los Welser en la conquista de Venezuela, Caracas, Editorial Edime, 1961; E. Otte, “La flota de Diego Colón, españoles y genoveses en el comercio trasatlántico de 1509”, en Revista de Indias, n.os 97-98 (1965); E. Rodríguez Demorizi, Los dominicos y las Encomiendas de Indios de la Isla Española, Santo Domingo, Academia Dominicana de la Historia, 1971; F. Moya Pons, La Española en el siglo xvi (1493-1520), Santiago, República Dominicana, 1973; E. Restrepo Tirado, Historia de la Provincia de Santa Marta, Colombia, 1975; E. Otte, Las Perlas del Caribe: Nueva Cádiz de Cubagua, Caracas, Fundación J. Boulton, 1977; D. Ramos, Audacia, Negocios y Política en los viajes Españoles de Descubrimiento y Rescate, Valladolid, Casa-Museo de Colón, 1981; E. Martin Acosta, “García de Lerma en la inicial penetración del capitalismo mercantil en América”, en VV. AA., Congreso de Historia del Descubrimiento, 1492-1556, t. II, Madrid-Sevilla, Real Academia de la Historia y Confederación de Cajas de Ahorro, 1992, págs. 429-457; “La carrera indiana de un prohombre burgalés: García de Lerma”, en Boletín de la Institución Fernán González (Burgos), n.º 208 (1994), págs. 39-53; “Los mercaderes burgaleses en la carrera de Indias”, en VV. AA., Actas del V Centenario del Consulado de Burgos, Burgos, Diputación Provincial, 1995, págs. 203-243; “Los vascos en la expedición de García de Lerma a Santa Marta”, en R. Escobedo Mansilla, A. de Zabala Beascoechea y Ó. Álvarez Gila (eds.), Euskal Herria y el Nuevo Mundo: La contribución de los vascos a la formación de las Américas, Vitoria, Universidad del País Vasco, 1996, págs. 17-29.

 

Emelina Martín Acosta